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Trastorno de la voz que generalmente se presenta entre los 30 y 50 años de edad. Los síntomas son leves y se presentan de vez en cuando, pero posteriormente suelen empeorar y presentarse con más frecuencia. Es más común en mujeres.
La disfonía espasmódica es un trastorno de la voz en el que uno o más músculos de la laringe se mueven de forma involuntaria. Se da únicamente en el acto vocal, pues en reposo las cuerdas vocales se ven normales Se caracteriza por una voz temblorosa, ronca, tensa y cortada, es decir, se dan espasmos o interrupciones vocales debido a que el movimiento de las cuerdas vocales es tenso y forzado.
Generalmente, los síntomas son leves y se presentan de vez en cuando, pero posteriormente suelen empeorar y presentarse con más frecuencia. Este trastorno ocurre entre los 30 y 50 años de edad y es más frecuente en mujeres.
Las causas de este padecimiento aún son desconocidas, pero se cree que es causado por un mal funcionamiento en los ganglios basales.
Existen dos tipos de disfonía espasmódica:
Es el tipo más frecuente. Hay un cierre excesivo e intermitente de las cuerdas vocales al hablar. Se caracteriza por una voz temblorosa, quebrada, entrecortada y tensa debido a que no hay una adecuada vibración de las cuerdas vocales, por lo que se altera el sonido.
Hay una apertura prolongada de las cuerdas vocales. La voz es débil, baja y susurrante.
Algunos pacientes presentan los dos tipos de disfonía espasmódica.
Los síntomas de este trastorno suelen mejorar cuando la persona canta o ríe, siempre y cuando el trastorno no sea severo o esté avanzado.
Normalmente, la disfonía espasmódica se presenta cuando la persona está estresada o agotada.
Por ahora, se cree que la toxina botulínica es el tratamiento más efectivo para este padecimiento, la técnica de relajación vocal y la terapia de voz sirven como complemento del tratamiento