Las sesiones se deben realizar dos veces por semana durante 90 minutos. Se puede utilizar la observación, y realizar grabaciones para obtener una información mucho más completa de lo ocurrido en la sesión. Se requiere de un local amplio, con la iluminación y ventilación adecuadas. Y para la última sesión creemos aconsejable realizarla en un lugar al aire libre, combinar la sesión con un visita a algún lugar histórico o recreativo.
PROGRAMA INTERVENTIVO:
Principios:
Carácter activo del sujeto: mediatiza la influencia de la intervención y se hace responsable de los cambios .
Trabajo vivencial: promover la concientización de la vivencia suscitadas por la actividad.
Principios de colaboración: promover colaboraciones entre los miembros del grupo que favorezcan su desarrollo y propicien un clima de solidaridad y empatía.
Principio del trabajo corporal: expresar vivencias, sentimientos e ideas a través del lenguaje corporal. Desarrollo de la sensibilidad y concientización del cuerpo.
Enfoque individual en la intervención grupal: tratamiento desde diferentes niveles de ayuda que se brindan teniendo en cuenta el grado de desarrollo motivacional alcanzado.
Principio de la reflexión: Reflexión a través del debate.
Normas del grupo:
Asistencia y puntualidad.
Respeto entre los miembros del grupo.
Participación, Colaboración e Implicación con la tarea.
Compartir comentarios.
No decir No Sé, sino expresar lo que se piensa.
Expresar con todo el cuerpo.
No enjuiciar, hacer críticas constructivas.
Procedimiento:
Las sesiones se deben realizar dos veces por semana durante 90 minutos. Se puede utilizar la observación, y realizar grabaciones para obtener una información mucho más completa de lo ocurrido en la sesión. Se requiere de un local amplio, con la iluminación y ventilación adecuadas. Y para la última sesión creemos aconsejable realizarla en un lugar al aire libre, combinar la sesión con un visita a algún lugar histórico o recreativo.
Cada sesión se divide en tres partes:
Inicio: En esta parte es imprescindible realizar siempre una actividad de caldeamiento, algunas veces se puede comenzar con una relajación en caso de que lo crea el coordinador. Antes de pasar a la actividad de desarrollo se debe retomar lo sucedido en la sesión anterior y pasar al tema de la sesión.
Objetivos:
Motivar a las personas del grupo a través del caldeamiento.
Preparar las personas del grupo para el tema que se trabaja.
Potenciar el intercambio con el propio cuerpo y la expresión a través del mismo.
Favorecer el vínculo entre los miembros.
Desarrollo:
Se realiza la actividad de la sesión que debe responder a los objetivos específicos de la misma y se reflexiona a través del debate.
Final:
Se utiliza una técnica de cierre donde se despide al grupo.
Objetivos:
Cerrar la actividad.
Comprobar los contenidos trabajados a través de la evaluación de la actividad.
Orientar la tarea.
Comprometerlos para las próximas sesiones.
Las sesiones se realizan partiendo de la información obtenida en las técnicas de caracterización persiguiendo como fin principal la estimulación del desarrollo de las habilidades que se encuentran menos desarrolladas. Siempre se tiene en cuenta la sesión anterior para realizar la siguiente. En la mayoría de las sesiones se utiliza música, fundamentalmente para acompañar las actividades, no obstante se da la posibilidad de que utilizaran su lenguaje expresivo para emitir sonidos y cantar con el objetivo de expresar con el cuerpo a través de movimientos, y del baile.
RESULTADOS.
Haciendo un análisis integrado de las técnicas aplicadas inicialmente y de la observación de las sesiones, obtuvimos los siguientes resultados:
En la caracterización inicial de las habilidades comunicativas de los miembros del grupo estudiado se puso de manifiesto que las habilidades menos desarrolladas en el grupo de estudio son, en primer lugar, la habilidad de comprender empáticamente, desarrollada solo en el 25 % de las personas. Le siguen las habilidades de escuchar activamente y de establecer relaciones interpersonales, ambas desarrolladas solo en la mitad de las personas del grupo (50 %). Y como las habilidades más desarrolladas por los sujetos del grupo de estudio encontramos la habilidad de hacer críticas, presente en el 58, 3 % de los casos y la habilidad de expresar sentimientos positivos, desarrollada en el 66 % de las personas del grupo.
Entre los indicadores que habían alcanzado un menor desarrollo encontramos los relacionados con: la posibilidad de ponerse en el lugar del otro, desarrollado solo en el 25 % de los casos, la posibilidad de comenzar conversaciones con desconocidos, desarrollado solo por la mitad de los sujetos, y los siguientes que se desarrollaron en un 58, 3 % de las personas del grupo pero que aún encuentran limitaciones, son los siguientes indicadores: atención a lo que expresa el otro, adopción de posturas contemplativas, de escucha, posibilidad de aceptar críticas, etc. Estos son indicadores que se encuentran en un nivel medio de desarrollo en el grupo. Consideramos el resto de los indicadores (más desarrollados) como aspectos en los que nos podemos apoyar para estimular el desarrollo de las habilidades: la capacidad de aceptar elogios, la actitud activa en cuanto a propiciar acercamientos afectivos, actitud de apoyo, etc. y el nivel de conocimiento del otro que se encuentra entre medio y alto en la mayoría de los casos.
