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La funciones ejecutivas nos permiten la resolución de problemas complejos, facilitando la adaptación al entorno y supervisando la conducta dirigida a metas. La funciones ejecutivas son una competencia del área prefrontal del cerebro humano y pueden ser consideradas como un sinónimo de inteligencia fluida.
Las funciones ejecutivas son un conjunto supramodal de habilidades cognitivas que incluyen diversas subfunciones tales como: memoria operativa, flexibilidad mental, atención sostenida, resistencia a la interferencia, autorregulación y capacidad de ajuste a normas.
La funciones ejecutivas nos permiten la resolución de problemas complejos, facilitando la adaptación al entorno y supervisando la conducta dirigida a metas. La funciones ejecutivas son una competencia del área prefrontal del cerebro humano y pueden ser consideradas como un sinónimo de inteligencia fluida.
El área prefrontal a través de las funciones ejecutivas, dirige la conducta humana, especialmente cuando se realizan actividades mentales de mayor dificultad o que requieren un mayor esfuerzo cognitivo.
En todo proceso de aprendizaje las funciones ejecutivas forman parte de él, entre las cuales la autosupervisión o también llamada verificación permite tomar consciencia de nuestros propios errores y adquirir estrategias para que en el momento de realizar tareas éstas se hagan con la mayor corrección posible.
Cuando nos encontramos en la fase de autosupervisión-verificación es necesario trabajar y estimular en el niño la reflexividad. Debemos enseñarle a detenerse paso a paso, al margen de la dificultad de la tarea. El motivo no es otro que tomar consciencia de los diferentes procesos que requiere una actividad:
- ATENCIÓN-AUTORREGULACIÓN: observación con detenimiento de la lámina donde está la tarea a realizar o escucha activa de las consignas recibidas
- LECTURA-PLANIFICACIÓN: leer el texto por fragmentos y subrayando las acciones y palabras importantes
- ACCIÓN-EJECUCIÓN: realización de la tarea que anteriormente hemos dividido por partes para favorecer la memoria de trabajo
En las fases anteriormente descritas se lleva a cabo la función ejecutiva previa al éxito de un trabajo bien hecho: la autosupervisión-repaso- verificación.
Algunas de las estrategias que se pueden utilizar para potenciar el proceso de autosupervisión-verificación de un niño son las siguientes:
- verbalizar los procesos que se van a llevar a cabo antes de realizar la acción y mientras se realizan para tomar conciencia del proceso ejecutivo
- irse deteniendo paso a paso
- ir tachando lo que va haciendo para saber que ya ha sido realizado, revisado y focalizar la atención en el resto de la información que queda
- detenerle en el momento que comete un error y ofrecerle la posibilidad de repasar el trabajo realizado
Dicha monitorización favorece la optimización de los aprendizajes y enseña al niño a utilizar estrategias que nos permiten organizar y planificar una tarea, iniciar un plan y mantenerlo mientras se ejecuta, seleccionar objetos de forma apropiada, e inhibir posibles distracciones con la finalidad de obtener autonomía y éxito en la realización de las tareas.
Referencias
- Revista psicothema: Castejón, J.L. Gilar, R. y Pérez, A.M (2006). Aprendizaje complejo. Vol. 18
- Revista Anales de Psicología: García-Molina, A (2007). La validez ecológica en la exploración de las funciones ejecutivas.
- Evaluación neuropsicológica de las funciones ejecutivas en niños. J-A. Portellano, R. Martínez-Arias y L.Zumárraga. Tea Ediciones