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El problema del aprendizaje en los grupos. (Parte III)

El grupo se estructura a partir de los mecanismos de asunción y adjudicación de roles, entendiendo por rol:
¿Cuál es la visión latinoamericana del aprendizaje grupal?

El estudio de los grupos y sus aplicaciones a la psicoterapia y a la educación en América Latina ha recibido la influencia de diversas concepciones y enfoques históricos; sin embargo, se evidencia que la concepción de "grupos operativos" de E. Pichón Riviere, ocupa un lugar preferencial, entre las fuentes conceptuales asumidas.

Este autor, de origen belga, desarrolla en la Argentina una concepción sui géneris de la Psicología Social que es el resultado de la integración de la psicología de los grupos pequeños de K.Lewin, el psicoanálisis y ciertos aspectos del Materialismo Histórico. Pichón Riviere enfatiza los aspectos subjetivos de lo social, a través de su noción de grupo operativo. Este es uno de los principales instrumentos de análisis, operación e intervención de los procesos sociopsicológicos, que en la actualidad se emplea no sólo en América Latina, sino también en Europa.

El "grupo operativo" constituye una técnica y una teoría de la técnica, un modelo de acción del grupo pequeño como dispositivo facilitador del aprendizaje. Es una concepción altamente sofisticada y específica que no siempre ha sido adecuadamente comprendida y aplicada consecuentemente, a pesar de su amplia difusión.

Aunque con ligeras variantes,los enfoques de trabajo grupal de A. Bauleo, M. Cucco y M. Souto de Asch, C. Zarzar, T. Barreiro, y otros estudiosos de Argentina, España y México se fundamentan en la teoría de los "grupos operativos".

El grupo se estructura a partir de los mecanismos de asunción y adjudicación de roles, entendiendo por rol: "el modelo organizado de conducta relativa a una cierta posición del individuo en una red de interacciones en el grupo, ligado a expectativas propias y de los demás". Parte de la distinción de roles formales o prescriptos, determinados por la posición que ocupa el participante en la institución, y los informales, que no son fijos, sino que se dan en dependencia de la situación en el grupo, del "aquí y ahora" de la interacción grupal.

Los roles informales que se manifiestan en el grupo son: el de "portavoz", el de "chivo expiatorio", el de "líder" y el de "saboteador".

El portavoz del grupo, es uno de los principales roles que pueden desempeñar los miembros del grupo y se define como "el miembro que en un momento denuncia el acontecer grupal, las fantasías que lo mueven, las ansiedades y necesidades de la totalidad del grupo".

El chivo expiatorio es la "depositación" en un miembro del grupo, de los aspectos negativos o atemorizantes del grupo o de la tarea, lo que da lugar a que aparezcan mecanismos de segregación frente a dicho integrante.

El líder es la "depositación" en un miembro, de los aspectos positivos del grupo o de la tarea. El rol de líder está íntimamente relacionado con el de "chivo expiratorio" ya que uno surge como preservación del otro.

El saboteador es el integrante que asume el liderazgo de la resistencia al cambio.

El coordinador del grupo debe trabajar no sólo en el nivel de lo manifiesto, sino también de lo latente o implícito. Debe esclarecer, a través de señalamientos e interpretaciones, las pautas estereotipadas de conducta que dificultan el aprendizaje y la comunicación en el grupo.

El coordinador debe aprender a "leer" lo que acontece en el grupo, a descubrir lo latente a partir de lo manifiesto. El concepto de emergente es primordial para comprender la vida del grupo, para descubrir lo latente.

El emergente es la verbalización o expresión de actitudes o movimientos individuales o grupales, la reacción ante algún acontecimiento o intervención externa del grupo.

Cuando esta "pista" para interpretar lo que pasa en el grupo la proporciona un miembro, éste está jugando el rol de portavoz del grupo.

La tarea como líder del grupo. Esta concepción de la tarea reviste gran importancia, ya que implica cambios sustanciales en las relaciones de poder y de autoridad entre el coordinador y los restantes miembros del grupo.

