Tengamos entonces en cuenta la idea de metáfora.

Consigna de la sesión: quiero ver como es para vos estar angustiada.





Dice la paciente: “me siento seca, como algo árido, un árbol seco, siento que me seco, que me asfixia y veo todo con los colores más amarronados”. Explica que en realidad ella consumía ante diferentes estados anímicos, sea alegría, malestar, angustia.
Al hablar sobre esta producción, y sobre sus diversos estados emocionales que la llevan a drogarse, dibuja espontáneamente el siguiente dibujo:



Este trabajo lo dibuja mientras está hablando acerca de sus diversos estados emocionales. Dice acerca del dibujo: “este dibujo es de una ansiedad……., un bicho que me agarraba cada vez que iba a consumir. Esto me da miedo, me da ganas de llorar, no lo quiero ver más. Si ésto (señala el dibujo) no me vuelve a pasar más yo sé que no me vuelvo a drogar más. Era una sensación espantosa en el estómago, como algo que me carcomía”.

La paciente está hablando por un lado de diversas situaciones en las que se podía drogar pero que por otro lado y al mismo tiempo había algo común en cada vez: representado ahora por el bicho.

Pregunto por el vínculo entre ambos dibujos. Dice: “empezaba por ésto (dibujo de tierra árida con árbol seco). Venía el pensamiento del temor a drogarme y eso se me pasaba al estómago y entonces me agarraba ésto (dibujo del bicho) y entonces luego volvía al otro (árido)..............” Pregunto: ¿cómo un círculo vicioso?, responde: “sí”.

Utilizar las imágenes de este modo permite a la paciente señalar sus emociones sin la necesidad de hacer largos rodeos para expresar verbalmente esas emociones, cuando dice de acá a acá, señala condensadamente en la imagen; mientras que explicar esos sentimientos insume una secuencia larga de palabras y de tiempo, además de dejar una permanente sensación de nunca llegar a expresar lo que verdaderamente se desea.
Es un dibujo que hace espontáneamente hablando desde el anterior. El dibujo (del bicho) es una metáfora (de la sensación, que para ella aún no tiene nombre). El nombre aparece después. Después de hablar de eso, dice: “fijate que parece un bicho, ésta sería la cabeza” (lo cual nos da la idea de que no pensó en un bicho antes de dibujar, sino que mientras se expresaba aparecía una imagen, y a posteriori de la imagen apareció la palabra para nombrar esa sensación ahora convertida en imagen). Pero no hubiese accedido a nombrar bicho a esa experiencia si no hubiese tenido la posibilidad de representarlo en imagen. La palabra “bicho” aparece como consecuencia directa de la plasmación de la imagen. Y de hecho la palabra bicho no tiene, a mi criterio, el mismo lugar para ella que el bicho del lenguaje habitual. Este bicho está connotado de su único modo subjetivo.
Entonces las imágenes se hacen parte del discurso y se van entrelazando mutuamente.

El principio de la metáfora consiste sencillamente en el principio de decir una cosa y dar a entender otra. Una metáfora es una idea expresada mediante lenguaje, una idea que a su vez funciona como un símbolo para expresar algo. No es discursiva y por lo tanto no hace realmente un enunciado de la idea que transmite, pero formula una nueva concepción para nuestra aprehensión imaginativa directa. A veces nuestra aprehensión de una experiencia total está mediada por un símbolo metafórico porque la experiencia es nueva y el lenguaje solo tiene palabras y frases para las nociones familiares.
Sin embargo, una metáfora puede resultar más reveladora que un enunciado literal. Pensado en términos del entendimiento humano, el principio de la expresión metafórica cumple una función muy importante porque implica un elevado logro mental, que es: el pensamiento abstracto. La esencia de la metáfora es hacernos concebir cosas en abstracto. La comprensión implica simbolización y la simbolización implica abstracción.

Una idea que es auténticamente nueva, una cosa que se observa por primera vez, carece de nombre. No hay palabra para expresarla. ¿Cómo se puede señalarla o mencionarla por primera vez? Buscando algo que la represente simbólicamente y usando el nombre del símbolo para “significar” la nueva idea. Es así como la paciente dibujó y nominó “bicho”. Esto es lo que le sucede a cada paciente que de una u otra manera dice: no encuentro las palabras, no sé cómo decirlo, y lo implicamos en reproducir artísticamente su vida interior.

En otra sesión dice: “Pude sentir que soy vulnerable. Antes no tenía miedo a la droga. Y ahora pienso que esta línea me puede llegar a matar”. Está aludiendo a una línea que quedó dibujada en otra hoja cuando comenzaba a hacer un dibujo que interrumpió para empezar de nuevo. “Y entonces me quedo como triste, angustiada”. Pregunto: te pone triste, angustiada darte cuenta que sos vulnerable?, dice: “no sé, me da eso cuando pienso todo lo que hice, yo no me cuidé, no cuidé mi cuerpo cuando iba a drogarme, nunca pensé que me podía hacer tan mal. Ahora puedo separar estas cosas. Me doy cuenta de lo frágil que es la vida, cómo en un momento puede cambiar todo. Voy a que se me empiezan a plantear un montón de cosas”.

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