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El aprendizaje de la lectoescritura en el sistema Braille requiere que el niño ciego adquiera una motricidad fina adecuada. En la etapa de educación infantil el niño ciego debe adquirir un desarrollo multisensorial que compensa la carencia de visión. El ciego, que depende de sus otros órganos sensoriales para conocer lo que rodea, deben ser estimulado constantemente los otros sentidos (tacto, gusto, olfato, oído), para que explore, busque y conozca su cuerpo a través de sus sentidos
El aprendizaje de la lectoescritura en el sistema Braille requiere que el niño ciego adquiera una motricidad fina adecuada que pueda lograrse a partir de actividades como las siguientes (Bautista, 1994, p. 240):
a) Reconocer, clasificar, emparejar y ordenar objetos de diferentes tamaños, forma y texturas. Para introducir al niño en el reconocimiento de formas bajo los dedos, primeramente tendrá que sentirse seguro, la iniciación al braille depende básicamente del desarrollo de esta capacidad.
b) Actividades de coordinación dígito-manual. El niño ciego debe utilizar ambas manos con el fin de favorecer su acción conjunta y mejorar la capacidad táctil.
c) Dígito-pintura, modelado (arcilla, plastilina) engomado, plegado, recortado, trenzado.
d) Punteado de figuras de diferentes formas y dimensiones.
e) Clasificación de texturas.
f) Percepción táctil con la yema de los dedos.
DESARROLLO SENSO-PERCEPTIVO
En la etapa de educación infantil el niño ciego debe adquirir un desarrollo multisensorial que compensa la carencia de visión. El ciego, que depende de sus otros órganos sensoriales para conocer lo que rodea, deben ser estimulado constantemente los otros sentidos (tacto, gusto, olfato, oído), para que explore, busque y conozca su cuerpo a través de sus sentidos (Bautista, 1994, p. 241).
Tanto para la educación del tacto como para el oído, el niño ciego puede participar en ejercicios como los siguientes:
a) Ordenar objetos según su temperatura, tamaño, peso, textura.
b) Manipular juguetes y objetos cercanos a su entorno.
c) Discriminar los objetos táctiles y auditivos.
d) Identificar con las manos los juguetes metidos en una bolsa.
e) Identificar pares de juguetes.
f) Describir los juguetes.
g) Apretar juguetes que sean blandos o produzcan sonido.
h) Emparejar botellas según su sonido.
i) Reproducir series rítmicas con distintas botellas.
j) Ensartar piezas de madera iguales en una varilla.
k) Ensartar piezas de maderas distintas en una varilla.
l) Ensartar piezas de madera distintas en una varilla según el orden verbalmente indicado.
m) Construir torres de diversas formas con las piezas de madera.
n) Buscar pareja de cada forma y tamaño.
ñ) Buscar tríos de cada forma y tamaño.
o) Formar series de dos o tres botones.
p) Abrochar botones en ojales horizontales.
q) Abrochar botones en ojales verticales.
r) Pasar las hojas correctamente.
s) Realizar juegos de encajes.
t) Realizar ejercicios de dominós táctiles.
u) Seriar y clasificar.
Las actividades que el niño debe realizar en relación a este apartado nos favorece concretamente la interiorización de la distribución de puntos dentro de la celdilla braille.
EL ÁBACO UTILIZADO PARA LOS CIEGOS Y DEBILES VISUALES
Recurso primordial para ciegos y débiles visuales para el desarrollo de las operaciones con números naturales.
DESCRIPCIÓN DEL ÁBACO
El ábaco es un bastidor rectangular, cuya superficie está dividida en dos zonas desiguales por una barra horizontal como nos lo muestra la figura 3.
Figura 1. Representación del ábaco.
REGLAS PARA SUMAR
La suma es un proceso de acumulación de objetos de la misma especie. Este proceso se realiza en forma binaria, es decir, únicamente con dos números en cada oportunidad. Aunque se sumen diez números, primero se suman dos de ellos; a esa adición se le suma un tercero; a esa nueva adición se le suma un cuarto número, y así sucesivamente hasta agotar todos los sumandos.
La Tabla 1. Nos muestra cómo se representan los números naturales en el ábaco (Robles, 2003, p.14).
Tablas 1. Representación de los números 0 al 9.
Se incluye la regla para sumar uno en cualquiera de las columnas del ábaco como nos lo muestra la Tabla 2 (Robles, 2003, p.25).
Tabla 2. Reglas para sumar 1.
Referencias