¿De qué hablamos cuando hablamos de psicología cognitiva?



Comenzaremos diciendo – como muchos autores lo manifiestan- que no existe un definición única de Psicología Cognitiva, como cuerpo integrado de conocimientos. Más bien, podremos afirmar, que existen un conjunto de estudios que se aproximan en menor o mayor medida a un eje central que es la cognición.

Como señala Riviere, el concepto de cognitivo es pluriforme y de límites muy imprecisos. El concepto de Psicología Cognitiva, tiene la estructura de una categoría natural, y no una demarcación más precisa como suelen tener los conceptos matemáticos o lógicos. Se organizan en torno a ciertos elementos que son modelos computacionales y las teorías del procesamiento de la información y tiene fronteras imprecisas en torno a otros constructos teóricos. (Riviere, 1987). Por ejemplo, si bien no podemos decir que Piaget era un cognitivo, o que sus investigaciones fueran prototípicas, sí puede decirse que sus aportaciones teóricas fueron muy importantes para el conocimiento científico de las funciones del conocimiento.

¿Y cuáles serían los atributos que resultarán prototípicos y, de alguna manera, descriptores de la psicología cognitiva? Se suele decir que ella nos ofrece un sujeto activo, que no se limita a responder pasivamente a los estímulos del medio, organizando su actividad de acuerdo a planes o estrategias, y que, controlan y guían su conducta. (Millar,Galanter,Pribram,1960)

Se diría que, hasta aquí, este sujeto nos es muy diferente del que nos propone la genética estructuralista de la Escuela de Ginebra. Nos estamos refiriendo, más precisamente, a la concepción constructivista del ser humano, en tanto que el sujeto no es ni un mero producto de su ambiente ni mucho menos el resultado simple y directo de la herencia , sino más bien el producto de un proceso de interacción de ambos factores que da por resultado la construcción del conocimiento, es decir que, el conocimiento no es una simple copia de la realidad, sino una construcción mucho más compleja que realizan todas las personas durante su vida, en función de lo que ya saben(Carretero,1998). En este proceso, como ya se ha dicho, el nuevo conocimiento interacciona con el conocimiento previo y, en cierta forma, se ancla en él.

A través de esa interacción es como el significado lógico de los materiales educativos se transforma en significado psicológico para el aprendiz. Tal mecanismo, que Ausubel llama asimilación es el mecanismo humano, por excelencia, para adquirir la vasta cantidad de informaciones que constituye cualquier cuerpo de conocimiento. Para aprender de manera significativa, es fundamental que percibamos la relación entre el conocimiento previo y el nuevo conocimiento.

Seguiremos, entonces, buscando otros rasgos prototípicos y diferenciadores, como por ejemplo, procesos y representaciones, esquemas y estructuras que organizan las funciones de conocimiento.

El desarrollo de la Psicología cognitiva, ha supuesto también el estudio empírico y objetivo de viejos problemas epistemológicos, y en virtud de ello, ha acumulado una enorme cantidad de datos sobre los procesos, estructuras, representaciones y limitaciones de la mente, lenguaje y memoria y –según Riviere- una comprensión teórica mucho más profunda del modelo o la imagen, del sujeto con el que hacemos psicología, las explicaciones que se dan de sus funciones superiores de conocimiento y de la perspectiva metateórica en que tiende a situarse el estudio científico del comportamiento, es decir, un mirada muy diferente del Objeto de la psicología.

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