!-- Google tag (gtag.js) -->
En general, la creencia de que la actitud del profesor ejerce una influencia directa sobre el éxito de la inclusión de personas con discapacidad en clases regulares enfatizó las investigaciones sobre esta temática en la formación del profesor.
El concepto de actitudes parece adecuarse bastante al estudio de las reacciones de las personas frente a la inclusión.
Las reacciones manifestadas en relación a la inclusión acarrean fuertes componentes cognitivos, emocionales y comportamentales, que se encuentran directamente ligados a las actitudes sociales
En general, y en el sentido de una mejora efectiva de las actitudes de los profesores de educación física en relación a los alumnos con discapacidad, es imperativo que se desarrollen / implementen estrategias para realizar ajustes curriculares (a nivel de la formación inicial de profesores), así como sondar / inventariar las necesidades de formación de los profesores de educación física (a nivel de la educación especial). Además de los profesores, el éxito de la inclusión está también relacionado con la actitud de los alumnos sin discapacidad frente a la inclusión de sus pares con discapacidad en la clase de educación física.
Los atributos que contribuyen a las actitudes de los alumnos pueden ser subdivididos en tres áreas: variables relacionadas con los alumnos sin discapacidad (género, nivel de enseñanza, contacto previo con la discapacidad y nivel de competitividad); variables relacionadas con el cambio de actitudes (intervención de carácter inclusivo); variables relacionadas con el alumno con discapacidad (tipo y grado de discapacidad).
En lo que se refiere a las diferencias de género, los resultados muestran que las niñas tienen actitudes más favorables frente a los niños con discapacidad que los chicos, contacto previo con discapacitados en un entorno familiar o cercano propicia actitudes más favorables; los alumnos no competitivos presentan actitudes más favorables, ...
Los profesores, encargados de educación y sociedad desempeñan un papel de extrema importancia en el desarrollo global del alumno. Son ellos, que a través de sus actitudes, transmiten la confianza, el afecto y la aceptación necesarios para promover un equilibrio y un crecimiento armoniosos. Así, el alumno con discapacidad creará nuevas formas de acción, actitudes y comportamientos, basándose en la imitación de la conducta de las personas que la rodean.
DEPORTE Y DEFICIENCIA
En la escuela, existen situaciones en que los alumnos con discapacidad son marginados y discriminados. Estas actitudes, de miembros de las comunidades educativas, pueden contribuir a una baja autoestima y bajo rendimiento escolar - perjudicando su desarrollo global.
La educación física puede desempeñar un papel importante en la inclusión de alumnos con discapacidad (en la enseñanza regular). Según la UNESCO (Carta internacional de educación física y deporte, 1978), la práctica de la educación física es un derecho de todos y los programas deben dar prioridad a los grupos menos favorecidos en el seno de la sociedad. Hay algunas razones que justifican la importancia de la educación física para la construcción de la educación inclusiva, como: los contenidos ministrados (que presentan un grado de determinación / rigidez menor que otras disciplinas); la libertad del profesor (que dispone de mayor libertad para organizar los contenidos) - esta flexibilidad contribuye a una mayor facilidad de diferenciación curricular.
Las actitudes favorables a la inclusión, por parte de alumnos sin discapacidad y profesores, son un elemento de extrema importancia para el éxito de la integración de alumnos con necesidades educativas especiales.
La disciplina de educación física posibilita la participación de los niños / jóvenes con discapacidad en ejercicios / actividades adecuados a sus capacidades y limitaciones - contribuyendo para que se sientan más incluidos e integrados en el grupo grupo. Como tal, es necesario que los profesores de educación física realicen actividades que contribuyan a modificar el contexto social en que viven las personas con discapacidad.
Para ello, es necesario que exista una adaptación y estructuración de las estrategias / formas de intervención que propicien la inclusión de alumnos con discapacidad - a través de la elaboración de programas de intervención de naturaleza inclusiva con base científica.
Los juegos no deben ser organizados de manera rigurosa, sino como una propuesta que podrá ser alterada según la necesidad del grupo, teniendo siempre en cuenta la creatividad, habilidad y la sociabilidad de los niños y jóvenes involucrados. (Diehl, 2006).
Podemos evaluar el cambio de actitudes a nivel de la educación física, a través de la realización de programas de intervención de naturaleza inclusiva. Estos, tienen como principal objetivo sensibilizar a la discapacidad (en contexto escolar).
Los programas de intervención de naturaleza inclusiva están compuestos por actividades relacionadas con el deporte paralímpico, con las diferencias individuales y con las necesidades adyacentes a la discapacidad - tienen como finalidad la mejora de las actitudes de sus actores para los alumnos con discapacidad.
Cualquier persona con discapacidad, puede y debe practicar deporte, de forma inclusiva, sin embargo, las reglas deben adaptarse a sus capacidades, necesidades y limitaciones.
