!-- Google tag (gtag.js) -->
¿Cómo se comunican, desde la vida intrauterina, las emociones y pensamientos maternales al niño(a) por nacer? Verny (2002) sostiene que los canales de comunicación pueden ser diversos. Desde el momento de la concepción, el niño por nacer tiene un diálogo con su madre, y por intermedio de ella, con el ambiente; cuando todos los canales están activos el bebé recibe el mensaje completo; es como una especie de sonido estereofónico que puede ocurrir por tres canales.
La Paternidad Espiritual versus Paternidad Biológica.
La Dra. Daisy Bates en 1940, aprendió de los aborígenes del Distrito Broome, Australia al vivir con ellos por aproximadamente 40 años. En este tiempo descubrió algo que podríamos considerar inusual en tiempos de post-modernidad en esta dimensión aborigen ¿Qué fue? Que la paternidad es responsabilidad del NE más que el simple acto sexual del padre y la madre al elegir al padre. Es el sueño lo que determina la paternidad, más que el espermio. Era tan fuerte esta concepción que ningún hombre reconocía la paternidad al menos que haya encontrado al NE en sus horas de sueño. Escribe la Dra. Bates que un esposo llegó a aceptar el nacimiento de un hijo estando separado de su esposa durante cinco años ignorando el tiempo transcurrido entre la relación y el nacimiento. Son muchos los otros casos que relata Bates respecto de la relación paternidad espiritual y biológica. Cuenta que se encontró con casos de hombres que negaron la paternidad no estando nunca separado de su esposa.
Visiones Perdidas.
A medida que el tiempo ha pasado, los aborígenes han informado ya muy poco sobre los sueños de la pre-concepción, principalmente una vez que el racionalismo científico y las creencias religiosas occidentales comenzaran a expandirse en el continente Australiano. En 1938 el Dr. Andreas Lommel descubrió, como parte de la Expedición Frobenious, al estudiar la forma en que la cultura moderna o occidental impactó en los aborígenes en la División Kimberly en el N.O. de Australia. Este etnólogo alemán entrevistó aborígenes de Worora, Unambal y Ungarinyin así como aborígenes ‘civilizados’ que mantenía supuestamente su ‘herencia cultural’. Aquellos que habían sido educados o criados en misiones y establecimientos del gobierno, conocían un poco más que el ‘hombre blanco’. También cómo adoptaron las vestimentas del colonizador y preservaron partes de su lengua nativa. Diferían sí de sus antepasados en cuanto a que habían perdido la facultad de soñar con los NE al estilo de ellos. Lommel sostiene, además, que los aborígenes expresaron una sola razón para soñar con los NE, de la que se mantendría sólo en el recuerdo, en cuanto a que no debía ser demasiado pesado con el objeto de permanecer alerta y sensitivo, incluso cuando el cuerpo descansa . Era la única manera en que NE entrara al corazón del hombre; de ahí a su mente y de ahí a la conciencia. Parece que atribuían los sueños a la dualidad de un evento conciente, una mente alerta, y un cuerpo en reposo. Pareciera ser, comenta la Dra. Lommel, que estos pueblos originarios de Australia, al comenzar a acumular el stress moderno empezaron a dejar su vida silenciosa y tranquila de los bosques donde practicaban ceremonias sagradas disponiendo de todo el tiempo para contemplar y meditar.
El Vientre Materno: ¿La Primera Escuela?
T. R. Verny (1981) en su libro ‘The Secret Life of the Unborn Child’ nos plantean la interrogante ¿dónde es que experimentamos las primeras emociones de amor, rechazo, angustia, y la alegría? Y la respuesta es: en la primera escuela a la que asistimos, en vientre de nuestra madre. Naturalmente que el ‘estudiante’ trae a esta situación cierta dotación genética: la inteligencia, talentos y preferencias donde la familia, la educación, la cultura influyen poderosamente en el interés por traer un niño al mundo, paciencia, comprensión. ¿cómo ha sido el proceso del embarazo? ¿ ¿Se siente triste, feliz, o distraída? Esta situación la compara con la realidad de la sala de clases ¿es tranquila o ruidosa? ¿ demasiado calurosa o gélida o es una caldera de situaciones estresantes?
