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Perfil y competencias del psicopedagogo. (Parte I)

Cuando hablamos de un psicopedagogo, en el amplio sentido de la palabra, “nos referimos a una persona: profesional, comunicativa, creativa, generadora y atenta a los cambios, próxima a la realidad educativa, versátil, poliédrica, que lleva implícita ciertas competencias propias en su actuación”.
Introducción.

El perfil del psicopedagogo, no hace reflexionar sobre la visión “desvirtuada” que algunos profesionales tienen sobre su figura, en el ámbito de educación formal, en donde en muchas ocasiones se pone de manifiesto, la “intromisión” y se equipara el rol del “experto” a unas competencias teóricas, apartadas de la práctica educativa.
Progresivamente, a través de la lectura, voy dilucidando, todos aquellos aspectos, que nos llevan a definir, el carácter que debería imprimir un psicopedagogo, sus habilidades y competencias y explorarlos en toda su dimensión. Considero que tanteamos los extremos de una realidad, que en ocasiones desconcierta y buscamos un equilibrio, entre lo que se hace y aquello que se desearía hacer.
Cuando hablamos de un psicopedagogo, en el amplio sentido de la palabra, “nos referimos a una persona: profesional, comunicativa, creativa, generadora y atenta a los cambios, próxima a la realidad educativa, versátil, poliédrica, que lleva implícita ciertas competencias propias en su actuación”.

Desarrollo de los argumentos.

El origen y los antecedentes de la psicopedagogía expuestos en el artículo de César Coll
sobre la confluencia disciplinar y el espacio profesional de la psicopedagogía, nos permite recordar y ser conscientes del bagage histórico de ésta profesión, el que ha sido rico en contenido y a la vez complejo, configurándose de forma progresiva gracias a la confluencia aportaciones teóricas, del reconocimiento institucional, las transformaciones, transisciones y cambios del sistema educativo español, etc., las que han consolidado el espacio y perfil profesional, dadas las señas de identidad propia, que hemos de tener presente en la actuación. Considero que no hemos de caer en el simplismo de que todo está realizado, en relación a esta disciplina, ya que está excesivamente vinculada al Sistema educativo formal, y paulatinamente se va a amplificar en dirección a otros ámbitos, que podríamos considerar de educación no formal, en los que se necesita del perfil del psicopedagogo como profesional, que tiene las funciones de: coordinar y dinamizar Centros Educativos (formales o no formales), evaluar y hacer un seguimiento del proyecto, organizar y planificar respuestas eductivas ajustadas a diferentes necesidades y colectivos, etc.
Así, el perfil de psicopedagogo está configurado por diversos factores, a tener en cuenta:

- Conocimientos conceptuales: Sobre las bases psicopedagógicas del enfoque constructivista, conocimientos de procesos de enseñanza –aprendizaje, las características y relaciones existentes entre los diferentes elementos que componen el Sistema educativo, las características particulares de los Centros, Instituciones, etc., en los cuales se interviene, los recursos disponibles dentro de cada sector de intervención (escolar, sanitario, social, administrativo, editorial, universitario, etc.). Disponen de una perspectiva teórica, necesaria para entender los problemas de la intervención, la que tendrá una base común a todos los ámbitos en los cuales puede hacer un abordaje el psicopedagogo, la que se irá adaptando y reformulando, a medida que se pone en práctica en los diferentes contextos de intervención y en función de las demandas concretas que se realizan, teniendo presente quién hace la demanda, por qué, en qué momento, cómo, quienes son los asesorados, etc.
Por lo tanto cada intervención será única y exclusiva, no pueden existir dos abordajes idénticos, aunque si podrían parecer a simple vista, muy similares, pero en el momento que los asesorados, el tiempo, el espacio, los recursos disponibles, el acceso a las nuevas tecnologías, etc., varían, la aplicación de la teoría se modificará, ya que el contexto será diferente, con características propias.

- Las competencias del “psicopedagogo constructivista (C. Moreno y I. Solé) se describen en la “Zona de desarrollo Institucional”, siendo la distancia entre los avances, que puede hacer la Institución Educativa sin ayuda o con ayuda de un asesoramiento eficaz. El asesor/a ha de desarrollar el máximo de las potencialidades, colaborar en la construcción de andamios o guías para que se consiga estadios superiores de funcionamiento institucional; y también ha de ser consciente para retirarse en la medida que ya no sea necesario/a.

- Conocimientos procedimentales: sobre la planificación, orientación, evaluación, intervención, seguimiento, teniendo la capacidad de trabajar en equipo, gestionando y dinamizando grupos de profesionales de disciplinas diferentes, pero a la vez afines a la psicopedagogía, con los cuales tendría que aclararse desde un principio, cuales son las funciones, responsabilidades de cada uno, los roles y las limitaciones que hay al respecto; estableciendo una serie de compromisos que afectan tanto al asesor como a los asesorados, mediante una negociación, que quede reflejada en un contrato conocido por todos. Participar activamente en la confección, seguimiento y evaluación de los diferentes documentos del Centro (PEC, PCC, Plan de innovación, PAT, RRI...). Aplicación de las TIC y nuevas tecnologías, como generador de nuevos escenarios formativos.

- Conocimientos actitudinales: con una actitud comunicativa que facilite el diálogo, con los diferentes profesionales y asesorados, con los que tiene relación, con una clara disposición y colaboración delante las diferentes demandas, inquietudes, etc., mostrando una postura ética y estética de su profesión; con una actitud que favorezca la independencia y autonomía de los asesorados y la autoevaluación de la propia práctica asesora, dotándose de elementos para la reflexión y el autoanálisis sobre sus propios abordajes. Referente a los padres, familiares y tutores, persuadirlos de que su tarea es consultiva, orientativa, de soporte y no tiene la finalidad de criticar, ni culpabilizarlos.

- Competencias. Potenciando el buen funcionamiento de los mecanismos propios de los asesorados, analizando la solicitud de asesoramiento en el propio contexto para hacerla más comprensible y que encaje de manera adecuada a las necesidades formuladas, conociendo los núcleos sociales, el mundo del trabajo, interesado por los cambios acelerados que se están produciendo con los procesos de migración y de globalización, etc., partiendo de una visión conjunta, sistemática, teniendo presentes los diferentes sistemas que intervienen en los procesos de enseñanza-aprendizaje, en los cuales intervenimos.

- Habilidades: es muy importante mostrar un perfil dialogante, una actitud constructiva y de escucha activa, transmitiendo respeto, siendo una persona empática y conociendo todas las personas implicadas en la resolución de las demandas. Ha de ser un experto en el trabajo cooperativo, siendo un buen dinamizador de grupos, gestionando y coordinando equipos de trabajo, demostrando que puede trabajar onjuntamente. Es relevante tener capacidades de negociación, de adaptación a las circunstancias y personas, transmitiendo seguridad, confianza y mostrando un perfil de persona flexible.
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