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La dislexia es un trastorno grave que altera la vida de las personas que la padecen y de los que conviven con ellos.
Para remediarla se han seguido dos vías complementarias: un tratamiento clínico y uno pedagógico. El primero es, en general, complejo, caro y en muchos casos de resultado dudoso. El pedagógico se ha centrado, fundamentalmente, en ejercicios repetitivos de tipo gráfico y sonoro que, además de insuficientes, abruman a los disléxicos y les aburren. Aquí presentamos un enfoque diferente, con estímulos y ejercicios multifacéticos, apoyados en los siguientes materiales:
1. Un libro guía, con abundantes orto-dibujos y una amplia relación de ejercicios y actividades, basados en la visión de palabras y dibujos.
2. Un CD-ROM con más de 400 orto-dibujos, a los que acompañan el sonido de la palabra correspondiente, que puede ser oída completa o por sílabas aisladas. La asociación de dibujo y palabra ayuda de modo muy eficaz a facilitar la lectura, incluso de vocablos largos o complejos. Tiene 132 ejercicios en los que los dibujos pueden verse fijos o en movimiento, además de oírse sus palabras.
Ver los dibujos y oír el sonido de veterinario, burbujas o extravagantes ayuda a enfrentarse con vocablos que, en los métodos habituales eran casi insalvables.
3. Una caja de tocar con una cortinilla en la que los niños meten sus manos para identificar a ciegas letras, objetos o estructuras y esquemas espaciales.
4. Un abecedario con letras en relieve que permiten discriminar al tacto letras dudosas: b, p, t; q, g; n, u, así como sílabas que provocan confusiones: pra, par, las, sal.
5. Tarjetas de memoria ortográfica. Son 72 parejas de cartulinas, una con dibujo y palabra montada, otra con el dibujo sin palabra. Con estas tarjetas se pueden hacer ejercicios de percepción espacial, identificación de formas, invención de frases o breves historietas, etc.
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