Estamos de acuerdo en que no puede ser lo mismo si un bebé es concebido en odio o amor, angustia o violencia; no es lo mismo si la madre desea estar embarazada y quiere tener un bebé o el bebé es no-deseado. No el lo mismo si la futura madre tiene el respaldo de su familia o amistades, no posee adiciones, vive en un ambiente estable libre de situaciones estresantes o recibe un buen cuidado pre-natal. A la luz de ciencia oficial, puede que estas condiciones básicas de la CPN no tengan una importancia confiable y válida, importan sí posteriormente en las prácticas de educación refleja y formal futura que tendrá el niño por nacer. Verny sostiene que“ser padre o madre es un acto de fe” en cuanto a que representa la creencia en un mañana mejor, no sólo para si mismo sino para la “sociedad planetaria”: quién ve chico no ve grande, decía un antiguo adagio popular. Al menos que mejoremos nuestra comprensión de este proceso biológico-espiritual sobre el niño nacido y después de nacido, este “acto de fe” puede no tener ninguna recompensa o retribución ya que en la mayoría de los casos traspasamos a nuestros hijos la educación o “formación neurótica” que, como papá o mamá, hemos recibido. Por distintas razones esta es una situación complicada de llevar a cabo en cuanto a tener que adoptar una posición de flexibilidad ante los desafíos que nos presenta la responsabilidad de ser padre o madre.
El Diálogo Prenatal.
¿Cómo se comunican, desde la vida intrauterina, las emociones y pensamientos maternales al niño(a) por nacer? Verny (2002) sostiene que los canales de comunicación pueden ser diversos. Desde el momento de la concepción, el niño por nacer tiene un diálogo con su madre, y por intermedio de ella, con el ambiente; cuando todos los canales están activos el bebé recibe el mensaje completo; es como una especie de sonido estereofónico que puede ocurrir por tres canales:
Canal 1: Comunicación Molecular ¿en qué consiste? En lo que Verny llama ‘moléculas emocionales’ relacionada con el stress que, vía adrenalina y noradrenalina, llegan al niño(a) no nacido por medio del cordón umbilical y la placenta; el niño(a) por nacer es parte del cuerpo de la madre como también lo es su corazón u otro órgano.
Canal 2 : Comunicación Sensorial: cuando a la futura mamá se le acaricia el vientre, habla, canta, camina, o corre se está comunicando con su bebé por medio de los sentidos del bebé ; así el niño(a) por nacer se comunica con su madre mediante el llanto que la mamá pronto llegará a ser experta en comprender el significado del mismo. De un modo similar el bebe es capaz de comunicarse mediante pequeñas ‘pataditas’ cuando escucha música agradable, pero se agitará algo, si se le somete al ruido desagradable como el de una máquina o taladro neumático, o a la música de un concierto de rock; de alguna forma la madre acusa recibo con una reacción más brusca. Dependiendo de las circunstancias, las madres están, en mayor o menor grado, armonizadas a este tipo de comunicación dependiendo de su sensibilidad o intuición. Frente a un estado depresivo o ansiedad, algún tipo de ‘violencia’, consumo de drogas y alcohol, puede que este grado de sensibilidad pueda enviarle a su bebé mensajes no tan positivos, por razones obvias.
Canal 3: Comunicación Intuitiva: ¿Quién de nosotros no ha experimentado situaciones en que, conversando con alguna persona, repentinamente miramos a otro lado para encontrarnos con alguien que también nos está mirando . O en el caso de gemelos que, estando a varios kilómetros de distancia, uno siente que el otro está enfermo, o le ha ocurrido algo. Ello ocurre cuando existe un fuerte vínculo emocional que los une; decimos, entonces, que están o estamos en la misma ‘longitud de onda’. ¿No ocurre algo similar entre la madre y el hijo por nacer? : El canal intuitivo de la madre puede transmitir pensamientos y estados afectivos a su bebé. La mamá, por su parte, recibe por la misma vía de su hijo por nacer, en forma de ‘sueños’ al estilo o la forma como se ha descubierto que es posible en pueblos aborígenes de Australia, como lo hemos descrito en párrafos anteriores. Es justamente por medio de este complejo sistema de comunicación prenatal que el niño por nacer aprende de si mismo(a), su madre y el mundo que le rodea. Por lo mismo es que hemos dedicado este espacio en este libro.
