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La mayoría de los adultos con TEA que han sido diagnosticados erróneamente han acumulado experiencias de fracaso en diferentes ámbitos de su vida, o se han sentido “diferentes”, por lo que el recibir el diagnóstico de autismo representa un alivio para ellos y es un punto de partida para mejorar su situación.
Por lo general el Trastorno del Espectro Autista (TEA) suele diagnosticarse en la infancia, pero sus manifestaciones son tan variadas que no es raro que pase inadvertido. Se le conoce como un trastorno del desarrollo porque generalmente los síntomas aparecen en los primeros años del desarrollo; sin embargo, puede diagnosticarse a cualquier edad.
Muchas personas viven sintiendo que no entienden su entorno y tampoco son entendidos; otras han chocado con el sistema educativo o con entornos laborales donde no logran adaptarse.
Los adultos que reciben el diagnóstico de TEA generalmente han pasado por varios diagnósticos erróneos previamente hasta llegar al diagnóstico de autismo. Cuando no se tiene un diagnóstico preciso, las personas pueden desarrollar problemas de salud mental como depresión o ansiedad.
Los profesionales de la salud están más acostumbrados a diagnosticar a niños con TEA, y no tienen las herramientas necesarias para diagnosticar a adultos; aunado a ello, el TEA presenta una gran heterogeneidad de síntomas en el adulto, que pueden ser los mismos que en los niños, pero también pueden diferir.
Signos que hay que tomar en cuenta
Los adultos con TEA pueden presentar rasgos de carácter depresivo, con valores personales rígidos e introversión social elevada. Es probable que también presenten preocupaciones obsesivas, miedos y rituales; falta de asertividad social y sensibilidad y suspicacia a lo que los demás le dicen.
La mayoría de los adultos con TEA que han sido diagnosticados erróneamente han acumulado experiencias de fracaso en diferentes ámbitos de su vida, o se han sentido “diferentes”, por lo que el recibir el diagnóstico de autismo representa un alivio para ellos y es un punto de partida para mejorar su situación.
No existe manera de eliminar el TEA, por lo que no se busca una cura. El tratamiento consiste en utilizar herramientas para ayudar a que las personas tengan una mejor calidad de vida.