!-- Google tag (gtag.js) -->
Las emociones son absolutamente imprescindibles para la vida y la supervivencia; de hecho, la capacidad para expresarlas, comprenderlas, utilizarlas y gestionarlas, lo que podríamos denominar “inteligencia emocional”, ha demostrado ser fundamental para el ajuste psicosocial (bienestar, éxito académico, satisfacción laboral, satisfacción familiar, competencia intercultural, etc.) de las personas.
Pero, ¿existen diferencias culturales en la manera en que percibimos, expresamos, comprendemos o gestionamos las emociones?
Las investigaciones dicen que las emociones juegan un papel tan central en la vida de las personas que no es de extrañar que la cultura forme y moldee el mundo emocional de cada uno de nosotros y, aunque nacemos con ciertas habilidades emocionales innatas, como la capacidad de expresar y percibir emociones, la cultura ayuda a moldear cuándo, dónde y cómo pueden ser percibidas, expresadas y/o gestionadas.
Las personas hacemos frente a multitud de confrontaciones, sucesos y/o problemas comunes (salud mental, desastres naturales, guerras, pandemias, inmigración, etc.) en los que la inteligencia emocional no va a resolver todos los problemas pero puede hacer que la convivencia sea más respetuosa, amable y saludable.
Editorial: Síntesis
ISBN: 9788413572253
Publicado:10/2022
Páginas: 346
Idioma: Español
Encuadernación: Rústica