Otra forma de CPN, es la importancia del canto durante el embarazo. Michel Odent (1985) en un interesante libro ‘Towards a Less Mechanized Chilbirth’ (Hacia un Parto menos Mecanizado), Oxford University Press, como obstetra, organizó en la villa francesa de Pithiviers reuniones grupales en torno a un piano. Las futura mamás entonaban canciones para promover la amistad del grupo y también pensando en que el vínculo madre-hijo por nacer podía fortalecerse. Comparado con un grupo que no lo hacía al final del período de embarazo, el primer grupo informó que los nacimientos habían sido más fáciles y se sentía un vínculo afectivo más fuerte entre madre-hijo(a). Esta experiencia motivó el interés por lo mismo que en España el Centro de Salud Vilamarxant, Rosario N. Rozada Montemurro lanzó un programa similar al de M. Odent que consistía en reunirse a cantar un día a la semana por dos horas. Se convirtió en lo que ahora es una parte anexa a otras experiencias de consejería, caminatas, paseos, juegos, películas, y reuniones con los papás de los bebés. Si la experiencia de cantar enseña algo al niño por nacer, los resultados o conclusiones indican que se construyen así los fundamentos del vínculo amoroso o afectivo entre la madre y el niño(a). Odent enfatiza, las madres que esperan un hijo(a), sienten la necesidad de este tipo de comunicación al compartir ansiedades o angustias comunes, fantasías, problemas, temores, y soluciones. Montemurro señala también que la ‘conciencia conectiva’ o vínculo madre-hijo que forman se extienden al niño(a) por nacer. Descubrió que las madres embarazadas pueden sentir a su bebé participando de las canciones con movimientos fetales espontáneos y armoniosos. Después del nacimiento, se observa un grado de conciencia mayor hacia el mundo que le rodea, facilidad para establecer relaciones, la tendencia a sonreír rápida y fácilmente; también informan las mamás que las canciones de cuna cantadas antes del nacimiento son especialmente efectivas para tranquilizar al bebé y para inducir el sueño.
El Incremento del Poder Cerebral:
Cambiando un poco de tema, los nuevos modelos en el campo de la neurociencia dan cuenta también que los sonidos, ritmos y otras formas de estimulación pre-natal que llegan al niño por nacer, no solamente son ‘improntas’ para permanecer allí, sino que actúan para formarlos. La Dra. Marian Diamond (1987), destacada neurocientífica de la UCLA, EE.UU. demostró por primera vez que ratas embarazadas expuestas a ambientes variados e enriquecidos tuvieron crías con un cerebro más grande y eran mejores equipadas para circular por laberintos complejos que ratas no expuestas a este tipo de ambiente. En muchas culturas Asiáticas – si estos pudiera extrapolarse a seres humanos – por siglos han motivados a madres embarazadas a enriquecer con pensamientos agradables evitando la ira y conductas perturbadoras. Aún más –sostiene- que a medida que las células cerebrales desminuyen en tamaño cuando están deprivadas de una nutrición adecuada o expuestas al alcohol o cualquier sustancia dañina, éstas aumentan aparentemente su tamaño cuando reciben estimulación principalmente en la corteza cerebral. Al respecto el pediatra norteamaricano T. Berry Brazelton (1982) advierte que los infantes sometidos a demasiada estimulación (enseñanza, juegos, ruidos, etc) pueden llegar a despertarse durante los periodos de sueño desarrollando cólicos o simplemente retraimiento. Sugiere siempre un nivel de prudencia en las experiencias de estimulación ya sea en la vida intrauterina o después de nacer. Es esencial – afirma – no forzar el cerebro en desarrollo sino permitir períodos de asimilación y consolidación a intervalos.
¿La CPN es un Misterio?
Elisabeth Hallet (1995) nos plantea que, mucho tiempo antes de la concepción, la madre es capaz, de alguna u otra forma, de sentir la conexión como un indicio o noción vaga de lo que viene. Puede ser en un sueño que al sentirlo real es como que se encontrara con una persona o ser real, es decir, que esa persona o ser ya existe en alguna parte y de alguna forma. ¿Qué significan estas experiencias? ¿es posible que nuestros hijos futuros vengan a visitarnos para reír y jugar con nosotros, a abrazarnos y a motivarnos antes de tomar su cuerpos como bebés? Sea como fuere las madres saben que pueden entrar en un período de mucha sensibilidad, como que se abre el corazón y la vida –relatan muchas madres – al nuevo ser que va a nacer (incluso por nacimiento o adopción). Por lo mismo es que recomienda siempre poner mucha atención a las sugerencia o “intuiciones sutiles” como también a aquellos encuentros dramáticos o inesperados que se presentan en la vida de la madre sin prácticamente buscarlos.