Respecto al desarrollo de la imagen corporal los sujetos se encuentran en un nivel superficial, en el nivel de aceptación de su propio cuerpo se encuentra en un nivel medio para la mayoría de los casos (58,3 %) predominando las partes del cuerpo evaluadas negativamente sobre las evaluadas positivamente. A través del autodibujo pudimos determinar que para la mayoría (83, 3%) la imagen del cuerpo está asociado al punto de vista estético, características físicas externas y elementos del vestir. Entre los resultados de la calificación del autodibujo también detectamos rasgos de inseguridad (91 % de los casos) de inmadurez (83, 3 %), dependencia familiar en el 100 % de las personas del grupo. Esto está muy relacionado con el hecho de que las relaciones más significativas representadas en la técnica # 1, se circunscriben a los marcos: familiar y de pareja en el 100 % de los casos. También nos llama la atención que al 83, 3 % de los casos se detectó problemas de interacción, dificultades en la comunicación aunque también es relevante que los rostros de los dibujos, en el 75 % demuestra capacidad de expresar, lo que da al traste con los resultados sobre las habilidades obtenidos anteriormente.
A partir de los resultados decidimos orientar la intervención hacia el desarrollo de todas las habilidades haciendo énfasis en los indicadores que aparecieron como mayor dificultad en las técnicas de caracterización, información que se complementa con la recogida a partir de la guía de observación en las sesiones. Los indicadores más deficientes fueron los siguientes: la posibilidad de ponerse en el lugar del otro, la posibilidad de comenzar conversaciones con desconocidos, atención a lo que expresa el otro, adopción de posturas contemplativas, de escucha, posibilidad de aceptar críticas. También pretendíamos desarrollar la comunicación con el propio cuerpo y desarrollar la imagen que los sujetos tienen de su propio cuerpo, su conocimiento y aceptación.
Durante las sesiones se manifestaron dificultades encontradas en la caracterización inicial en un mayor grado de deficiencia incluso se detectó en la mayoría un rasgo característico que no había sido muy evidente en las técnicas: cierta tendencia a la agresividad ante la diferencia de criterios, por lo que se realizan actividades en la transformación también de esta característica. Por ejemplo se hizo énfasis en las actividades en las que se trasmitían afectos, emociones, etc. Otro indicador que se encuentra en un nivel insuficiente de desarrollo, detectado en las sesiones, es el modo en que se realizan las críticas para o que se destinaron actividades de expresión corporal y debates para la reflexión en el grupo.
Hubo un desarrollo gradual de las habilidades en general y de los indicadores fundamentalmente, que se expresa desde el proceso de identificación de los mismos, pasando por la reproducción e imitación de comportamientos hasta la incorporación o concientización , esto último se reflejó en la trascendencia de los contenidos aprendidos a otros momentos fuera del taller y diferentes al mismo. Podemos afirmar que las habilidades más desarrolladas durante las sesiones en los sujetos fueron la de escuchar activamente, de comprender empáticamente y de establecer relaciones interpersonales.
Los cambios más significativos estuvieron relacionados con la capacidad de prestarle atención a lo que expresa el otro, de expresar sentimientos positivos, además la posibilidad de hacer y recibir críticas y de establecer relaciones interpersonales, y los indicadores que alcanzaron mayor desarrollo fueron el de atención al otro, ponerse en el lugar del otro, y de establecer relaciones interpersonales afectivas.
También se observaron mejorías en cuanto a la dinámica de la expresión corporal, los movimientos se hicieron cada vez más amplios, seguros y espontáneos. Además mejoró el desarrollo de la conciencia del cuerpo a través de la exploración y el tacto. De manera general se observaron cambios positivos en todos los sujetos, en algunos más evidentes que en otros. Las actividades de expresión corporal contribuyeron a la cohesión del grupo a través de las colaboraciones entre los miembros y el trabajo con el cuerpo. A la vez que el marco grupal propició el intercambio de información y emociones entre sus miembros, aspecto este que promueve el desarrollo del grupo en la interacción a través de las sesiones, también se fortalecieron los vínculos afectivos existentes y se crearon nuevos, logrando un ambiente agradable.
Las sesiones vivenciadas positivamente, favorecedoras de la construcción del conocimiento y de la formación de habilidades comunicativas son: las sesiones 3, 7, 6 y 8. En las mismas se abordaron los temas: Escucha activa, Expresión de Sentimientos Positivos, Criticidad y Relaciones Interpersonales. Esta sesiones propiciaron la concientización por parte de los sujetos de las dificultades fundamentales en el desarrollo de sus habilidades para la comunicación. Las personas del grupo fueron conscientes de hábitos, conductas aprendidas que interrumpen el proceso de la comunicación y que impiden la expresión a través del cuerpo. Las sesiones que provocaron mayores reflexiones fueron las sesiones 3 (¿Siempre que escuchamos, escuchamos?) y la 6 (Criticidad), y las que tuvieron mayor influencia en la formación de nuevos vínculos afectivos y la creación de nuevos fueron: la 7 (Expresión de Sentimientos Positivos) y la 8 (Relaciones Interpersonales).
De las actividades, la que es considerada como difícil aunque no desagradable, fue la actividad en la que se convertían en objetos, animales o cosas. Esto podría estar relacionado con el hecho de que no se explotaban suficientemente las potencialidades del cuerpo. La “ quema de los no puedo” fue la actividad que más se recordó por las vivencias positivas que se produjeron en cada persona del grupo, incluso fue representada como la que más agradó, al igual que un momento de la sesión 3 en la que se creaban y modificaban las estatuas representando situaciones de escucha y no escucha.
Consideramos necesario para otros talleres tener en cuenta la necesidad de activar y motivar a los sujetos desde el inicio de las sesiones, se podría incluir un pequeño espacio de calentamiento utilizando ejercicios físicos. Esta constituiría una alternativa que en conjunto con la relajación prepararían el cuerpo para el trabajo consciente. Ambas se pueden utilizar de acuerdo al estado de los individuos, incluso juntas en las sesiones.