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La disartria es un trastorno de la programación motora del habla. Las personas comprenden el lenguaje pero se les dificulta articularlo. Puede ser resultado de un accidente cerebrovascular, un traumatismo craneal, un tumor, una infección o alguna enfermedad metabólico-tóxica.
La palabra disartria deriva del griego: dys significa defecto y arthon quiere decir articulación, por lo tanto podremos decir que se trata de un defecto de articulación en la palabra.
PERELLÓ Y PONCES dicen que la disartria es una dificultad de la expresión oral del lenguaje debida a trastorno del tono y de movimientos de los músculos de los órganos fonatorios, secundaria a lesiones del Sistema Nervioso Central.
La disartria es frecuente en la parálisis cerebral infantil.
Los niños/as con disartria suelen omitir, sustituir, insertar, añadir o distorsionar uno o más fonemas.
La anartria es el caso más extremo y más severo la disartria. Las personas anartricas presentan una imposibilidad para articular correctamente los fonemas.
Es muy importante realizar un diagnóstico diferencial, ya que las disartrias son consecuencia de una lesión en el Sistema Nervioso Central, que entorpece el control de los músculos; las disglosias se deben a lesiones anatómicas y/o fisiológicas en los órganos periféricos del habla y las dislalias son una perturbación en la pronunciación de un fonema, sin que se deba a alteraciones centrales ni periféricas.
Referencias
Perelló, J. Trastornos del habla. Ed. Masson. Barcelona, España. 1990.
Becker, W. Otorrinolaringología. Manual ilustrado. Ed. Doyma. S.A. 1986.
Mendoza Lara, R. Hablar. Estudio de las alteraciones del lenguaje en la edad preescolar. Ed. Escuela popular. Granada, España. 1985.
Peña Casanova, J. Manual de logopedia. Ed. Masson. Barcelona, España. 1990.
Gallardo Ruíz y otros. Manual de logopedia escolar. Un enfoque practico. Ed. Aljibe. Málaga, España. 1995.