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Los adolescentes y el uso indebido de drogas. (Parte IV)

Estudios realizados han demostrado que el deporte no solo contribuye al buen estado físico, sino también al bienestar mental y a la interacción social de los niños, niñas y adolescentes.

La práctica deportiva y la prevención del consumo de drogas:
 
 
El deporte y los ejercicios físicos proporcionan un número de beneficios físicos y psicosociales que pueden traducirse en una reducción del riesgo de consumo de drogas lo cual los convierte en una útil herramienta de prevención del comportamiento adictivo de niños y adolescentes. Igualmente cuando se trabaja este campo debemos estar atentos y procurar evitar las condiciones competitivas en las que la práctica deportiva pueda generar el efecto contrario al buscado (dopping, estimulantes, etc. con el objeto de “ganar” o ser el mejor)
 
Estudios realizados han demostrado que el deporte no solo contribuye al buen estado físico, sino también al bienestar mental y a la interacción social de los niños, niñas y adolescentes. El deporte promueve la igualdad entre las personas, aumenta la autoestima, mejora el aprendizaje y el rendimiento académico, reduce el stress y la depresión, previenen el tabaquismo y el consumo de drogas ilícitas, reduce la delincuencia y disminuye la vulnerabilidad social de grupos propensos al abuso y abandono.
 
El deporte puede constituir una opción lúdica alternativa a contextos que propician conductas como el consumo de alcohol y de otras sustancias, afirmación que cobra aún más sentido si se tiene en cuenta que el 60% de los adolescentes que consumen drogas lo hace para divertirse.
 
Al mismo tiempo, la práctica deportiva es un medio especialmente idóneo para poner en marcha estrategias de prevención de comportamientos de riesgo social ya desde la infancia y de programas para la educación e integración de niños y jóvenes.
 
Según recuerda la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), las drogas más consumidas por los adolescentes en la actualidad son el alcohol y el tabaco, sustancias con las que se tiene un primer contacto a los 13 años. Les sigue el cannabis, cuya edad media de inicio de consumo se sitúa en los 15 años. A partir de esa edad se inician los contactos con otras drogas como la cocaína o el LSD. Entre los 20 y los 24 años es cuando se produce un consumo más frecuente y abundante de drogas tanto legales como ilegales.
 
A la luz de estos datos, los expertos subrayan la importancia de que en una etapa de la vida tan crítica como es la adolescencia los jóvenes tengan alternativas de ocio seguras y que les mantengan alejados de los estupefacientes. El deporte es una importantísima herramienta de trabajo físico, de formación, de transmisión de valores y también de ocio y diversión, favorece el desarrollo de mecanismos y hábitos que enlazan la inteligencia, la motivación y la acción; centra el placer en el individuo y en las relaciones personales en lugar de hacerlo sobre la posesión de objetos; fomenta el esfuerzo personal y grupal en la consecución de metas; adiestra en el aplazamiento de la recompensa y contribuye a interiorizar la existencia de normas y a participar en su establecimiento y respeto, entre otras cuestiones.
 
Es evidente que el tiempo que un adolescente pasa practicando algún deporte no está consumiendo drogas, pero además hay que tener en cuenta que si está muy implicado con su equipo querrá estar fresco para jugar bien o poder entrenar, lo que a su vez supone un escudo protector frente a las sustancias.
 En síntesis, el deporte puede ser una gran herramienta para luchar contra el consumo de drogas, esto por distintos motivos:
- Muchas personas consumen drogas para mejorar su capacidad de socialización, el deporte es uno de los mejores métodos para unir a distintas personas y mejorar así la capacidad de socialización de cada persona;
- El deporte concurre a incrementar la autoestima de uno mismo a través del continuo reto personal a mejorarse, eliminando así el factor de consumición de drogas por depresión;
- Los momentos de ocio son en los que hay más consumo de drogas. Colocándose en este mismo tiempo el deporte robaría así horas al ocio del individuo distrayéndole.
- El deporte, en cuanto actividad física intensa, facilita la producción de endorfinas, neuroproteínas que donan al cuerpo y al cerebro una sensación de bienestar, compensando la tristeza debida a la falta de consumo de sustancias estupefacientes.
 
Los motivos son muchos, es por eso que el deporte es una de las herramientas más poderosas para facilitar la vida a que quien ha dejado y quien quiere dejar las drogas.
 
 
 
Entonces, ¿cómo actuar?
 
A los jóvenes hay que ponerles a disposición información pertinente y relevante para su futuro y la aceptarán si está pensada y planteada en su lenguaje, en su contexto y a través de los medios que les ofrecen credibilidad. En pocos momentos esto es tan importante como en la adolescencia y especialmente en lo que se refiere a la prevención de adicciones. 
 
Quienes tienen a cargo la formación de adolescentes deben conocer lo que se sabe hoy sobre agresividad, relaciones de poder, entrenamiento en resolución de conflictos, relaciones de sistema y educación emocional. Esto no sólo sirve para educar y prevenir, sirve para  la vida en general.
 
El cambio tan profundo que está haciendo el mundo en el que vivimos, hace que muchas cosas nos resulten difíciles de asumir. Los recursos personales para afrontar conflictos que habíamos aprendido parecen haber entrado en crisis. Lo que antes funcionaba, ahora no funciona. Es el momento de abordar nuevas herramientas con una mentalidad enteramente nueva. Hoy se sabe bastante de agresividad, de emociones, de relaciones de poder, de conflictos y hemos de construirnos un nuevo bagaje adaptado a las nuevas situaciones que deben servirnos más allá de como mejorar la relación con quienes nos rodean. Hoy, el mundo exige nuevas formas de ver las realidades que coexisten y las relaciones interpersonales… y esto no puede ignorarse…
 

 

Referencias

Astolfi, E. ; Maccagno, A. y Kiss, J.F.A.
 
“Las toxicomanías en nuestro medio”
Ed. Fundación Santa Juana de Arco
Bs. As, 1975
 
Nápoli, Mónica
“Adicciones, análisis orgánico funcional”
Módulos I, II y III
Cátedra de la carrera Mediación Preventiva del Comportamiento Adictivo”
Bs. As, 1999
 
Kramer, J.F. y Cameron, A. C.
“Manual sobre dependencia de las drogas”
Organización Mundial de la Salud
Ginebra, 1975
 
 
http://www.sochipe.cl/nueva/html/estetoscopio/7-6/7_6_adolescencia.htm
Fecha de consulta: 20/10/2009
 
 
Deltoro Rodrigo, Enrique
“Cómo trabajar con adolescentes en el tiempo libre”
Editorial Certeza
Zaragoza, 2006

  

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