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Arte Terapia en trastornos de conducta alimentaria (Parte I)

Entre los objetivos fundamentales de esta práctica se encuentra el de facilitar al paciente su auto expresión por medio de la utilización de lenguajes simbólicos paralelos al lenguaje verbal. Una de las consecuencias de este modo de intervención terapéutica es que al reflejar gráficamente las experiencias internas, aparece su reconocimiento en el nivel de la conciencia y por consiguiente la posibilidad de verbalizar contenidos desconocidos previamente para el propio paciente. En este proceso interviene el fenómeno de la proyección, uno de los pilares del trabajo con Arte Terapia.

En el tratamiento de pacientes con trastornos alimentarios se han implementado abordajes variados desde concepciones teóricas diversas. Existe consenso entre los especialistas, en cuanto a que la estrategia a emplear en estas patologías debe realizarse desde un enfoque interdisciplinario.


Una de las variantes terapéuticas que ha sido poco utilizada dentro de este enfoque en nuestro país es la de arte terapia. En otros países hay experiencias documentadas del abordaje de las patologías alimentarias con esta modalidad (Crowl Marianne, 1980; Luzzatto Paola, 1994; Mitchell Diane, 1980; Pike Khateleen M, 1988; Murphy June en: Dalley T., 1987). En ella se utilizan recursos como dibujos, pinturas, esculturas, collages, construcción de títeres, armados con materiales de diversas texturas, etc.


Entre los objetivos fundamentales de esta práctica se encuentra el de facilitar al paciente su auto expresión por medio de la utilización de lenguajes simbólicos paralelos al lenguaje verbal. Una de las consecuencias de este modo de intervención terapéutica es que al reflejar gráficamente las experiencias internas, aparece su reconocimiento en el nivel de la conciencia y por consiguiente la posibilidad de verbalizar contenidos desconocidos previamente para el propio paciente. En este proceso interviene el fenómeno de la proyección, uno de los pilares del trabajo con Arte Terapia.


No debemos perder de vista que los trastornos de la conducta alimentaria son patologías multicausales, ya que intervienen en estos cuadros componentes de orden psicológico, familiar, social, cultural y biológicos. Con lo cual, a menos que nos detengamos a examinar en detalle el caso clínico en todas estas vertientes, la mirada que podremos hacer será un recorte parcial. Tal es el caso del recorte de material clínico que se presenta en este capítulo, en el que las características de estas patologías no serán analizadas en detalle.


En el tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria utilizamos Arte Terapia con el objetivo de que los pacientes logren un mayor reconocimiento de sus estados emocionales, registro de sus estados internos, y se acerquen a la posibilidad de que las imágenes que van creando les sirvan para colocar nombres, palabras, allí donde hay dificultad de simbolizar.


Las producciones que se describen a continuación corresponden al espacio de Arte Terapia llevado a cabo en una institución abocada al tratamiento de dicha patología con un enfoque interdisciplinario, con un grupo de pacientes. Las imágenes pertenecen a dos pacientes del grupo. En esta experiencia se ha recurrido a las técnicas y materiales de las artes plásticas.


En el ejemplo que vemos a continuación se les pidió que se concentraran en lo que está pasando cada una para intentar expresar algo en relación a sus preocupaciones en la actualidad.



Paciente A.
“Esta soy yo. Estoy sola, en una playa. Del otro lado hay gente, están divirtiéndose, hay música y están bailando, los veo como lejos. Me gustaría estar con ellos pero a mí me cuesta mucho acercarme”.

En los siguientes se pidió elegir una situación y tratar de expresar lo que esa situación genera emocionalmente.



Paciente A.
“Hace poco pasó algo que me quedó grabado: estábamos en mi casa mi mamá, el novio de mi mamá y yo charlando, y por algo que yo dije mi mamá se empezó a reír. Se reía de mí, como haciendo burlas de la forma en que yo hablo. Y me sentí re mal. Me dibujé como una marioneta que manejan con hilos y alrededor un montón de risas que se ríen de mí. Incluso cuando me miro al espejo veo que se ríen de mi”.



Paciente B.
“Yo últimamente trato de quedarme sola en casa, y ver qué me pasa. Dibujé estar de la puerta de mi casa para adentro. Hay veces que estoy triste (lágrima), hay veces que estoy re bien (sonrisa), y aparecen un montón de preguntas. El dinero también me preocupa últimamente, y puse mi cama, como que estoy sola en mi habitación y pienso en un montón de cosas”.

