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Aproximadamente un tercio de los padres de niños con TEA informan que sus hijos han experimentado una regresión en el desarrollo comunicativo, es decir, han perdido en momentos tempranos capacidades comunicativas y/o lingüísticas que ya habían adquirido (Rapin, 2006).
Los sistemas de comunicación aumentativos y/o alternativos juegan un papel muy importante en el desarrollo de la comunicación en personas con una discapacidad severa (Snell et al., 2010), por lo que es crucial que se introduzca un SAAC antes de que se de un fracaso en la comunicación.
Las personas con trastorno del espectro autista (TEA) presentan dificultades en tres áreas, independientemente de la intensidad del trastorno:
Aproximadamente un tercio de los padres de niños con TEA informan que sus hijos han experimentado una regresión en el desarrollo comunicativo, es decir, han perdido en momentos tempranos capacidades comunicativas y/o lingüísticas que ya habían adquirido (Rapin, 2006).
En aquellas personas que adquieren el lenguaje verbal, existen limitaciones en el uso de este, con una predominancia de las formas imperativas sobre las declarativas. Se observan también importantes limitaciones en las competencias de conversación y discurso (Rivière, 1997). Incluso las personas con TEA con mayores competencias lingüísticas presentan dificultades para ajustar el discurso al conocimiento y necesidades del interlocutor y en general, a lo relativo a os aspectos pragmáticos del lenguaje.
Se observan además del retraso en la adquisición, algunos usos particulares del lenguaje que parecen ser característicos de los TEA:
El uso de la prosodia (entonación del habla) también resulta problemática para las personas con TEA. El habla de estas personas puede sonar extraña o robótica debido a manejo ineficaz de los patrones entonativos.
Tager-Flusger y cols. (2011) señalan que estas dificultades se trasladan al ámbito de la comprensión, donde aparecen dificultades para darle sentido a una frase o enunciado en función de sus patrones entonativos.
Las personas con TEA siempre presentan dificultades en a comprensión verbal. Rivière clasifica estas dificultades en tres gradientes:
Los niños con TEA muestran un menor uso de gestos, y específicamente la ausencia de conductas dirigidas a compartir la atención con otra persona (gestos comunicativos con función declarativa).
Cuando los niños con desarrollo típico empiezan a utilizar las primeras palabras (entre los 12 y 18 meses) las alteraciones en los niños con TEA empiezan a ser evidentes. Algunos niños durante el segundo año de vida experimentan una regresión en su desarrollo lingüístico y dejan de usar palabras que ya habían adquirido. Entre un 40 y 50% de los niños con TEA nunca desarrollan la capacidad de hablar más allá del uso de unas cuantas palabras (Rhea, 2007). Los niños que desarrollan capacidades verbales adquieren el vocabulario y las combinaciones de palabras a un ritmo más lento y con frecuencia hablan poco hasta avanzada la edad preescolar (Paul, 2007).
Los sistemas de comunicación aumentativos y/o alternativos juegan un papel muy importante en el desarrollo de la comunicación en personas con una discapacidad severa (Snell et al., 2010), por lo que es crucial que se introduzca un SAC antes de que se de un fracaso en la comunicación. Los sistemas alternativos de comunicación pueden ser no solo aumentativos, sino incluso potenciadores del habla puesto que se desbloquea esta vía como única de comunicación y puede resultar finalmente más facilitada (Sotillo y Rivière, 1997).
El Grupo de Estudio del ISCIII (Fuentes-Biggi et al., 2006) recomienda los SAAC en las personas no verbales. El punto fuerte en procesamiento visual facilita su aprendizaje. Sin embargo, destaca el desfase existente entre la escasa evidencia probada y la amplia utilización de los SAAC en los programas para personas con estos trastornos.
Javier Tamarit (1988, p. 32) define los Sistemas Alternativos de Comunicación (SSAAC) como: Instrumentos de intervención logopédico/educativa destinados a personas con alteraciones diversas de la comunicación y/o lenguaje, cuyo objetivo es la enseñanza mediante 19 procedimientos específicos de instrucción, de un conjunto estructurado, de códigos no vocales, necesitados o no de soporte físico, los cuales mediante esos mismos u otros procedimientos específicos de instrucción, permiten funciones de representación y sirven para llevar a cabo actos de comunicación (funcional, espontánea y generalizable), por sí solos o en conjunción de códigos vocales o como apoyo parcial a los mismo, o en conjunción a otros códigos no vocales. Estos SSAAC fomentan la comunicación y las relaciones sociales; sobre todo de las personas no verbales con TEA. El hecho de que algunas de estas personas tengan buena memoria para la información visual facilita un aprendizaje basado en claves visuales; por ello, son un complemento importante en programas educativos y sociales.
Las ventajas que ofrecen los sistemas alternativos de comunicación son: se adapta a las características, necesidades y capacidades de la persona. Se consigue una mejora global de la conducta adaptativa. Aumenta el autoconcepto y autoestima. Mejoran las relaciones interpersonales Mejora la atención, la memoria, la representación y la simbolización (habilidades cognitivas). Se pueden usar imágenes concretas (muy pictográficas), con poco nivel de abstracción. Permite emplear muchas formas diferentes de representar una palabra, dependiendo de las necesidades de cada persona. El uso de colores ayuda a recordar la localización de los símbolos y agilizar la búsqueda. La construcción de frases suele ser simple puesto que carece de nexos, adverbios y partículas, agilizando el proceso comunicativo. Favorece el desarrollo de la organización sintáctica de enunciados sencillos.
La necesidad de que estos apoyos sean flexibles, estables, abarquen los distintos ámbitos de la vida de las personas y se centren en mejorar la calidad de las mismas, obliga a que estos se fundamenten en investigaciones basadas en la evidencia y a que se valore adecuadamente su eficacia.