Con el fin de enriquecer las prácticas fonoaudiológicas, se busca en este trabajo, conocer los procesos empleados por los niños en el desarrollo del lenguaje, especialmente en lo referido a su aspecto semántico, particularmente a su estructura categorial.
El plan de tratamiento ha de ser siempre individual, ya que éste es la resultante única y última del diagnóstico y pronóstico que caracteriza al niño, y abarcará las áreas logopédica, psicológica, psicopedagógica y social.
“Si la mente ya no es pensada como una cosa sino como un conjunto de procesos o actividades para operar con representaciones simbólicas del mundo, y ese conjunto tiende a configurarse como sistema, es indispensable estudiarlo en profundidad y llegar a producir respuestas articuladas sobre los procesos de percepción, de atención, de memoria, de lenguaje de pensamiento, de emoción, de voluntad. Pero, como sabemos, no tenemos respuestas convergentes, sino muchas diferentes, e incluso, divergentes.”(Camilloni,1998)
Tal mecanismo, que Ausubel llama asimilación es el mecanismo humano, por excelencia, para adquirir la vasta cantidad de informaciones que constituye cualquier cuerpo de conocimiento.
- Dejar tiempo para ver como la situación evoluciona en su globalidad y observar cómo se puede ayudar a ese niño y sus padres de la mejor manera posible (sin tener que tomar decisiones radicales desde el principio).
- Dar una respuesta a los padres sobre lo que le pasa a su hijo (si el diagnóstico no explica porque le pasa eso) y permitirle buscar informaciones, tratar de tener un comportamiento con él más adecuado a sus necesidades.
El hablar, escuchar leer y escribir constituyen un conjunto de prácticas culturales involucradas en casi todas las situaciones de la vida cotidiana.
Con esta técnica es posible examinar la actividad neural desde los órganos terminales periféricos hasta las estructuras corticales encargadas de la audición.
Las pérdidas auditivas, incluida la sordera profunda, son entidades tratables; pero los resultados del tratamiento dependen de diagnosticar la patología lo más precozmente posible. Una alteración auditiva no detectada ni tratada a tiempo trae aparejada severas consecuencias para el desarrollo del habla y el lenguaje y por ende la evolución mental y social del niño.
“Un trastorno de lenguaje es la anormal adquisición, comprensión o expresión del lenguaje hablado o escrito. El problema puede implicar a todos, uno o alguno de los componentes fonológico, morfológico, semántico, sintáctico o pragmático del sistema lingüístico. Los individuos con trastornos del lenguaje suelen tener problemas de procesamiento del lenguaje o de abstracción de la información significativa para el almacenamiento y recuperación por la memoria a corto plazo”.