El logro de la autonomía en los niños de 5 años es el resultado de la interacción de diferentes puntos de vista entre los niños y los adultos día tras día. Si no se quiere utilizar un sistema de premio-castigo se puede intercambiar puntos de vista con lo niños, “negociando” soluciones, dejando que tomen decisiones por ellos mismos.
Por otra parte si bien es necesario contextualizar el límite, por ejemplo: “acá en el jardín no se dicen “malas palabras” tenemos que tener en cuenta que el ámbito escolar colaborará con la educación en normas, valores, hábitos que se trasladan luego a la sociedad. Es decir colabora en la comprensión de la necesidad individual, grupal y social de las conductas permitidas y las prohibidas. Por lo tanto al “eso no se hace acá” tendríamos que agregar “y seria bueno que eso no se hiciera en ninguna otra parte tampoco” y allí estamos educando en los valores a futuro, la corrupción por ejemplo. Así como el “esto que sí se puede hacer” también nos gustaría que fuera trasladado afuera y así como educadores estamos dando un sentido prospectivo a las intervenciones para que trasciendan el ámbito escolar.
Diferentes maneras de interactuar con los niños
Cuando los niños rompen, dañan o toman algo resulta más efectivo pedirles que lo reparen, reemplacen o devuelvan a reprenderlos o castigarlos solamente. Los premios y castigos pueden ser efectivos a corto plazo, pero no en forma mediata.
Los castigos pueden conducir a tres resultados:
Que los niños “calculen” riesgos y entonces posiblemente una próxima vez repitan el acto pero tratando de no ser atrapados.
Algunos niños pueden actuar con una ciega conformidad, sumisos ya que solo tienen que obedecer y no tomar nunca decisiones.
En otros casos pueden actuar como sus padres quieren por años hasta que en un momento se cansan, se rebelan y hasta pueden comenzar a delinquir.
En la interacción con los niños hay que hacerles apreciar la importancia de no perder la confianza de los adultos para que se sientan motivados a decir la verdad. Y por otra parte también ir desarrollando en ellos la moral autónoma dejando que tomen pequeñas decisiones desde el jardín de infantes, por ejemplo elegir una actividad en el periodo juego-trabajo o votar alguna regla para el momento de la limpieza de las mesas.
El logro de la autonomía en los niños de 5 años es el resultado de la interacción de diferentes puntos de vista entre los niños y los adultos día tras día. Si no se quiere utilizar un sistema de premio-castigo se puede intercambiar puntos de vista con lo niños, “negociando” soluciones, dejando que tomen decisiones por ellos mismos. Así podrán construir sentimientos personales sobre lo que es correcto y bueno para cada uno.
Referencias
Centro de formación constructivista - Ruth Harf - 1995
Centro de formación constructivista - Ruth Harf, Alicia Azriel - 1995