Los objetivos que coincidirán tanto en la feminización como en la masculinización de la voz, serán los de desarrollar una voz saludable dentro de los rangos de frecuencia del sexo asignado, adaptando el comportamiento vocal así como los aspectos paralingüísticos y comportamentales.
La educación debe estar planificada para que todas las condiciones del éxito se encuentren en los planes y actuaciones de todos los miembros de la comunidad educativa hasta lograr con eficiencia su perfil profesional.
La lectura invita a mirar, señalar, tocar y responder preguntas, iniciándolo en la función simbólica y motivando el desarrollo del lenguaje del niño, se convierte así en un momento de intercambio y una vivencia agradable y fascinante con la figura de cuidado que contribuye a construir las bases de un adecuado desarrollo socio-emocional.
La musicoterapia adaptada a la terapia logopédica tiene muchos beneficios, ya que de manera directa o indirecta se trabaja con aspectos como la motricidad, la audición, la respiración y el aparato fonador, así como aspectos articulatorios que son a su vez contenidos musicales.
Desde los primeros meses o semanas los bebes aprenden sonidos verbales o lingüísticos, incluso desde la vida en el vientre materno. La voz de la madre es uno de los tantos que percibe auditivamente antes del nacimiento. Desde entonces un recién nacido es capaz de distinguir la voz de la madre (por eso se llama lengua materna) de ruidos y sonidos e incluso otras personas lo que demuestra la gran realización innata del lenguaje como facultad.
La autoestima como un camino al autoconocimiento tiene que ver con la autorrealización, desde la autoaceptación y autenticidad, con lo que realmente somos a partir de esas preguntas existenciales ¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿Adónde voy?... Estas preguntas son un importante recurso de orientación profesional o vocacional para generar la construcción de la identidad personal y enfrentarse a las demandas sociales.
En el desarrollo del adolescente, el autoconcepto y la autoestima, en particular van haciéndose cada vez más complejos y diferenciados que en la infancia, pasando a ocupar un lugar central en la construcción de su propia identidad (Fierro,1990, pág. 89).
Se considera a la adolescencia una etapa crítica, entre otras razones, porque la persona necesita construir una identidad autónoma, que implica una serie de interrogantes acerca de la vocación, los primeros trabajos o la independencia de la familia y la construcción de una propia, incluso el aumento de las demandas en el plano social.
Si bien el proceso de orientación involucra el desarrollo de todos los aspectos del orientado, en este trabajo nos parece significativo reflexionar sobre la importancia del factor afectivo (autoestima), en la dimensión de autoconocimiento, como un aprendizaje actitudinal significativo para la construcción de la identidad y cosmovisión del mundo en la realización de sus las tareas vocacionales a lo largo de la vida del ser humano, en especial la adolescencia y juventud.
Las barreras al aprendizaje y la participación ocurren en la interacción entre las personas y sus contextos, ejemplo de ello, las políticas, instituciones, culturas, circunstancias sociales y económicas que involucran las vidas de las personas en situación de discapacidad, Booth y Ainscow, (2002).