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En términos de Orueta (2008) la adherencia terapéutica aumenta si se promueve la relación profesional-paciente, se informa al paciente o cuidador principal de la enfermedad y del tratamiento, si se les hace partícipes del mismo, si se involucra a la familia, se investiga periódicamente el grado de cumplimiento, [...] si se incentiva al paciente.
En muchas ocasiones el envejecimiento va acompañado de enfermedades crónicas que se asocian a estados de salud pobres, ocasionando que los adultos mayores pasen los últimos días de vida en situaciones de dependencia y bajo una asistencia sanitaria continua.
La adherencia a los tratamientos es fundamental para el bienestar de los adultos mayores, pues no seguir adecuadamente un tratamiento aumenta la gravedad y acorta la vida de muchos pacientes, convirtiéndose en un grave problema de salud pública y un reto para los sistemas sanitarios. La adhesión al tratamiento no sólo depende del paciente, también depende del médico quien debe tomar parte en el programa de atención como una figura activa, para lo cual es de suma importancia explicarle adecuadamente al paciente sobre los beneficios y efectos secundarios dándole la importancia adecuada al estilo de vida del paciente y no sólo prescribiendo regímenes complejos.
La administración de medicamentos y la adherencia al tratamiento requiere de funciones cognitivas superiores como la codificación y almacenamiento en la memoria, recuperación de la información y mantenerla en el tiempo real; por tanto la adherencia terapéutica en ocasiones se convierte en un desafío cuando se trata de adultos mayores. Resulta entonces importante brindarle la información a los familiares o al cuidador principal, sobre todo si se trata de polifarmacia en el adulto mayor.
Cuando no se cumple adecuadamente un tratamiento disminuye la calidad de vida del paciente, pues no obtiene todos los beneficios de los medicamentos. Una buena información por parte del profesional de la salud disminuye la ansiedad en los pacientes. Las redes de apoyo juegan un papel fundamental para que las personas lleven adecuadamente un tratamiento, especialmente cuando hablamos de adultos mayores.
En el caso de los logopedas, se debe generar en los pacientes la confianza necesaria, pues la percepción de un profesional autoritario disminuye la adherencia al tratamiento, pero además, es necesario asesorar a la familia y al entorno social del paciente para favorecer su participación y colaboración en el tratamiento logopédico. La comunicación entre el profesional y el paciente, la familia y el cuidador principal es fundamental ya que en muchas ocasiones no se sigue adecuadamente el tratamiento porque no se han entendido bien las indicaciones del profesional de la salud.
En definitiva, en términos de Orueta (2008) la adherencia terapéutica aumenta si se promueve la relación profesional-paciente, se informa al paciente o cuidador principal de la enfermedad y del tratamiento, si se les hace partícipes del mismo, si se involucra a la familia, se investiga periódicamente el grado de cumplimiento, [...] si se incentiva al paciente.