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Tras haber realizado un exhaustivo análisis de datos de todos los artículos seleccionados, se exponen los resultados obtenidos según las diferentes terapias analizadas. Los resultados señalaron que el tratamiento de producción del lenguaje con MIT es efectivo y que un tratamiento anterior puede conducir a una mayor mejoría.
A continuación, tras haber realizado un exhaustivo análisis de datos de todos los artículos seleccionados, se exponen los resultados obtenidos según las diferentes terapias analizadas:
En relación con la TERAPIA DE ENTONACIÓN MELÓDICA (MIT), el estudio elaborado por Schlaug, Marchina y Norton (2009) investigó si esta terapia conduciría a modificaciones en los tractos de la materia blanca, concretamente en el fascículo arqueado(AF).
Se utilizó una muestra de 6 pacientes con afasia no fluida para administrarles MIT de manera intensa (75-80 sesiones). Para la valoración, se utilizaron imágenes de tensor de difusión (DTI). Los resultados mostraron un incremento notable tanto en la cantidad de fibras como en el volumen de FA. Por tanto, esto sugiere que la MIT intensa a largo plazo lleva a la remodelación de la FA derecha.
Igualmente, la investigación realizada por Van Der Meulen et al. (2016) presentó los resultados de un ECA piloto sobre MIT en pacientes con afasia crónica y los compararon con los resultados de un ECA sobre MIT en afasia subaguda (obtenidos en una publicación anterior). La muestra fue de 17 pacientes con afasia no fluida, 10 fueron elegidos a la condición experimental y 7 al resto. Los resultados sugirieron que el efecto del MIT en la afasia crónica es más restringido que su efecto en etapas más tempranas después del ACV.
Asimismo, en el estudio de Van Der Muelen et al. (2014) se examinó si el tratamiento de producción del lenguaje con MIT es efectivo en la afasia subaguda severa no fluida. Además, también se examinó el impacto de retrasar el MIT en el resultado de la terapia. Se realizó un ECA multicéntrico y se incluyeron 27 participantes asignados aleatoriamente, 16 pertenecieron al grupo experimental (MIT) y 11 al grupo control (intervención de control seguida de MIT retrasado). En ambos grupos, la terapia comenzó a los 2 o 3 meses después del ACV y se administró intensamente (5 h / semana) durante 6 semanas.
Los resultados señalaron que el tratamiento de producción del lenguaje con MIT es efectivo y que un tratamiento anterior puede conducir a una mayor mejoría.
Por otro lado, los especialistas Vines, Norton y Schlaug (2011) investigaron el potencial de una técnica de estimulación cerebral no invasiva, la estimulación transcraneal de corriente continua (tDCS), para aumentar los beneficios del MIT al modular la actividad neuronal en el cerebro durante el tratamiento con MIT. Así, se compararon los efectos de dos condiciones de tDCS (la anódica - tDCS que aumenta la excitabilidad y la catódica- tDCS que la disminuye) cuando se aplicaron sobre el giro frontal inferior (IFG) posterior derecho durante las sesiones de MIT. Contaron con 6 pacientes con afasia no fluida los cuales se sometieron a 3 días consecutivos de anódica-tDCS y una serie equivalente a catódica- tDCS+ MIT. Los resultados mostraron que aplicar anódica-tDCS a la derecha del IFG posterior durante MIT, se produce una mejora significativamente mayor en la fluidez verbal.
Siguiendo en esta línea, el estudio de Al-Janabi et al. (2014) investigaba si el hemisferio derecho se podía involucrar utilizando la MIT y la estimulación magnética trascraneal repetitiva excitatoria (rTMS) para conseguir una mejoría en la función lingüística en personas con afasia no fluida. Utilizaron como muestra 2 participantes con afasia crónica y el protocolo de tratamiento incluyó: una fase de rTMS que consistió en 3 sesiones utilizando un método de estimulación excitatoria, y una fase de simulación de rTMS que consistió en 3 sesiones utilizando una bobina simulada. Las sesiones fueron de 40 minutos de MIT y se administró una batería lingüística después de cada sesión. Los datos de fMRI indicaron que ambos participantes mostraron cambios en la actividad neuronal en las redes lingüísticas del hemisferio derecho e izquierdo después del tratamiento. Por tanto, la combinación de MIT y rTMS aplicada al homólogo correcto de Broca tiene el potencial de mejorar el habla y el lenguaje para algunos afásicos no fluidos.
