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Las personas que presentan disfemia pueden presentar un habla entrecortada, con espasmos y bloqueos que finalizan con un habla explosiva por un lado o un habla en el que suelen repetir sonidos, partes de palabras o palabras a veces enteras. Se calcula que el 25% de los niños hablará con algunas de estas características, pero solamente el 1% permanecerá en edad adulta.
La tartamudez o disfemia es un trastorno que produce una discontinuidad en el habla, creando interrupciones de repeticiones y prolongaciones de sonidos, sílabas, palabras o frases, así como involuntarias pausas de silencio o bloqueos, en los que la persona que tartamudea es incapaz de producir sonidos.
El tartamudeo comienza a edades tempranas coincidiendo con el aprendizaje de la lengua y desaparece en la mayoría de los casos por sí solo antes de la pubertad, por lo que los niños no llegan a preocuparse, pudiendo incluso a no darse cuenta de que lo están haciendo. En cambio, la disfemia que persiste o empeora, debe de ser tratada por un Logopeda Colegiado.
Las personas que presentan disfemia pueden presentar un habla entrecortada, con espasmos y bloqueos que finalizan con un habla explosiva por un lado o un habla en el que suelen repetir sonidos, partes de palabras o palabras a veces enteras. Además tienden a escoger léxicos sencillos, añadiendo “uh” o “um” en medio de una frase.
También en los momentos de entusiasmo, ansiedad, cansancio o estrés, suelen empeorar. En cambio, no ocurre durante actividades como cantar o susurrar.
En la actualidad se calcula que el 25% de los niños hablará con algunas de estas características, pero solamente el 1% permanecerá en edad adulta.
¿CÓMO SE PUEDE AYUDAR A UNA PERSONA QUE PRESENTA DISFEMIA?
No terminen las frases. Tiene que enfrentarse al problema y ver que puede salir de manera satisfactoria. Dedique un poco de silencio, un tiempo sin interrupciones, disfrutando del tiempo juntos, puede ayudar a construir la confianza necesaria, que en muchos de estos casos se pierde.
No critique, interrumpa o haga demasiadas preguntas. Déjele el tiempo necesario.
Utilice expresiones faciales y un lenguaje corporal positivo cuando le esté hablando. Demuestre interés por lo que le están contando y no por el cómo lo están haciendo.
Hablarle despacio y con calma. Creando frases cortas y sencillas.
Prestándole el tiempo necesario, ayudará a evitar los problemas sociales y emocionales que a veces resultan a causa de la tartamudez.