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La inserción de las computadoras y otros artefactos tecnológicos en las aulas ha cambiado y modificarán la definición del aula como espacio pedagógico. Pero no todo lo que reluce es oro… el uso permanente de estas nuevas tecnologías generan un tipo de adicción al no poder prescindir de ellas.
La inserción de las computadoras y otros artefactos tecnológicos en las aulas ha cambiado y modificarán la definición del aula como espacio pedagógico.
El concepto “aprendizaje ubicuo”, que pertenece a Nicholas Burbules, de la Universidad de Stanford, en EE.UU., promovido por las tecnologías de la información y la comunicación, planteó el desafío como docentes o usuarios de no mostrarse siempre disponibles frente a estas tecnologías que requieren siempre de nuestra atención para estar conectados. “Tenemos que usar la tecnologías para nuestros fines y no dejar que ella nos use a nosotros”. Sin embargo, ¿serán las tecnologías las que se encuentran al servicio del ser humano? ¿O acaso el ser humano se encuentra al servicio de las tecnologías?
Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación posibilitan el acceso al conocimiento y también permiten conectarse con personas de nuestro entorno o que se encuentren a grandes distancias. Internet es una herramienta accesible y que a diferencia de otros tiempos, permite relacionarse con otras personas de manera rápida y a bajo costo.
Al usar estas tecnologías de manera más creativa, la ubicuidad de estos dispositivos puede también significar una gran oportunidad para desacartonar el proceso de enseñanza/aprendizaje. Al mismo tiempo el aprendizaje no se limita a la escuela ya que se puede aprender en cualquier lugar y en cualquier momento.
Pero no todo lo que reluce es oro… el uso permanente de estas nuevas tecnologías generan un tipo de adicción al no poder prescindir de ellas. Por ejemplo: estudiantes constantemente conectados con las redes sociales (celulares con internet).
Al llevarlo al aula, las consecuencias son inevitables, desconcentración, aislamiento, apatía atentan contra las enseñanzas de los docentes.
La salud de los usuarios sufre un impacto con el empleo de las tecnologías: insomnio, afecciones visuales, sedentarismo, problemas posturales e incluso traumatismos.
Por lo tanto… ¿Son apropiadas para el uso en el aula?
Desde mi punto de vista las nuevas tecnologías son necesarias para su utilización en el aula, sin llegar al punto de que atente contra las enseñanzas de los docentes. Al mismo tiempo estas nuevas tecnologías nacieron para quedarse, por lo tanto debemos usarlas de modo que ellas se encuentre al servicio nuestro.