Hallet relata así lo siguiente:
“mi propia experiencia de la preconcepción fue algo muy sutil;
sucedió una y otra vez meses antes que concibiera a mi primera hija;
al quedarme dormida sentí repentinamente una especie de visión de
alguien a quien yo quería mucho en este mundo; fue como una
especie de fuente de alegría en mi corazón; ¿quién era esa per-
sona a quien yo quería mucho ; el sentimiento no encajaba con nadie
conocido o conocida ; me encantaba pensar que era la hija que iba
a tener que se acercaba a mi para que yo la conociera”.
Volviendo a las palabras de los Drs. Elisabeth M. Carman y Neil J. Carman (1999) en su libro Cosmic Cradle: Souls Waiting in the Wings for Birth platean que “la pre-concepción es una historia cósmica no contada, una etapa de la vida humana deficientemente investigada y la más misteriosa”. En este texto, se ofrecen al lector interesado, una 200 historias inspiradoras sobre el paso de un bebé desde “los mundos celestiales al vientre materno”. Recalcamos, son historia relatadas por niños superdotados, Santos Cristianos, Lamas Tibetanos, filósofos griegos de la antigüedad y pueblos originarios de Norteamericanos, Africa y Australia. No sabemos al respecto nada en nuestros pueblos originarios de América. Es un libro espiritualmente iluminador que levanta el velo del materialismo científico para entender la comunicación pre-natal o CPN que exploran de alguna forma la conciencia humana en cuanto a explicar o dar cuenta de un capítulo olvidado en la psicología del desarrollo infantil.
La Dra M. Vera Justin Corda (2005), fundadora de las Escuelas Sufí para la Nueva Era, Universidad de Oregon, EE.UU., después de leer Cosmic Cradle (CC) sostienen que el libro explica por qué su hermana y ella son tan diferentes formándose en la misma familia e influencia ambientales; sus vidas no comenzaron con el nacimiento familiar, se inició antes de llegar al plano de esta existencia. Aún más, la idea de que el destino no es algo pre-programado por una fuerza externa es útil en tiempos postmodernos meditar sobre lo hasta aquí plateado. El texto es como una enciclopedia con una inmensa enseñanza; no es un viaje mental sino una manera de experimentar la propia vida personal; su lectura significa buscar la verdad individual de por qué “estamos aquí y somos lo que somos”.
David B. Chamberlain (1990), psicólogo norteamericano interesado en lo que él denomina ‘psicología pre-natal’, dice que CC es un texto iluminador y fuertemente espiritual; revela lo que hay oculto en la literatura universal, materialista sobre la comunicación entre padres e hijos por nacer. Dice que la experiencia de la comunicación pre-natal es una experiencia humana universal en cuanto a compartir los misterios que subyacen a la concepción, el embarazo, y el nacimiento. Somos seres espirituales que hemos elegido una experiencia humana. El libro en sí es un tratado completo sobre la existencia anterior a la muerte pues cubre una amplia gama de filosofías y creencias religiosas.
A continuación entregamos, a modo de ilustración, algunos párrafos o acápites del texto que fortalecen la idea de CPN:
‘ el viaje de su alma a un cuerpo humano es sólo parte de la experiencia en un vasto universo multidimensional. Tu conciencia no es un producto de tu cerebro físico, pues se origina en las dimensiones superiores del Cosmos. Los sucesos que condujeron a tu nacimiento no fueron accidentales, o procesos al azar; ellos sucedieron en un universo no vacío de conciencia y de inteligencia espiritual. Nuestro plan de vida es parte de un diseño en un universo repleto de vida, significados e inter- conectividades’.
‘cómo llegamos a nacer en este Planeta parece tan misterioso como cuando un gusanos se transforma en crisálida y finalmente en una mariposa. La vida antes de la concepción biológica es tal vez la etapa menos investigada de la existencia humana; todos hemos pasado por este reservado proceso…. Y que aún permanece como una historia cósmica no contada’.
‘más y más padres, en la actualidad, reciben un contacto celestial desde el mundo de la pre-concepción – un mensaje de un niño que desea nacer; este tipo de comunicación establece una nueva relación padre/madre-hijo(a) ; el amor por un niño se inicia antes de la concepción y nutre el deseo por cuidarlo, o si el deseo ya existe las visitas del alma facilitan a la pareja a seguir ese camino; estas experiencias pre-natales o pre- concepción llegan en diferentes formas: visiones, sueños, telepatía, y conciencia intuitiva. Son la mujeres quienes informan más apropiadamente que los hombre respecto de estas experiencia, seguramente para prepararlas en los cambios corporales durante todo el proceso de la gravidez’.