David Fabila Reyes, María Magdalena Rodríguez Vázquez, Paola Isabel Zamora Nolasco | 1/12/2020

El Sistema Nervioso Central (SNC) está compuesto del encéfalo y la médula espinal. El encéfalo, a su vez se compone de:

• El cerebro: órgano que controla las acciones voluntarias. Se relaciona con el aprendizaje, la memoria y las emociones.
• El cerebelo: coordina los movimientos, reflejos y equilibrio del cuerpo.
• El bulbo raquídeo: dirige las actividades de los órganos internos como, por ejemplo, la respiración, los latidos del corazón y la temperatura corporal.

La médula espinal se conecta al encéfalo y se extiende a lo largo del cuerpo por el interior de la columna vertebral.

El Sistema Nervioso Periférico (SNP) engloba todos los nervios que salen del sistema nervioso central hacia todo el cuerpo. Está constituido por nervios y ganglios.

Los nervios son, habitualmente, conjuntos de axones, excepto los nervios sensoriales que están compuestos por dendritas que van desde el "asta" dorsal de la médula hasta los receptores sensoriales y conducen los impulsos como los axones. Las fibras que componen un nervio se unen por tejido conjuntivo. Los nervios se clasifican de diferentes maneras:

• Por su origen:
• Raquídeos: Formados por fibras nerviosas de las raíces motrices y sensitivas, que salen de la médula a través de los agujeros intervertebrales. Los nervios raquídeos tienen elementos viscerales y somáticos:

Los viscerales se relacionan con las estructuras cercanas a los aparatos digestivo, respiratorio, urogenital, el sistema vascular y la mayoría de las glándulas.

Los somáticos se relacionan con los tejidos de revestimiento corporal y los músculos voluntarios.

• Craneales: 12 pares de nervios que nacen del tronco cerebral, a nivel del cuarto ventrículo, por encima del bulbo y sirven mayormente a sentidos específicos de la cara y la cabeza. Los nervios craneales son:

el olfatorio, el óptico, el oculomotor, el troclear o patético, el trigémino (sensaciones de temperatura, dolor, tacto y presión), el abducente, el facial, el vestibulococlear (con receptores acústicos y de posición y movimientos de la cabeza), el glosofaríngeo, el vago, el espinal accesorio y el hipogloso.

• Por su función:
• Sensitivos o aferentes: Conducen los impulsos externos que informan de las distintas sensaciones.
• Motores o eferentes: Conducen los impulsos internos para las funciones motrices.
• Mixtos: Contienen fibras sensitivas y fibras motoras. Por los receptores:
•  Interoceptivos: Para los impulsos procedentes de las vísceras: sistema digestivo, respiratorio, circulatorio, urogenital y las glándulas.

La propiocepción:  Es el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos. La propiocepción regula la dirección y rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de este con el espacio, respaldando la acción motora planificada. Otras funciones en las que actúa son el control del equilibrio, la coordinación de ambos lados del cuerpo, el mantenimiento del nivel de alerta del sistema nervioso y la influencia en el desarrollo emocional y del comportamiento.

La nocicepcion: Son receptores sensoriales que responden a estímulos que lesionan los tejidos o que podrían hacerlo, y están situados al final del axón de una neurona sensorial. Esta respuesta consiste en la emisión de señales de dolor al sistema nervioso central, es decir, al cerebro y a la medula espinal. Hay tres tipos de receptores de dolor: en la piel, en las articulaciones y huesos, y en los órganos del cuerpo.

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