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Mediante la plasticidad cerebral somos capaces de modificar hábitos o conocimientos predeterminados y aprender cosas nuevas. De esta manera podemos aprender hasta el final de nuestra vida.
La plasticidad cerebral es la capacidad que tiene el sistema nervioso para cambiar su estructura y funcionamiento a lo largo de su vida, es decir, mientras hay plasticidad podemos aprender.
Cuando el cerebro está ocupado en un nuevo aprendizaje o una nueva experiencia establece una serie de conexiones neuronales. Estas rutas se establecen en el cerebro a través del aprendizaje y la práctica.
En circunstancias normales, la plasticidad le permite al sistema nervioso modelar su estructura y función de acuerdo a la experiencia, dando lugar a los procesos de aprendizaje.
Cuando hay una lesión, la plasticidad intenta remodelar la estructura y función de el/los subsistemas dañados y de sus relaciones con los otros subsistemas no incluidos en la lesión.
Hace algunos años se creía que después de los tres años ya no era posible adquirir la lengua materna, y se pensaba que tras una lesión cerebral era imposible recuperar el lenguaje. Hoy sabemos que eso no es así.
En condiciones normales, comenzamos a desarrollar la audición antes de nacer; y poco tiempo después del nacimiento somos capaces de diferenciar nuestra lengua materna de otras lenguas. Este aprendizaje tan temprano demuestra que muy pronto se crean las primeras conexiones neuronales que darán soporte al desarrollo lingüístico.
Diversos estudios de neuroimagen con resonancia magnética y tomografías por emisión de positrones en sujetos adultos sanos y en pacientes adultos con daño cerebral han confirmado la hipótesis de Cajal de que el cerebro es un órgano maleable.
En nuestro cerebro hay mecanismos que nos permiten ser flexibles, formar nuevas conexiones entre neuronas e incluso eliminarlas.
Mediante la plasticidad cerebral somos capaces de modificar hábitos o conocimientos predeterminados y aprender cosas nuevas. De esta manera podemos aprender hasta el final de nuestra vida.
La plasticidad cerebral es una de las herramientas que ayuda en la adquisición de capacidades cognitivas. A mayor diversidad y número de conexiones corticales aumenta la capacidad para aprender y generar nuevas soluciones a problemas que se puedan presentar en la vida cotidiana.