Karla Salgado de la Teja | 1/01/2024

La conducta humana está determinada por factores genéticos, pero, a lo largo del tiempo es modificada por las experiencias que va viviendo el niño, como los cuidados que recibe, los vínculos afectivos que establece y como interactúa con su entorno; estas experiencias son necesarias para asegurar un desarrollo neuronal correcto.

Se entiende por neurodesarrollo infantil el proceso del desarrollo del sistema nervioso que tiene como resultado la maduración de las estructuras, la adquisición de habilidades como la atención, la planificación, la memoria, el lenguaje y el control motor entre otras.

En los primeros años de vida se conforman las habilidades motrices, perceptivas y sociocomunicativas que favorecen la adaptación al medio y que da lugar a la maduración orgánica y funcional del sistema nervioso. Es un proceso que se va dando por ciclos, por eso los primeros meses de vida son vitales para conseguir el mayor desarrollo cerebral, y ¿cómo ocurre esto? Para ello es importante que los padres le procuren al niño una buena nutrición y que le proporcionen una amplia variedad de estímulos ambientales, lo cual está relacionado con el crecimiento neuronal.

Durante los períodos críticos se produce un desarrollo masivo y muy rápido de las neuronas y de sus conexiones dirigido a conseguir un aprendizaje de procesos cognitivos más complejos.

El objetivo del neurodesarrollo infantil es reconocer, anticipar e identificar los posibles riesgos y alteraciones del sistema nervioso y el resto de subsistemas involucrados con el mismo que pueden tener un impacto negativo en el desarrollo del niño.

El neurodesarrollo suele dividirse en etapas según la edad o el grado de desarrollo cerebral para evaluar que el desarrollo cerebral está ocurriendo dentro de un marco apropiado. Se puede identificar una secuencia similar en todos los niños, pero siempre con un ritmo variable.

¿Qué evalúa el neurodesarrollo?

Desarrollo motor. Adquisición de habilidades motoras que permiten mantener un control postural adecuado, desplazamiento y destreza manual.

Desarrollo sensorial. Relaciones con el entorno.

Desarrollo del lenguaje. No se refiere exclusivamente al lenguaje hablado; según la edad, puede ser lenguaje gestual, lenguaje verbal y lenguaje escrito.

Para la adquisición del lenguaje el niño requiere la integridad de los órganos de la respiración, de los órganos de la fonación, los órganos de resonancia y de los órganos de la articulación que modularán el tono de la voz.

El desarrollo del lenguaje dependerá de la interacción de diferentes factores: las relaciones afectivas e intelectuales del niño, quien debe sentirse emocionalmente seguro y lingüísticamente estimulado; la personalidad del niño y de los adultos que lo rodean; la maduración biológica (del sistema nervioso, auditivo, aparato fonador e inteligencia), y de los propios procesos de aprendizaje. Pocos conocemos la secuencia de desarrollo social y del lenguaje, lo que motiva que muchos niños con retraso en estas áreas, sean referidos después de los dos años de edad, lo cual implica la pérdida del período crítico para el desarrollo social y del sistema auditivo y del habla, que está comprendido entre los 6 y 24 meses de edad. La participación del lenguaje en el aprendizaje pedagógico es fundamental, cualquier limitación en su adquisición tiende a afectar la capacidad del aprendizaje escolar.

Desarrollo social. Capacidad del niño para relacionarse con las personas a su alrededor, por ejemplo, la sonrisa social o imitación de los gestos.

Cuando un niño muestra un desfase significativo respecto a las etapas del desarrollo cerebral, es posible que presente una alteración del neurodesarrollo. Algunos signos son: desarrollo asimétrico del movimiento, falta de interacción social o expresión de sus emociones, problemas de lenguaje entre otros.

Las terapias del neurodesarrollo permiten resolver los problemas derivados de este impacto negativo relacionados con el movimiento, la postura, la comunicación y el aprendizaje, corrigiendo y previniendo los desvíos que puedan generarse por razones biológicas o ambientales. El desenvolvimiento de estas terapias se sustenta en la plasticidad del sistema nervioso. Buscan reducir los efectos de un déficit sobre el conjunto global del desarrollo del niño. Optimizar el curso del desarrollo e introducir los mecanismos necesarios de compensación, eliminación de barreras y adaptación a necesidades específicas.

La intervención es individualizada, y se basa en un análisis de las actividades funcionales y las limitaciones del individuo.

Referencias

https://neuroscenter.com/blog/que-es-el-neurodesarrollo-infantil/

https://www.topdoctors.mx/diccionario-medico/neurodesarrollo-infantil

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