El primer momento de la angustia, en torno al trauma del nacimiento, el destete, no se refiere tanto a una necesidad como a una cesión del niño a ese pecho del que ES como parte de sí mismo, objeto de soporte de lo que en otro registro fue percibido / llamado como derelicción ( inaptitud, indefensión), y del cual el ser viviente quedará a expensas de lo que perdió en función de la falta establecida para ese objeto
La fobia al animal es una proyección de un punto de detención de lo imaginario, de coagulación a una hemorragia en lo imaginario, tributo que el niño paga al Otro por pertenecer al orden de lo Simbólico, como si fuese lo Imaginario marcado por la dimensión del agujero enlazado a un Real que no cesa de recordarle su ex-sistencia, anillo simbólico que cuelga en una cadena chirriante de exceso del Goce del Otro.
La angustia es lo que no engaña en el momento en que se hiende y se abre sobre su fondo (Seminario X). En dicha situación traumática, el sujeto cede a la situación. Dicho carácter de “objeto cesible” es uno de los caracteres del “a” y marca a todas las formas del objeto a. “Los puntos de fijación de la libido se hallan siempre alrededor de alguno de esos momentos que la naturaleza ofrece a esa estructura eventual de cesión subjetiva”, dice Lacan en el Seminario X, clase 24.
El primer momento de la angustia, en torno al trauma del nacimiento, el destete, no se refiere tanto a una necesidad como a una cesión del niño a ese pecho del que ES como parte de sí mismo, objeto de soporte de lo que en otro registro fue percibido / llamado como derelicción ( inaptitud, indefensión), y del cual el ser viviente quedará a expensas de lo que perdió en función de la falta establecida para ese objeto. Este objeto es “reemplazable”, de intercambio. Nuestra cultura se ha encargado de ello con la mamadera, es decir, ponemos al “a” en reserva, en stock, lo llevamos en el bolso de mano, lo conservamos en la heladera, pedimos que lo entibien en un microondas cuando salimos de paseo, con el bebé y el “a” portable. La evocación de esa cesión del objeto cesible la encontramos representada en el Objeto Transicional Winnicottiano, no hay investimiento del a, hay investidura.