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El devenir del lenguaje y sus avatares en la clínica fonoaudiológica

 Para aquellos que trabajamos cotidianamente con niños que presentan alguna problemática en el proceso de adquisición de su lenguaje, es preciso realizar una distinción entre conceptos que se vinculan y entrecruzan pero que, pese a ello, son diferentes. Porque para muchos profesionales de la salud y la educación, estos términos parecieran ser sinónimos.

 

 Es por ello, que resulta necesario explicitar las diferencias existentes y las vinculaciones presentes en estas funciones que son solidarias entre sí pero que no resultan constituir una misma entidad. En este sentido, considero interesante retomar la  propuesta teórica que nos ofrece Catherine Kerbrat Orecchioni respecto de la comunicación, y la Teoría Lingüística propuesta por Ferdinand de Saussure quien define al lenguaje, la lengua y el habla.

 
Kerbrat Orecchioni sostiene que ”la comunicación es multicanal y plurisemiótica”. La autora nos dice que “estas construcciones colectivas, las conversaciones, están hechas con palabras, pero también con silencios y entonaciones, gestos, mímicas y posturas, es decir con signos de naturaleza variada: las conversaciones, para edificarse, explotan diferentes sistemas semióticos”.
 
Por su parte, Saussure afirma que “el lenguaje es heteróclito y multiforme”, es por ello que debe ser abordado por distintas ciencias y disciplinas que puedan estudiarlo desde las diversas miradas y discursos que lo atraviesan. Así, la Lingüística, la Antropología, la Filosofía, la Sociología, la Psicología, la Neurología, entre otras posibles dan cuenta del lenguaje, sus usos y funciones.
 
Este autor sostiene que “la lengua es un sistema de convenciones periféricas que es utilizado por una misma comunidad lingüística”. Es por ello que presenta una naturaleza de orden social. Mientras que el habla es individual, en tanto es una función instrumental en la que intervienen los distintos órganos del sector orofacial, los cuales permitirán la articulación de los fonemas de una lengua.
 
En este sentido, el devenir del lenguaje resulta una ardua tarea en el proceso de desarrollo de un niño; en tanto le permitirá al infante constituirse como sujeto, como hablante y portador de una lengua, aquella que es hablada en su familia y en la comunidad a la que pertence. Esto le permitirá al niño comunicarse verbalmente aunque bien sabemos que existen otros modos posibles de comunicación. 
 
Por lo cual, para que el advenimiento del lenguaje acontezca será preciso que ese niño sea hablado por otro, que se sucedan interacciones fundantes que lo sitúen como sujeto de lenguaje. Así, poco a poco, irá apropiándose de su lengua materna y entonces acontecerá su habla, ya que es ésta última quien le permitirá efectivizar el lenguaje en los diversos ámbitos de interlocución de los cuales pudiera ir participando.
 
Si por algún motivo, no sucedira la emergencia de su hablar, el niño deberá valerse de otros recursos no verbales (gestos, mímica, miradas, proxemia) y recursos para verbales (prosodia y cambios entonanciales en sus posibles vocalizaciones) que oficien de estrategias plausibles de efectivizar la comunicación con otros interlocutores. Tal como sucede en el proceso de desarrollo del lenguaje, en el cual, inicialmente el niño que aún no cuenta con recursos lingüísticos suficientes, se vale más de la acción que de la palabra poniendo el cuerpo en movimiento. En la medida en que la palabra acontece, ésta podrá nombrando, simbolizando y entonces la acción logrará ir cediendo su lugar para darle espacio al decir.
 
Por otra parte, el lingüista Roman Jakobson se ha ocupado del estudio del desarrollo del lenguaje y la cronología del sistema fonématico de las lenguas, haciendo hincapié en la universalidad y sistematicidad de dicho proceso de adquisición por el cual transitan todos los niños. Este autor considera que la lengua es un sistema que responde a ciertas leyes por lo cual, los errores o síntomas que pudieran acontencer en el habla de un niño nunca serán aleatorios. Al mismo tiempo que, sostiene que el orden de la adquisición de los fonemas es invariable por lo cual es preciso conocer dicha cronología para poder comprender y atender al desarrollo del sistema fonemático que constituirá el primer rango lingüístico y el cual, dará lugar a la creación de contextos lingüísticos más amplios y complejos: rango morfémico (sílaba y palabra), rango sintagmático (sintagma) y rango discursivo (discurso o enunciado)
 
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