El grupo de alumnos y alumnas asertivos se caracterizan por ser personas seguras de sí mismas, que se consideran a sí mismas con buena autoestima que se consideran a sí mismas y a las demás, merecedores de respeto y consideración)

Brown y Levinson, (1987) definen a la asertividad como la expresión de las propias necesidades sin sufrir ansiedad y sin vulnerar las necesidades de otras personas, siguiendo las normas de cortesía al uso .En este estilo las mujeres son quienes asumen el mayor porcentaje de los estilos registrados.

De allí que los alumnos agrupados dentro del estilo asertivo demuestren firmeza para utilizar los derechos, expresar los pensamientos, sentimientos y creencias de un modo directo, honesto y apropiado sin violar los derechos de los demás. Es la expresión directa de los propios sentimientos, deseos, derechos legítimos y opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esas personas.

La aserción implica respeto hacia uno mismo al expresar necesidades propias y defender los propios derechos y respeto hacia los derechos y necesidades de las otras personas.
La importancia de desarrolla conductas asertivas en los alumnos del nivel secundaria radica en el hecho que cuando ellos y ellas perciben que su conducta no es aceptada por la sociedad, se ven así mismos como seres socialmente inaceptables y esto se convierte en un aspecto dominante en su percepción del yo

Los alumnos y alumnas de estilo agresivo se muestran como personas inseguras con baja autoestima, que no se consideran merecedoras de respeto y consideración y que tampoco respetan a los demás acumulando ira por las frecuentes experiencias de frustración personal y de agresión por parte de los demás.

Al respecto Millón también conceptualiza la agresión como un carácter "emocionalmente inestable" (Sierra, 2001) con una afectividad irritable (es decir, fácilmente frustrada), descontento con su auto imagen (es decir, pesimista y desilusionado) y con deficientes mecanismos regulatorios de control (es decir, impulsivo). En este sentido la agresión se presenta como una variante temperamental de la depresión (humor agrio), e indica numerosas descripciones en la literatura psicopedagoica.

La conducta agresiva puede traer como resultado consecuencias favorables, como una expresión emocional satisfactoria, un sentimiento de poder y la consecución de los objetivos deseados. También pueden surgir sentimientos de culpa, las consecuencias a largo plazo de este tipo de conductas son siempre negativas.

A nivel de género, los resultados evidencian un claro predominio de las mujeres en cuanto a los estilos asertivos y agresivos.

Por otro lado los resultados obtenidos nos permiten establecer que los alumnos y alumnas que se encuentran en los estilos pasivos dependientes y agresividad temen el éxito, porque ganar una competición le sitúa en el plano de la venganza y le lleva a seguir compitiendo. A causa de problemas fundamentales de auto-estima, la persona pasivo-agresiva no tiene la auto confianza para implicarse en competiciones. Duda de que pueda ganar, y si gana espera que el éxito le vuelva aún más vulnerable.

Consecuentemente, inhiben una carrera competitiva y ambiciosa (atan sus propias manos) y compiten en secreto.

Esa asertividad registrada en las mujeres supone emitir la conducta social apropiada en situaciones difíciles, percibidas como atropello de derechos u obstaculización de objetivos personales, y que podrían suscitar la conducta agresiva.

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