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Aprendizaje y epilepsia

El pronóstico de epilepsia no necesariamente es ominoso para quien la padece, sin embargo cabe tomar en cuenta que las condiciones del sistema de salud a las que tiene acceso, así como a su ocupación y nivel educativo son cruciales para que la persona con epilepsia pueda tener un desarrollo personal adecuado y digno.

La  epilepsia  se  define  como una  enfermedad  crónica  del  cerebro  caracterizada  por  una predisposición  duradera a generar  crisis convulsivas,  no  provocadas  por  ninguna  agresión inmediata  del  sistema  nervioso  central,  y  por  las  consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales de las recurrencias de estas crisis epilépticas, que en 50% de los casos  sucede  en  la  infancia. Es conveniente destacar que mientras todas las personas  con  epilepsia presentan crisis epilépticas, no todas las personas con convulsiones tienen epilepsia.

 

El pronóstico de epilepsia no necesariamente es ominoso para quien la padece, sin embargo cabe tomar en cuenta que las condiciones del sistema de salud a las que tiene acceso, así como a su ocupación y nivel educativo son cruciales para que la persona con epilepsia pueda tener un desarrollo personal adecuado y digno.

 

Ahora bien, ¿Tener epilepsia afecta el desempeño académico?

Se entiende por aprendizaje a los cambios comportamentales influenciados por la plasticidad neuronal cognitiva. Alteraciones en este proceso llevan a lo que conocemos como trastornos del aprendizaje, y que favorecen disturbios psicomotores, motores, en la atención, desinterés, memorización, y problemas de comportamiento que interfieren significativamente con el rendimiento académico que requieren habilidades de lectura, escritura o matemáticas.

 

Las personas en edad escolar que padecen de epilepsia son más propensas a tener dificultades con el aprendizaje, problemas  cognitivos,  sociales,  conductuales  y  emocionales, en  comparación  con  los  niños neurotípicos. Los pacientes  pediátricos  con epilepsia  presentan frecuentemente trastornos  atencionales que  afectan  primordialmente los  mecanismos  de atención  sostenida,  y si además presentan descargas epileptogénicas durante  el  sueño  se afecta también  la atención selectiva o dividida, y con esto se puede ver afectado su rendimiento académico. El uso de algunos fármacos antiepilépticos pueden tener impacto en la función cognitiva, sin embargo no es una razón suficiente para privar de tratamiento a una persona y el riesgo es mayor cuando se le niega el tratamiento.

 

Como vemos las alteraciones en la atención son los principales trastornos que nos acercan a un bajo desempeño académico, ya que el paciente tiene una inadecuada conexión entre la percepción y el procesamiento de la información. Si bien las formas severas de epilepsia se asocian a un pobre desempeño académico, no es posible predecir dicho desempeño basándose exclusivamente en consideraciones médicas, se deben tener en cuenta los factores psicosociales, medicamentosos y los relacionados propiamente con la neurobiología de la epilepsia. El aprendizaje es uno de los procesos mentales más complejos; la epilepsia por sí sola puede afectarlo, pero solo en una proporción moderada, ya que no existe un factor único que determine la calidad académica que las personas en edad escolar tendrán.

 

Mantener un buen desempeño académico involucra varios aspectos entre los que podemos citar:

-En casa: El apoyo de madres y padres a sus hijos con epilepsia, procurando brindar un bienestar emocional y mostrando interés en las tareas de la escuela promoverá su motivación para el estudio.

-En el consultorio: Un diagnóstico oportuno aunado a una buena adherencia al tratamiento y seguimiento clínico son fundamentales para el buen control de crisis epilépticas.

-En la escuela: Relaciones amistosas con sus compañeros de clase, interacción con los maestros y en un término amplio permitir un desenvolvimiento escolar libre de estigmas.

 

Cualquier escuela que propicie un entorno escolar estable y saludable puede ayudar a mejorar el rendimiento académico y la calidad de vida de los pacientes. La educación sobre esta problemática comienza con los padres y después con los profesores.

 

Referencias

Rocha Junior, F. C. de M. ., Alencar Pereira, G. J., Santos, H. R. de O. ., Oliveira, R. M. R. de ., Pedroso Rodríguez, M. de los Ángeles, & López , S. G. . (2021). Learning disorder and epilepsy. Research, Society and Development, 10(3), e1910313039. https://doi.org/10.33448/rsd-v10i3.13039

Argüelles González, Eduardo. (2021) Neurociencia AMENA Episodio 015. Educación, aprendizaje y epilepsia.

 

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