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Para potenciar un saber que permita superar las visiones ideologistas y doctrinarias que a menudo han tipificado la presencia de la historia en las aulas, y frente a la historia adoctrinadora basada en relatos no demostrados que sólo puede afrontarse, por parte de los alumnos, sobre la base de la memorización acrítica, los autores presentan una propuesta desacomplejada que pone el énfasis en la enseñanza del método.
Se plantea la importancia del concepto tiempo y su medición, y una didáctica de conocimiento del pasado basada en la interpretación y juicio crítico a las fuentes.
El conocimiento de las convenciones temporales es esencial para concebir el tiempo
El dominio de las unidades y medidas del tiempo es indispensable para avanzar en la comprensión del tiempo histórico
Cualquier dinámica de enseñanza-aprendizaje de la historia exige trabajar a partir de las fuentes del pasado
Las fuentes primarias son idóneas para fundamentar la enseñanza-aprendizaje de la historia en una perspectiva científica
Las fuentes secundarias nos ofrecen información sintética y elaborada sobre el pasado
El trabajo sobre el patrimonio nos conecta con el pasado y permite la observación objetiva y el desarrollo de métodos de análisis histórico
El conocimiento científico del pasado debe basarse en la utilización de fuentes sometidas a un juicio crítico
La causalidad histórica es uno de los conceptos estructurantes de la historia
La empatía histórica es necesaria para entender los límites y condicionamientos de personas de otro tiempo
La simulación y los juegos de simulación son útiles para vivir y comprender el pasado
Los saberes de la historia deben socializarse a partir de técnicas de comunicación, didáctica y difusión
La historia es el conocimiento científico del pasado
Historia, nuevas tecnologías y revolución didáctica.
Editorial: Graó
ISBN: 9788499803524
Idioma: Español
Encuadernación: Rústica