La tarea del grupo es su finalidad, el objetivo que el grupo se ha propuesto alcanzar. Se distingue la tarea explícita, cuyo objetivo es, en el caso de los grupos de aprendizaje, el objeto a aprender, de la tarea implícita, que se refiere al grupo como tal y su funcionamiento, al vencimiento de los obstáculos que le impiden acometer la tarea explícita.

Es preciso, subrayan estos autores, establecer distinciones entre los grupos en las sociedades desarrolladas y los de Latinoamérica, con sus condiciones socio-económicas específicas. De aquí que surja la necesidad de desarrollar una teoría que tenga en cuenta nuestras realidades, aunque incorpore los aportes de otras latitudes.

El grupo de aprendizaje desde el enfoque psicosocial marxista.

El enfoque psicosocial marxista, a diferencia del enfoque occidental, parte de la necesidad de examinar al grupo no simplemente como "multitud", sino como la célula real de la sociedad incluida en el amplio contexto de la actividad social, centrando su análisis en la característica de contenido de los grupos, en la distinción de la especificidad de la influencia que ejerce el grupo social concreto sobre la persona y no sólo en el análisis del mecanismo de esta influencia.

Precisamente la participación de los miembros del grupo en la actividad grupal conjunta condiciona la formación de la comunidad psicológica entre ellos y de esta manera el grupo se convierte realmente en un fenómeno psicosocial.

De esta forma el grupo se examina en su vínculo inseparable con la actividad. Aquí el principio de la actividad se desarrolla consecuentemente para determinar todo el esquema teórico y metodológico en la investigación del grupo; de lo cual se derivan las siguientes consideraciones:

Comprensión de la actividad como actividad social conjunta, en el curso de la cual surgen vínculos muy peculiares entre las personas.
Comprensión del grupo y la sociedad como sujetos de la actividad, lo que brinda la posibilidad de incorporar a su estudio todos los atributos correspondientes al individuo (necesidades, motivos, finalidades, etc.).
Inadmisibilidad de reducir la investigación del grupo a la descripción empírica exclusiva, a la constatación de actos de la actividad individual fuera del "contexto social".
El enfoque marxista en el estudio del grupo ha mostrado su avance en el conocimiento psicosocial, a partir de la solución de problemas insuficientemente elaborados.

En este sentido, la concepción sustentada favorece la comprensión de la interrelación entre el grupo y la persona. En esta comprensión del problema, la persona se analiza como sujeto de la actividad, y el grupo en que está incluida no la priva de las características de sujeto, sino que por el contrario le brinda un espacio para la expresión y desarrollo de sus potencialidades.

Igualmente este enfoque brinda una nueva explicación al proceso de formación de la personalidad, en tanto permite examinar de qué manera las leyes de la comunicación e interacción, que se realizan en los diferentes grupos humanos, condicionan la influencia sobre las personas y cuál es el aporte propio de la persona como sujeto creativo en la construcción ulterior de todo este sistema de leyes.

Ya en la década del 40, L.S.Rubinstein había sostenido que la personalidad se expresa, se forma y se desarrolla en la actividad. Este principio que subraya la estrecha relación entre el psiquismo y la actividad, fue ulteriormente desarrollado por A.N.Leontiev, fundamentando en sus trabajos cómo lo psíquico es realmente actividad psíquica interna, que surge a partir de una actividad material externa transformada, es decir, la actividad psíquica no solo se forma en la actividad práctica, sino que es su fruto, su resultado.

Un importante aporte en esta línea que profundizaremos posteriormente es el análisis del estudio a partir de la actividad y su concepción como actividad conjunta, desarrollado por B.Ya.Liaudis.

La aplicación de este principio a la labor escolar demuestra que el trabajo en grupo, debidamente orientado, estimula la autoformación, la autoeducación de sus miembros, una posición activa ante su propio desarrollo, no solo como un derecho de cada miembro sino como su responsabilidad.

Lo anterior supone la transformación de la propia lógica del proceso docente, el alumno deja de ser un consumidor pasivo de un volumen cada vez mayor de información para dirigirse activamente a la búsqueda de conocimientos, leyes y regularidades que le permiten interpretar los fenómenos de la realidad de manera independiente y emprender su transformación creadora. Se trata de que la escuela enseñe a aprender para que cada estudiante pueda formarse a sí mismo.

