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Perfil y competencias del psicopedagogo. (Parte II)

Los psicopedagogos desarrollan una práctica profesional compleja, por éste motivo, considero que son muy importantes otro tipo de conocimientos, a parte de los procedimentales y de los conceptuales, para desarrollar el ejercicio de la profesión. Son igualmente importantes los conocimientos conceptuales, como los procedimientos y las actitudes.
Con respecto al planteamiento de la práctica psicopedagógica, necesariamente surge la imagen del profesional que deseamos construir, que competencias debe tener, las función social que ha de asumir, etc.
En el ámbito de la psicopedagogía hay dos grandes paradigmas: el crítico y el técnico, los cuales sintetizo los lineamientos principales a continuación:

Práxis de paradigma crítico:

- El diseño pedagógico responde al currículum abierto.
- Importancia del proceso de aprendizaje.
- La actuación del profesional se basa en la participación activa y crítica, tanto en su formación como en el diseño de acciones.
- Se concibe el profesional como investigador.
- Tiene muy presente la singularidad del sujeto.
- Metodología cooperativa.

Praxis de paradigma técnico :

- El diseño pedagógico responde al currículo cerrado.
- Se da importancia al resultado de los aprendizajes.
- No tiene presente a las singularidades del sujeto.
- La actuación profesional a conocimientos concretos, evaluables y mecánicos.
- Metodología introspectiva.

Me decanto por el crítico, basado en la participación activa de la figura del psicopedagogo, tanto en su formación, como en el diseño de las acciones. Se ajusta a un profesional compuesto por: dinamismo, cambiante, que le agrada el reto. Por un lado, planifica su acción, aplica las acciones previstas al diseño inicial, observa que efectos se producen, los analiza y extrae sus propias conclusiones, que se revierten sobre la planificación inicial, de forma que re-orientan el proceso.
También valoro además del paradigma de actuación de intervención psicopedagógico, la ética y la estética, como elementos claves de la praxis. La ética, necesaria adecuación de las acciones profesionales a los principios expresados en las leyes, la formativas, los códigos deontológicos y la estética, visto como un conjunto de formas de comportarse del asesor que facilita su vinculación a los asesorados.

Considero que su actuación tendría que ir dirigida hacia:
- Evitar acciones que puedan dañar la imagen profesional del colectivo de asesorados.
- Honestidad y sinceridad, ante todo.
- Evitar expectativas que sobrepasen las posibilidades técnicas, humanas y de formación del asesor.
- Recordar que las demandas, inquietudes de asesoramientos deben formularlas los profesores a partir de sus intereses.
- Tener presente que la intervención puede provocar efectos secundarios. Por lo tanto la máxima sería prevenir.
- Respetar las diferentes actuaciones profesionales.
- Prudencia para obtener información, datos confidenciales de las familias, alumnos, profesionales, etc.
- Abordar la autonomía de los centros.
- Mantener una actitud reflexiva, crítica y de formación constante.

Coincido con la apreciación que hacen T. Mauri y A. Badia cuando comentan que práctica de la psicopedagogía, no tiene sus límites demarcados exclusivamente en la mediación entre los diferentes actores, sino que además, gestionan y comunican entre sí los diversos contextos, por ello, la intervención psicopedagógica genera un reto y una intencionalidad educativa. El contexto, en el amplio sentido de la palabra, no se debe confundir con la escuela, el aula, etc., ya que responde a una relación interactiva.

La intencionalidad es un proceso complejo, que posee una clara dimensión contextual, social y colaboradora, en consecuencia la intervención psicopedagógica se hará de acuerdo a estas características.
La intencionalidad, se concreta en el resultado de la interacción personal y en la actuación grupal, por parte de todos los agentes educativos, que actúan en diferentes niveles.
Según la concepción epistemológica, el cambio de los alumnos es posible gracias a que los alumnos despliegan una actitud mental de carácter constructivo, el que cuenta con la ayuda o mediación del profesorado. Como se ha comentado anteriormente, la actuación del psicopedagogo es trabajar en contextos de colaboración, como señala C. Armengo, que considera que para que sean operativos requieren de:
- Valores democráticos compartidos por todos los agentes.
- Implicación activa de todos los agentes que integran el contexto.
- Grupos con estructuras óptimas de relación entre el nivel de la tarea y el socioafectivo.
- Autonomía en la gestión.
- Participación e intercambio entre instituciones.
- Las funciones del psicopedagogo serían: prevención educativa, detección y valoración multidisciplinaria, elaboración del programa de desarrollo y seguimiento, orientación escolar y profesional, asesoramiento, etc.

Los psicopedagogos desarrollan una práctica profesional compleja, por éste motivo, considero que son muy importantes otro tipo de conocimientos, a parte de los procedimentales y de los conceptuales, para desarrollar el ejercicio de la profesión. Son igualmente importantes los conocimientos conceptuales, como los procedimientos y las actitudes. Para poder desempeñar correctamente el trabajo, necesita disponer de un conjunto de actuaciones y criterios de actuación, que lleven a la práctica valores reconocidos y válidos por el entorno social, la comunidad profesional, el equipo de trabajo.
No debemos olvidar que la información que el psicopedagogo recoja en el ejercicio de su profesión, está sujeta a los derechos y deberes del secreto profesional.

Conclusión.

El psicopedagogo a ha de ser un agente de cambio: mediante un proceso de desequilibrio constructivo, consiga posteriormente un re-equilibrio, que represente mejoras de la situación de partida. Siento el asesor/ra quien analiza y modifica los esquemas de conocimientos de los maestros/tras implicadas en el proceso. Después de “darle muchas vueltas” al material de estudio, he llegado a la conclusión de que se debería hacer un cambio de chip, transformando el “intervenir sobre...” a “trabajar con...”, en donde se pone en manifiesto, la escucha activa, la colaboración constructiva, interdisciplina, prevención de obstáculos, optimizar la información haciendo que circule y abordar una “cultura interdisciplinaria”.
Solé, I. Y Colomina, R. “Infancia y aprendizaje”, hacen una puntualización muy completa y acorde, que sintetiza, de alguna manera las habilidades y competencias del asesor/a: “Los referentes o “pensadores psicopedagógicos , como se quiera decir, influyen decisivamente en la lectura que se hace de la realidad en el que se considera que es un problema, en la interpretación que se hace de su etiología, su estado y su evolución, así como en el que entiende que se ha de hacer para subsanarlo. Influye entonces, críticamente en la forma en el que el psicopedagogo, defiende la realidad en que trabaja y se define a si mismo, a su intervención en dicha realidad”.

 

Referencias

Solé,I. (1997): “La concepción constructivista y el asesoramiento en centros”. Infancia y Aprendizaje,77.
Monereo, C.; Solé I. -coords.- (1996): El asesoramiento psicopedagógico: una perspectiva profesional y constructivista. Madrid. Ed.Alianza.
J. Bonals i J. De Diego (1996): “Ética y estética de una profesión en desarrollo”
Segundo capítulo de la guía del pràcticum “Fonamentació del practicum”
El segundo capítulo de Antoni Badia i Teresa Mauri “La pràctica psicopedagògica en contextos d’educació formal”, material de la asignatura. La pràctica psicopedagògica en educació formal. Volum I.

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