En este programa la familia es el primer educador de su hijo/a, asistiendo juntos a un encuentro pedagógico donde es guiada por Educadoras de Párvulos, proporcionándoles los recursos y materiales necesarios para alcanzar aprendizajes de calidad en forma lúdica y entretenida.
El uso de PECS con estas personas les proporciona una herramienta comunicativa con la que poder expresar sus necesidades y al hacerlo se consiguen reducir las conductas inapropiadas, debidas muchas veces a estos déficit de comunicación y que pueden irrumpir en sus aprendizajes o en su vida cotidiana.
Finalmente mostrar que este modelo garantizará, con el apoyo de estrategias didácticas, el fomento de un aprendizaje integrado, que permita estructurar un sistema de enseñanza hacia el desarrollo personal, equilibrado en conocimientos, actitudes, hábitos, creencias y habilidades tanto personales como sociales.
Esta experiencia de formación docente permitió reflexionar sobre cómo en la actualidad se desarrolla el proceso de enseñanza y aprendizaje dentro de la Educación Especial, el cual es abordado pedagógicamente bajo adaptaciones curriculares de los distintos niveles del sistema educativo venezolano, y ofrecer un aporte para una de sus áreas, como lo es las Dificultades de Aprendizaje.
La prevalencia varía según autores y rigurosidad de los criterios diagnósticos: desde el 3-7% de la población infantil en la mayoría de los estudios, hasta el 15% de los escolares. Su incidencia es 3 a 5 veces más frecuente en los niños que en las niñas, dándose el caso que en los niños son más frecuentes (de forma comparativa) los síntomas hiperkinético-impulsivos, y en las niñas los síntomas de desatención.
El programa contempla atención a las familias de estos niños, ya que se espera cubrir las carencias comunicativas, psicológicas, educativas y sanitarias que por sí mismas genera la pérdida auditiva. Las familias reciben, junto al apoyo psicológico, estrategias psicopedagógicas y comunicativas que permitan potenciar el desarrollo de sus hijos.
Los primeros años de vida constituyen una etapa especialmente crítica ya que en ella se configuran las habilidades perceptivas, motrices, cognitivas, lingüísticas, afectivas y sociales que posibilitarán una equilibrada interacción con el medio. Este período del desarrollo infantil es un proceso dinámico, sumamente completo, que se sustenta en la evolución biológica, psicológica y social.
La comunicación nos permite formular y comprender ideas, planificar y adaptar nuestra conducta y comprender las de otras personas.Es importante considerar que la sordera no afecta exclusivamente el desarrollo de la comunicación y el lenguaje sino que al desarrollo de la persona en forma global.
A la hora de elaborar un programa de intervención, con el fin de mejorar la conducta social y la comunicación, debemos de considerar que entran en juego diferentes habilidades y aspectos de la persona.
Es posible que como consecuencia de las enfermedades y el tratamiento se generen déficts de aprendizaje y necesidades educativas especiales. En estos casos debe realizarse una evaluación por especialistas que incluyan un logopeda especialista en problemas de aprendizaje, un neuropediatra y un psicólogo clínico.
El número de enfermos crónicos es por tanto superior, y sus necesidades educativas, en periodos de diagnóstico y tratamiento, resultan más heterogéneas, inestables, e impredecibles que las necesidades que presentan otros niños con problemas educativos.