Para que exista un cambio de actitud, es imperativo que exista en las escuelas y en la comunidad, un trabajo de sensibilización y formación sobre la discapacidad (capacidades, posibilidades, buenas prácticas, tipos de actividades, programas de intervención, ...)..
En suma, para que el alumno con discapacidad tenga un buen autoconcepto, es necesario que éste se sienta plenamente integrado en el grupo grupo (valorado y reconocido por los colegas, profesores y por sí mismo).
ACTITUD
Podemos definir el término actitud, como la tendencia / predisposición adquirida y relativamente estable para actuar, pensar o sentir de una determinada forma (positiva o negativa) frente a un objeto, persona, situación, grupo social, institución, concepto, ...
Esto es, una disposición estable para responder, de forma consistente, favorable o desfavorablemente, a un objeto psicológico, para predecir y explicar el comportamiento humano (Ajzen y Fishbein, 2000).
En general, existen algunos agentes que influencian la formación de las actitudes: grupos primarios (familia, escuela, amigos, ...), que crean / limitan las situaciones para el individuo - de las cuales surgen las cogniciones y sentimientos.
Además de estos, existen todavía los grupos de referencia (de participación o no del individuo), que modelan la formación de sus actitudes en la medida en que el individuo se identifica con ellos.
Así, las actitudes del individuo se desarrollan, al mismo tiempo que éste se desarrolla. Es decir, a lo largo del desarrollo de las actitudes el individuo adquiere una educación formal e informal, a través de la escuela, de los pares y de otros agentes sociales (grupos de participación del individuo y grupos de los cuales no forma parte).
De este modo, los componentes cognitivos, afectivos y comportamentales que integran las actitudes se influencian mutuamente, es decir, cualquier cambio en uno de estos tres componentes es capaz de modificar los otros, ya que todo el sistema es accionado cuando uno de sus componentes es alterado.
Las actitudes pueden ser medidas, es decir, podemos evaluar su dirección e intensidad (lo que permite efectuar comparaciones entre los individuos y los grupos). Sin embargo, existe la posibilidad de que las respuestas sean influenciadas por el contexto, por el orden y formulación de las cuestiones, por el humor del entrevistado, por la sociedad y hasta por la intención deliberada de mentir por parte de los sujetos.
Fishbein y Ajzen (1975) afirman que las actitudes son importantes factores en la predicción del comportamiento humano.
Desde que se entendieron las actitudes como una disposición comportamental, se percibió que podían ser utilizadas para explicar la acción del ser humano (las actitudes pueden ser deducidas a través del comportamiento). Es decir, las actitudes no son directamente observables, pero a partir de una actitud podemos adivinar un comportamiento. Por ejemplo, si tenemos conocimiento de una persona que presenta una actitud negativa en relación a la inclusión de alumnos con discapacidad, podemos, de cierta forma, prever la forma en que se comportará ante la inclusión de una forma general.
Hay algunos factores que aumentan la consistencia de la relación entre actitud y comportamiento, como: la fuerza de la actitud, la estabilidad de la actitud, la accesibilidad de la actitud, la relevancia de las actitudes hacia el comportamiento, el saliente de la actitud, .... Por otro lado en el sentido de que, en el caso de las mujeres, se trata de un problema de salud pública.
CONSIDERACIONES FINALES
La relación existente entre actitudes y comportamientos es fácilmente entendida si situamos las actitudes en el contexto de otros factores psicológicos que también definen los comportamientos y si atendemos al principio de correspondência.
Hoy en día, existe un conocimiento significativo acerca de la red de relaciones entre actitudes, comportamientos y otras variables.
En general, la creencia de que la actitud del profesor ejerce una influencia directa sobre el éxito de la inclusión de personas con discapacidad en clases regulares enfatizó las investigaciones sobre esta temática en la formación del profesor.
En el caso de la educación física adaptada, la Teoría de la Acción Reflejada y la Teoría del Comportamiento Planificado los modelos teóricos más estudiados y validados, pues prevén y comprenden, gran variedad de comportamientos.
El concepto de actitudes parece adecuarse bastante al estudio de las reacciones de las personas frente a la inclusión.
Las reacciones manifestadas en relación a la inclusión acarrean fuertes componentes cognitivos, emocionales y comportamentales, que se encuentran directamente ligados a las actitudes sociales.
La inclusión de niños con discapacidad en la enseñanza regular, se presenta como un objetivo pedagógico y social para diversos países, así como una orientación para todas las organizaciones internacionales.
En general, el cambio de las actitudes de los docentes involucra todo un conjunto de condicionantes (valores, deseos, emociones, sentimientos e inseguridades frente a las realidades vividas en el aula con los alumnos, órganos de gestión, personal auxiliar y colegas ... que, en cierto modo, ocupan un lugar destacado en el éxito / fracaso de todas las políticas educativas.
Por lo tanto, el cambio de actitudes frente a la discapacidad debe ser considerado como un plan global, dependiente de las acciones, comportamientos e intenciones de los profesores y demás agentes educativos, encargados de educación y sociedad de una forma general.