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Las cuatro causas responden a las preguntas de qué están hechos, quién los hace, cómo se forman y para qué sirven los trastornos psicológicos. Se trata, en efecto, de las cuatro causas de Aristóteles que son, respectivamente, la causa material, la eficiente, la formar y la final. Pues bien, dichas causas se prestan a su aplicación a los trastornos psicológicos. Es más, son imprescindibles para su consideración más cabal, según se puede apreciar en lo que sigue.
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La causa material (de qué) se refiere al contenido de qué están hechos los trastornos. Cada escuela lo busca, y lo encuentra, en un sitio.
La causa eficiente (quién) se refiere a quién hace el trastorno, donde nunca falta el "paciente". Sin embargo, el paciente no es el único actor de su drama. El clínico es otro y el entorno social nunca es ajeno.
La causa formal (cómo) se refiere a la forma que toma el trastorno de acuerdo con modos y modas al uso. Entran aquí las categorías diagnósticas que, como es sabido, tanto describen como prescriben los fenómenos que examinan.
Para bien y para mal, la cultura clínica que tiene la gente propicia esta causalidad formal.
La causa final (para qué) se refiere a la función que cumple todo trastorno en el sistema adaptativo de la persona que lo tiene. Aun siendo disfuncional no deja de ser el intento de solución de un problema.
Sin la consideración de todas estas causas, no se puede hablar del trastorno psicológico con conocimiento de causa. De acuerdo con ellas, la imagen de los trastornos psicológicos es completamente distinta de la usual.
1. El caos de la psiquiatría y de la psicología clínica
2. Declaración de principios
3. La formación del síntoma
4. Forma y contenido del síntoma
5. La forma y el contenido según el discurso cínico
6. Ontología de los síntomas mentales
Editorial: Universitas
ISBN: 9788479911416
Publicado:6/2003
Páginas: 100
Idioma: Español
Encuadernación: Rústica