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La muerte súbita cardiaca afecta en Europa alrededor de 350.000-700.000 individuos por año, y de un 25 a un 30% de las víctimas presentan una fibrilación ventricular (FV) como ritmo inicial.
Probablemente muchas más víctimas tengan ritmos desfibrilables en el momento de la parada cardiaca, pero en muchas ocasiones cuando los equipos de los Servicios de Emergencias Médicas (SEM) monitorizan el electrocardiograma, el ritmo se ha deteriorado hacia asistolia. Si el ritmo se registra justo después de la parada, la proporción de víctimas en FV sería de un 59 a un 65%. El tratamiento para la parada cardiaca por FV es la resucitación cardiopulmonar (RCP) inmediata por testigos (compresiones torácicas combinadas con respiraciones de rescate) y la desfibrilación precoz. En la mayoría de las comunidades, el retraso hasta la llegada al lugar de la parada de los SEM está entre 8 y 11 minutos. La supervivencia de la víctima dependerá, por tanto, de que los testigos inicien el SVB y usen un DEA para la desfibrilación si disponen de él.
Las conclusiones de la última conferencia de consenso internacional del International Liaison Committee on Resuscitation (ILCOR) constituyen las Guías 2010 para la reanimación. Se presentan a continuación algunas de las novedades más importantes que incorporan las nuevas recomendaciones internacionales en resucitación de 2010. Se destacan los aspectos relacionados con la prevención y detección precoz de la parada cardiaca, el papel importante de los teleoperadores de los servicios de emergencias médicas, la importancia de la resucitación cardiopulmonar de alta calidad y de los programas de acceso público a la desfibrilación. Se presentan las secuencias de actuación y algoritmos de soporte vital básico y desfibrilación externa semiautomática.
Editorial: Formación Alcalá
ISBN: 9788415558941
Idioma: Español
Encuadernación: Rústica