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Inicialmente las primeras intervenciones que se pueden utilizar serán más de carácter compensatorias. Esto es con el fin de aliviar de inmediato síntomas de disfagia en el niño. Inicialmente adquirirán un beneficio mayor alterando la posición en la que el bebe es alimentado. Después de esto, usted puede mirar a la modificación de los utensilios de alimentación alternativo.
INTERVENCION TERAPEUTICA
Inicialmente las primeras intervenciones que se pueden utilizar serán más de carácter compensatorias. Esto es con el fin de aliviar de inmediato síntomas de disfagia en el niño (Arvedson 2002). Inicialmente adquirirán un beneficio mayor alterando la posición en la que el bebe es alimentado. Después de esto, usted puede mirar a la modificación de los utensilios de alimentación alternativos, y en ocasiones adicionar análisis como el uso de “ayudadores de succión de pezón” y en el caso que la madre intente amamantar, determinar cuál pezón puede ser más efectivo que el otro.
Utilización las maniobras de deglución específicas para la deglución:
La posición de la cabeza y las técnicas de deglución variarán de acuerdo con el trastorno de la deglución presente (Pinnington y Hegarty 2000).
Algunas estrategias que podrían ser tomadas en cuenta:
Reflujo de la comida o con ingreso a las vías respiratorias: Encontrar la mejor posición del cuerpo y de la cabeza minimizará el riesgo de aspiración
Para este enfoque de intervención se debe colaborar con los miembros de su equipo, como un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional. Es importante que la mandíbula y el cuerpo estén alineadas de manera óptima. Una estrategia es para asegurar la cabeza se eleva por encima del estómago – la gravedad ayudara a compensar problemas de motilidad. Si el niño es muy hipotónico, se pueden utilizar apoyos externos especializados.
Muchos especialistas han recomendado por años dormir con la cabeza levantada para ayudar a aliviar los síntomas de reflujo. Es importante consultar con el pediatra si esta es una alternativa viable. Es posible que se consideren medicamentos anti-reflujo. Aún en niños lactantes se puede reducirse el reflujo alimentando al bebé en una posición semi-vertical. En aquellos tomando botella-biberón se les puede ayudar manteniendo la botella colocada adecuadamente en posición neutral.
Evitar la fatiga:
Los niños con dificultades para deglutir o alimentarse pueden fatigarse más fácilmente que otros niños (Dusick, 2003). Este es particularmente el caso de los bebés con síndrome de Down y que tienen problemas de corazón (ASHA, 2010). Se recomienda crear un plan de alimentación con porciones más pequeñas y más frecuentes que reduzcan en lo posible la fatiga.
Intervención Motora Oral:
El objetivo para el tratamiento oromotor es el desarrollo de la utilización adecuada del sistema de la boca y las vías respiratorias, usando tanto como sea posible la alimentación oral (Arvedson y Brodsky, 2002).
Para un niño con hipotonía, se puede trabajar en particular sobre:
• Hacer que los músculos de la boca sean más fuertes
• Aumento de movimiento de la lengua.
¿Cuál es el objetivo?
• Ayudar a aumentar las habilidades de succión y la masticación (ASHA, 2010).
• Mejorar el selle labial y por lo tanto, impedir el derrame anterior, así como ayudar al selle de la base de la lengua posterior con la pared de la faringe para impedir el derrame prematuro en la faringe.
A lo largo de la ingestión oral del niño, se vigilar la etapa de preparación oral de la deglución, estableciendo si el bebe tiene un buen cierre anterior y una buena capacidad para formar un bolo (Arvedson, 2010).
La administración debe tener en cuenta lo siguiente:
• Donde se coloca el bolo en la boca
• El tiempo entre cada trago
• Tiempo / intervalos de la presentación de los alimentos para el bebé
• Sensibilización térmica cuando se utiliza la estimulación de calor/frío. Si se despierta al lactante se puede incrementar la eficacia de la deglución.
La protrusión de la lengua se puede manejar a través de:
Consideraciones especiales para bebés que son alimentados con leche materna:
Bajo las circunstancias adecuadas, los bebés con síndrome de Down pueden ser amamantados (McBride y Danner 1987). Los bebés amamantados tienen una menor tasa de infecciones de las vías respiratorias (Beaudry, Dufour y Marcoux 1995).
La lactancia materna puede ser difícil si el bebé tiene hipotonía o problemas cardíacos, ya que esto puede causar problemas de succión. Se puede trabajar con terapeutas y especialistas en lactancia en este punto.
El bebé puede ser alimentado con una botella, o en casos extremos, con alimentación por sonda. A menudo la succión mejora después de las primeras semanas después del parto y el bebé puede ser capaz de usar biberón o de llegar a la lactancia materna (Sáenz, 1999).
Una alimentación de suplemento se puede utilizar para animar a los bebés que tengan succiones débiles. Esto también puede dar calorías adicionales para el bebé si no está ganando suficiente peso. Suplementación parcial a través de la alimentación con biberón también se puede utilizar (Saenz, 1999).
Higiene Oral:
Los niños con síndrome de Down con frecuencia tienen problemas dentales como la enfermedad de las encías y la caries dental. La higiene dental y los cuidados preventivos son importantes para mantener una boca limpia (Sáenz, 1999). Si un niño está en riesgo de aspiración es de vital importancia para mantener una higiene bucal eficaz, incluso en las primeras edades de 0 -2 años. Cualquier infección, gérmenes o bacterias en la cavidad oral o faríngea pueden propagarse a los pulmones durante la aspiración, incrementando el riesgo de desarrollar neumonía por aspiración.
Es común que las personas con síndrome de Down experimenten caries en los dientes. También pueden experimentar periodontitis (inflamación de las encías y el tejido circundante y hueso) (Hennequin et al 1999). Estos problemas pueden atribuirse a las habilidades motoras pobres que a menudo acompañan a las personas con síndrome de Down, ya que puede ser difícil para ellos cepillarse los dientes con facilidad.
También es común en las personas con síndrome de Down producir menos saliva que la mayoría de la gente. La saliva ayuda a proteger la boca de las bacterias (Hennequin et al 1999).
Estrategias Para Fortalecer la Higiene Oral:
Es obvio que la persona idónea para sugerir un cuidado oral adecuado es el Odontólogo, pero en general para minimizar los problemas motores al cepillarse sería bueno usar un cepillo de dientes eléctrico, o si contar con la asistencia de otra persona en el momento del cepillado.
Los niños con síndrome de Down pueden tener los dientes de forma irregular, así como retraso en la erupción. Esto puede retrasar o complicar su progresión a sólidos duros (Saenz, 1999). Anomalías al morder y masticar pueden ser una consecuencia de esto, y los procedimientos de ortodoncia puede ser requeridos. Estos procedimientos podrían contribuir a una mejor ingesta de alimentos y en ocasiones a un mejor desarrollo del habla.
Problemas sensoriales orales:
Los niños con síndrome de Down son más propensos a tener hipersensibilidad e hiposensibilidad cuando se trata del procesamiento de sensaciones particularmente oromotoras.
Hipersensibilidad Oral |
Hiposensibilidad Oral |
Rechazo de la textura de los alimentos apropiados para la edad |
Pobre o ninguna conciencia de los alimentos en los labios |
Aceptación reducida de comida con diferentes temperaturas y olores |
Registro lento de los alimentos en la boca |
Los niños son selectivos |
Alimento acumulado en partes de la boca |
Respuesta aversiva o exagerada al tacto en/o alrededor de la boca |
Boca frecuentemente llena |
Respuesta de reflejo nauseoso hiperactivo |
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Aversión a cepillarse los dientes |
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