En cuanto al estudio de Schlaug, Marchina y Norton (2008) el objetivo fue describir y discutir los elementos únicos y compartidos de MIT y contrastar los efectos del tratamiento conductual y neural del MIT con una intervención de control (SRT) en 2 pacientes diagnosticados con afasia grave no fluida como resultado de un ACV. Se evaluaron dos veces antes de la terapia y recibieron 75 sesiones de MIT. Además, fueron asignados aleatoriamente al tipo de tratamiento (MIT o SRT) y trabajaron uno a uno con el mismo terapeuta durante 1.5 horas / día, cinco días / semana. Los resultados hicieron ver una mejoría notable en el discurso proposicional, sin embargo, los beneficios del paciente tratado con MIT superaron al paciente tratado con SRT.
Por otra parte, en la investigación de Haro-Martínez et al. (2017) se buscó desarrollar una versión española de MIT y evaluar su viabilidad en pacientes con afasia no fluida después de un ACV isquémico. Para ello, se utilizó una muestra con 10 españoles y el estudio se realizó en dos fases: la primera implicó la creación de una adaptación española del MIT y la segunda consistió en un estudio piloto de intervención para analizar su viabilidad. Los resultados obtenidos muestran que la versión en español de MIT es factible para usarla y muestra una tendencia hacia la mejora del habla.
Asimismo, el estudio realizado por Bonakdarpour, Eftekharzadeh y Ashayeri (2003) se centró en investigar los efectos de MIT, pero en este caso adaptado al idioma persa, principalmente en el discurso expositivo y habilidades de expresión oral y también en las destrezas de comprensión auditiva. Se utilizó una muestra de 7 pacientes con afasia crónica no fluida. Las mejoras en las variables seleccionadas mostraron que el MIT puede adaptarse al idioma persa y administrarse con resultados positivos principalmente en la fluidez del habla medibles después de 15 sesiones de tratamiento. Sin embargo, el estudio realizado por Baker (2000) buscó modificar el programa de MIT para abordar los problemas de comunicación verbal de aquellas personas afásicas severas sin fluidez que no se habían beneficiado de la estructura tradicional del MIT.
Se utilizaron como muestra 2 personas (30 y 32 años) con afasia severa no fluida. El programa MMIT al igual que MIT, se basa en la repetición de frases establecidas en estructuras musicales. Sin embargo, la estructura de la frase que se asemeja a la prosodia del habla (como en MIT) se sacrifica por una estructura musical que se codifica fácilmente en la memoria y luego se recupera. Tras los resultados, se determina que el éxito del programa depende de la capacidad del paciente para interiorizar las frases melódicas. No obstante, la modificación resultó útil para ayudarles a establecer una forma básica de comunicación verbal al igual que para mejorar su autoestima.
Similar al estudio anterior, está el trabajo realizado por Conklyn et al. (2012), en el cual se buscó determinar los efectos inmediatos de la Terapia de Entonación Melódica Modificada (MMIT) como una intervención temprana en pacientes con afasia de Broca. Utilizaron 30 sujetos, los cuales fueron asignados aleatoriamente para recibir el tratamiento MIT o ningún tratamiento. Asimismo, se pasó una prueba previa/posterior de la Batería de Afasia Occidental. Los resultados proporcionaron datos preliminares que respaldan los posibles beneficios de utilizar el tratamiento MMIT temprano en la recuperación de los afásicos de Broca
En cuanto a la TERAPIA DE ESTIMULACIÓN MUSICAL DEL HABLA (MUSTIM), Tomaino (2012) publicó un artículo donde presentaba las técnicas utilizadas en la musicoterapia clínica y resumía los hallazgos que muestran la fuerza de dichas técnicas, haciendo hincapié en el ritmo, el tono, la memoria, y los componentes vocales u orales que tratan diferentes síntomas. En el estudio 1 se evaluó a 7 pacientes con afasia no fluida particularmente la efectividad de la técnica musical basada en la articulación, fluidez, prosodia y apoyo respiratorio. Las sesiones fueron de 30 minutos, tres veces a la semana, durante cuatro semanas. En el estudio 2 se investigó sobre el impacto del uso de canciones familiares y discurso rítmico motor-arrastre para pacientes con afasia no fluida que han sido dados de alta de logopedia. Utilizaron 40 sujetos que participaron en tres sesiones de 30 minutos por semana, durante 12 semanas. Los resultados de ambos estudios demostraron que los componentes temporales y rítmicos son particularmente importantes para lograr mejorar la recuperación de palabras, prosodia y articulación, debido a la proximidad cercana de los ritmos normales del habla. No obstante, señalaron que la eficacia de cada componente aumenta o disminuye según la elección de la música y la forma en que el paciente se entrega interactivamente.