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¿Cómo nos comportamos delante del tartamudo? (Parte I)

Si tomamos a los tartamudos como personas que se diferencian del grueso de la población en su manera de hablar, podríamos considerar que ellos conforman un grupo, al cual se le asignan determinados rasgos o características, que dan lugar a un estereotipo, que guarda relación con la forma de percibir, evaluar y asumir determinados comportamientos.
¿Cómo nos comportamos delante del tartamudo?

I.Introducción.

El presente trabajo forma parte de una línea de investigación que venimos desarrollando, desde hace algunos años, en el Instituto de Psicología de la Universidad Central de Venezuela y que tiene por finalidad conocer lo que hemos denominado los aspectos psicosociales de la tartamudez y cómo éstos influyen en el desarrollo y mantenimiento de la misma.

Dentro de nuestra línea de investigación sobre la tartamudez, hemos considerado de suma importancia conocer cómo las personas perciben al tartamudo, cómo lo etiquetan, qué actitudes se derivan de esta percepción y cómo esto se expresa de manera objetiva, en la interacción social.

En esta oportunidad, presentamos una pequeña parte de los resultados obtenidos en una investigación titulada "El grado de favorabilidad del estereotipo y su relación con las conductas percibidas y adoptadas delante del tartamudo".


II. Objetos de estudio.

Si tomamos a los tartamudos como personas que se diferencian del grueso de la población en su manera de hablar, podríamos considerar que ellos conforman un grupo, al cual se le asignan determinados rasgos o características, que dan lugar a un estereotipo, que guarda relación con la forma de percibir, evaluar y asumir determinados comportamientos. Es por ello que el objetivo general del presente trabajo fue el determinar el estereotipo (tanto individual, como social) del tartamudo y establecer su relación con la forma cómo se perciben, se evalúan y se tiene la intención de adoptar determinados comportamientos en el momento de la interacción con ellos.

Objetivos específicos

Como objetivos específicos nos propusimos los siguientes:

1.- Determinar cuál es el estereotipo social, medido en términos de consenso, que tiene un determinado grupo de personas de los tartamudos.

2.- Determinar cuál es el estereotipo individual, medido en términos de grado de favorabilidad, que tiene un determinado grupo de personas de los tartamudos.

3.- Determinar qué comportamientos perciben, ese grupo de sujetos, como más comúnmente exhibidos por las personas delante de los tartamudos y cómo se relaciona esta percepción con el estereotipo individual.


4.- Determinar, en función del estereotipo individual, cómo se evalúan estos comportamientos.


5.- En función del estereotipo individual, conocer cuáles de estos comportamientos manifiestan adoptarían los integrantes del grupo objeto de estudio al interactuar con un tartamudo.


III.- Procedimiento. (Muestra e Instrumentos):

La muestra estuvo constituida por 273 estudiantes de la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela (UCV), en la modalidad de Estudios Universitarios Supervisados (EUS) pertenecientes cuatro núcleos situados en diferentes regiones del país (Capital, Central, Oriental y Ocidental).

De estos 273 estudiantes, 36.8% eran docentes en ejercicio (Maestros sin título universitario).

El instrumento utilizado para la recolección de los datos fue un cuestionario que constaba de tres partes:

1.- Una lista de chequeo que evaluaba el estereotipo del tartamudos.

2.- Un inventario de 51 conductas que evaluaba los comportamientos más comúnmente exhibidos por los maestros delante de sus alumnos tartamudos (inventario utilizado y validado en un estudio anterior (Rodríguez, 1986) y que se presentó tres veces: En la primera, se solicitaba la opinión acerca de la frecuencia con que se creía que otras personas presentaban estos comportamientos cuando interactúan con un tartamudo. En una segunda parte, se solicitaba el grado de acuerdo o desacuerdo con esta forma de proceder y, en la tercera parte, la frecuencia con que estos comportamientos se adoptarían en caso de interactuar con un tartamudo

3.- Para finalizar, se le solicitaba al encuestado algunos datos de identificación (sexo, edad, profesión u ocupación y lugar de residencia) y que indicara si él era o se consideraba tartamudo; cuántos tartamudos había conocido; cuántos tartamudos tenía como amigos y cuántos como familiares.

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