A continuación vemos dibujo libre.




Paciente A.
“Me costó decidir qué dibujar, pero cuando lo decidí ya me sentí más tranquila y me gustó hacerlo. Yo dibujé media ventana abierta. Esta soy yo, aunque no se parece mucho a mí, pero me representa. Estoy mirando a través de la ventana, desde adentro de mi casa, que está vacía porque yo me siento vacía: fui vaciándome de algunas cosas pero para dejar entrar otras. Pero a la vez me da miedo, tengo incertidumbre. Es como que hay cosas que me gustaría hacer pero no me animo a probar, a meterme. Después cuando hago algo me gusta, y cuando lo termino me siento bien, contenta, pero me cuesta tomar la decisión, empezar”.
Le señalo que esto aparece similar al modo en que se manejó con esta consigna: que fue difícil decidir qué, pero una vez tomada la decisión se sintió más tranquila. Asiente. Pregunto por el estado emocional de la persona del dibujo, contesta: “miedo e incertidumbre”.

Se trata de una paciente de 33 años que se dibuja como una nena, con lo cual es bien acertada su expresión acerca de que no se parece mucho físicamente, pero la representa.



Paciente B:
“Uy, que difícil! A mí no me gusta que me digan que dibuje libremente, prefiero que me digan que dibuje algo en particular. Cuando vos nos decís que hagamos algo, es como que puedo expresar más las emociones, los sentimientos. No es que no pueda dibujar libre, pero eso lo hago cuando me da ganas de dibujar. Es como que cuando nos das una consigna puntual lo que hago es más comprometido. Este dibujo es una libélula, a mí me gustan mucho porque representan la libertad. En realidad es como yo me siento, tratando de salir más afuera, antes estaba más encerrada, ahora estoy descubriendo otros aspectos de la vida. Me gusta la libertad de saber que puedo hacer lo que quiero, el no estar atada a alguien. La ventana la agregué después. En un momento vi la hoja de mi compañera y la agregué. Está tratando de salir. Ahora me doy cuenta de que tenía que haber dibujado la ventana abierta, pero quedó cerrada. También me doy cuenta de que cuando vos nos hacés dibujar, con los colores expreso cómo me siento ese día”. Pregunto por el significado de los colores que eligió. Responde: “tranquilidad, alegría”. Al final de la sesión, cuando va a firmar el dibujo dice: “ay, no me gusta que quedó la ventana cerrada, me quedé mal con esto, puedo modificarlo?” Trata de borrar los barrotes, pero no lo logra debido al uso del color y del material, no puede diluir la figura sobre el fondo. Su compañera le dice: “podés romper el vidrio”. Entonces dibuja en negro la rotura del vidrio. La paciente que le sugirió cómo podía lograr técnicamente que se abriera el espacio dice: “ahora puede salir”. Esta expresión, hecha en referencia al dibujo de su compañera, podemos tomarla como si fuera una expresión de deseos para sí misma, teniendo en cuenta su trabajo de la misma sesión, época en la que tenía como proyecto salir de la casa de su madre para ir a vivir sola, lo que concretó algunos meses después.

En el siguiente ejemplo se les pidió representarse cómo creen que otros las ven, pudiendo elegir una persona en particular u otros en general.



Paciente A.
“Yo dibujé como el mar con todos estos colores. Y yo estoy acá en una burbuja, como en una pecera, y la luz que entra es poquita. Estos peces serían mis padres. Yo sé que ellos quieren que yo sea feliz. A mí me cuesta separar mi propia mirada de la mirada de los demás. Yo sé que ahora viene la parte más difícil en la terapia: empezar a hacer cambios. Pero yo siempre llego hasta un punto y cuando trato de hacer más, se me va todo de las manos. No puedo con todo. Yo quiero, si no puedo cambiar por mí, cambiar por mis padres que se merecen que yo esté bien”.



Paciente B.
“Me dibujé yo. Todos me están diciendo: se te ve mejor, estás más linda, estás más gordita. Me dicen todas cosas buenas, pero lo de gordita yo no puedo tomarlo como algo bueno con facilidad y puse en mi cuerpo todas las cosas que me dicen en conjunto y que ven en mí, que acepto que son así también. La flor: que se me ve más linda. Una nena con una cruz encima: que se me ve más crecida, esta abertura: que estoy más abierta. El corazón: que se me ve contenta, la llave: que controlo más las cosas, la sonrisa: que se me ve feliz. Y puse los otros que me miran”.

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