Entre los autores marxistas que han desarrollado el enfoque de los grupos en la enseñanza se destacan las experiencias de A.S.Makarenko, A.V.Petrovsky y V.Y.Liaudis.

Otra dirección importante en la aplicación de la teoría de grupos al aprendizaje, lo constituye el llamado entrenamiento sociopsicológico. El entrenamiento sociopsicológico se refiere a formas de influencia psicológica en el proceso de comunicación intensiva en el grupo, dirigido a la elevación de la competencia de los participantes en la comunicación, su aplicación responde a una necesidad de los tiempos actuales de elevar la cultura de la comunicación, orientarse de forma rápida en las variadas situaciones comunicativas, dominio efectivo de las técnicas de comunicación, hábitos de conocerse a sí mismo y al interlocutor.

Esta forma de trabajo y aprendizaje grupal que cuenta con una larga tradición en la psicología y teoría de la dirección en occidente, es incorporada por psicólogos de orientación marxista, cobrando auge en los antiguos países de la RDA, la URSS y Checoslovaquia.

En Cuba existen algunas experiencias de entrenamiento sociopsicológico en la capacitación de dirigentes, profesores y maestros. El entrenamiento sociopsicológico comprende variados métodos y formas de entrenamiento, que pueden clasificarse en dos tipos:

Desarrollo de habilidades especiales (por ejemplo: conducir una reunión, resolver conflictos interpersonales).
Profundizar en el análisis de situaciones de comunicación, análisis de sí mismo, del interlocutor, de la situación de grupo.
Los diferentes métodos se basan en el efecto de la interacción grupal y en el principio de la actividad constituyendo variantes originales de la enseñanza por modelos. El entrenamiento sociopsicológico ha mostrado amplias posibilidades de aplicación en la superación práctica de una serie de limitaciones en la formación de los docentes, utilizado como una vía importante en la formación de estudiantes de los institutos pedagógicos, así como en el perfeccionamiento de la labor de los docentes.

En la comprobación experimental de la efectividad de distintos tipos de entrenamiento sociopsicológico, se constato que la utilización efectiva de estos métodos se logra si se cumplen las siguientes condiciones:

Si se modelan situaciones típicas de la actividad profesional pedagógica.
Si en su introducción se tienen en cuenta los principios didácticos: aumento paulatino de las dificultades, combinación óptima de distintos tipos de trabajo docente: individual, por pares y grupos, que permite el enriquecimiento mutuo de los conocimientos, hábitos y habilidades en el proceso de enseñanza.
Si se emplea el entrenamiento sociopsicológico como determinado sistema cuyos componentes están vinculados entre sí y se combinan con formas y métodos tradicionales de enseñanza.
En los programas de entrenamiento sociopsicológico dirigidos a los docentes se han incluido aspectos vinculados a:

Trabajo de autoeducación del maestro para el desarrollo de funciones psíquicas imprescindibles para su labor.
Elevación de la cultura del lenguaje, dominio de la técnica del lenguaje, educación y desarrollo de la voz.
Enseñanza del arte de la comunicación, tomando en cuenta las propiedades individuales de la personalidad de los alumnos, las particularidades de su carácter y que permita la comprensión de los motivos, intenciones y estrategias de conducta propias y de los estudiantes.
En la actualidad en nuestro país se desarrollan experiencias pedagógicas con una orientación marxista y que asumen los principales aportes de las tendencias grupalistas desarrolladas fundamentalmente en América Latina.

Para mayor profundización localice los siguientes autores:

Bertoglia Richards, Luis. Psicología del aprendizaje.- Ed: Universidad de Antofagasta, Chile 1990.

González Rey, Fernando. Psicología humanista.- Ed: Ciencias Sociales, La Habana, 1984.

Petrovski, A.V. Teoría psicológica del colectivo.- Ed: Ciencias Sociales, La Habana 1986.

Yaroschevski, M. G. La Psicología del siglo XX.- Ed: Pueblo y Educación, La Habana, 1983
-------------------------------- Historia de la Psicología.- Ed: Pueblo y Educación, La Habana 1983; tomo I y II.

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