Rocío Bellver Abardía | 15/06/2016

La familia y la escuela son los principales agentes de socialización en la vida de los niños. En los contextos donde ambas trabajan de manera conjunta, el desarrollo de los niños se ve reforzado.

Escuela y familia deben trabajar de manera conjunta en la vida de la escuela; ningún sentido tiene una escuela desvinculada del contexto familiar.

Uno de los objetivos principales de la escuela y de los profesionales que se enmarcan dentro de ella debe ser potenciar la relación y la comunicación con las familias. Las familias están presentes en la vida escolar y la comunicación se presenta como el pilar fundamental de la relación.

En este artículo te hablaré de la comunicación, de por qué es importante que exista una comunicación fluida entre la escuela y la familia y de las consecuencias que pueden desprenderse de la falta de la misma.

¿Qué es la comunicación?

Como dijo Konrad Lorenz, “dicho no quiere decir escuchado; escuchado no quiere decir entendido”. La comunicación es poner en común, participar, entrar en una relación de intercambio de pensamientos y de emociones.

La comunicación implica una dirección bidireccional y recíproca y la transmisión de señales mediante un código común al emisor y al receptor.

Distintos son los elementos de comunicación: el emisor, el receptor, el mensaje, el canal… Encontramos también el contexto (la situación en que se desarrolla la comunicación y que determinará en gran medida la interpretación que se dará al mensaje) y todas las interferencias o barreras que se producen y se deben tener en cuenta.

Uno de los axiomas básicos de la comunicación nos dice que es imposible no comunicarse. Y esto es bien cierto, de manera que en una interacción todo tiene valor: siempre estamos comunicándonos con el otro.

Hablar y callar tiene valor de mensaje, dado que con ello estamos influyendo en el otro y produciendo una respuesta en el interlocutor.

Tipos de comunicación

Cuando hablamos de comunicación, y de cara a tener en cuenta cómo nos comunicamos con otras personas, o cómo nos comunicamos entre docentes, o entre las familias y la escuela… es importante atender a los distintos tipos de comunicación.

Encontramos la comunicación verbal y la comunicación no verbal; esto es, entendemos el mensaje de las personas no sólo a través de la comunicación verbal sino también mediante la comunicación no verbal (gestos, expresión facial…).

En el caso de contradicción entre ambos en un mensaje, predomina el mensaje no verbal. Y esto es importante tenerlo en cuenta cuando interactuamos con otras personas.

El habla es la herramienta más importante, a través de la cual codificamos el material cognitivo, lo que queremos decir a la otra persona, de manera que el receptor (nuestro interlocutor) lo decodifica.

El componente verbal tiene una gran variedad de propósitos: aportar datos, dar razones, hacer peticiones…

El lenguaje de tipo no verbal es más sutil, con mas interpretaciones, con intenciones a veces más profundas (podemos engañar más fácilmente con el mensaje verbal; sin embargo, nos cuesta más hacerlo con el lenguaje no verbal).

El lenguaje no verbal exige que seamos más conscientes y tengamos más control, nos cuesta más disimularlo, además de que la simpatía, por ejemplo, al igual que la antipatía, la solemos comunicar a través del lenguaje no verbal.

La comunicación no verbal trasciende a la palabra hablada, afecta más a cómo se dice que a lo que se dice.

Esto es importante tenerlo en cuenta en la relación que establecemos en la familia.

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