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Adquirir un perro de servicio implica un gran compromiso no sólo económico, sino también de tiempo, pero sin duda alguna traerá grandes beneficios para los pequeños: en primer lugar, un perro mejorará el ambiente, lo que es fundamental para el comportamiento de un niño autista. Aumentan la autoestima, la socialización y el desarrollo de habilidades del lenguaje (Law & Scott, 1995).
Los perros de servicio son de gran ayuda para muchas personas, tal es el caso de los niños con Trastorno del Espectro Autista.
Para estos chicos los perros van más allá de ser una simple mascota, pues entre ellos puede formarse un lazo muy fuerte.
Estos amigos peludos se vuelven un compañero constante y una fuente de paz para el niño; la presencia calmada de un perro puede evitar o minimizar las crisis del niño.
Estos perros de servicio han sido entrenados para prevenir que los niños con autismo merodeen donde no deben, además de que los padres pueden sentirse tranquilos porque los perros son capaces de bloquear la puerta cuando hay un intento de fuga.
Adquirir un perro de servicio implica un gran compromiso no sólo económico, sino también de tiempo, pero sin duda alguna traerá grandes beneficios para los pequeños: en primer lugar, un perro mejorará el ambiente, lo que es fundamental para el comportamiento de un niño autista. Aumentan la autoestima, la socialización y el desarrollo de habilidades del lenguaje (Law & Scott, 1995).
Los paseos podrán ser fluidos pues facilitan la seguridad vial ya que es el animal quien va dirigiendo el paseo por la zona donde se debe hacer correctamente; lo más alejado posible del bordillo de la acera, independientemente de la dirección en la que se vaya paseando (acera derecha o izquierda). dependiendo del estado cognitivo del niño, les puede ayudar a conocer y distinguir el significado de los colores de las luces de los semáforos y aprender cómo y cuándo utilizarlos.
Los perros ayudan en la adaptación a nuevos entornos, pues al ir acompañados del perro prestan más atención a su entorno inmediato. Ayudan a tolerar los tiempos de espera y aumentan la tolerancia a la frustración.
Los perros también contribuyen a que el niño aumente la interacción social y las habilidades sociales, a aumentar el contacto ocular, la comunicación verbal y no verbal. Les ayudan a adaptarse a nuevos entornos y reducen las conductas estereotipadas.
A través del tacto, el pelo y el calor del perro relajan al niño por lo que también ayudan a mejorar los patrones de sueño. Los perros entrenados para ayudar a niños con TEA también pueden bloquear al niño en la cama para que no se mueva.
Debido a que deberán de oponerse a la tracción del niño generalmente se buscan perros medianos/grandes como los Golden retriéver
En términos generales, contar con un perro de servicio tiene muchos beneficios para los niños y sus familias.