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Dentro de la psicología, el estudio de la voz se centra en la relación de la voz y la conducta humana. La voz de una persona afecta a la conducta humana a través de la imagen y juicio que hacemos de dicha persona. Cada persona emite un tipo de voz diferente según el estado emocional en que se encuentre; por otro lado, las diferentes patologías orgánicas que afectan a la voz repercuten en el estado emocional, autoestima, identidad, etc. De acuerdo con esto, la voz y el estado emocional son dos factores que se relacionan de manera bidireccional, pues repercute uno sobre el otro de manera indistinta.
La psicología es una ciencia relativamente joven, que tiene sus raíces en la filosofía y se define como el estudio de la mente y el comportamiento, según la Asociación Americana de Psicología (American Psychological Association, APA), y trata de estudiar el comportamiento de las personas, tratando de buscar una explicación a su conducta, con la finalidad de poder mejorar la calidad de vida de estas, así como sus efectos en la interacción con el ambiente.
Ya Watzlawick, Beavin y Jackson en 1968, comentaron en la Teoría de la comunicación humana que la actividad y la inactividad, las palabras y los silencios tienen el valor de un mensaje; y que influyen unos a otros.
Dentro de la psicología, el estudio de la voz se centra en la relación de la voz y la conducta humana. La voz de una persona afecta a la conducta humana a través de la imagen y juicio que hacemos de dicha persona.
Esta imagen es formada en tan solo unos segundos y suele perdurar a lo largo del tiempo. A partir de ella, se infiere la personalidad, atractivo, estado psicológico, motivaciones, etc. No obstante, es imprescindible tener en cuenta otros factores que enmarcan todo acto comunicativo y, sobre todo, tener en cuenta la consistencia temporal y situacional de estos elementos. Si solamente se sopesa una situación, unos elementos concretos o un estado temporal, se puede incidir en el error de hacer inferencias sesgadas y poco fiables.
Cada persona emite un tipo de voz diferente según el estado emocional en que se encuentre; por otro lado, las diferentes patologías orgánicas que afectan a la voz repercuten en el estado emocional, autoestima, identidad, etc. De acuerdo con esto, la voz y el estado emocional son dos factores que se relacionan de manera bidireccional, pues repercute uno sobre el otro de manera indistinta.
Así pues, surge la necesidad de investigar el vínculo existente entre el estado psicológico y la voz; y los efectos que tiene esta sobre el propio estado emocional o mental. La voz involucra, tanto una faceta corporal, como una faceta psíquica por tanto podemos decir que la voz y las emociones tienen un vínculo muy estrecho, así también el estudio de las mismas tiene que relacionar y vincular a diferentes profesionales como el otorrinolaringólogo o el foniatra, el logopeda y el psicólogo.
Es por ello que el logopeda experto en voz no debe olvidar que el lenguaje paraverbal se compone de los siguientes elementos imprescindibles a la hora de una adecuada reeducación vocal:
1. Tono: Sonido percibido sensorialmente. Un tono adecuado, medio, transmite seguridad, confianza y motivación. En caso de tener un tono muy bajo, se transmitirá la sensación de inseguridad y vergüenza. Al contrario, un tono muy alto, puede producir la sensación de cierta amenaza e intimidación.
2. Volumen de la voz: Puede ser alto o bajo. Sucede lo mismo que lo explicado anteriormente con el tono.
3. Velocidad del habla: Es la cantidad de unidades vocales emitidas por fracciones de tiempo. Lo óptimo es una velocidad media, pausada, pero sin silencios prolongados. Un ritmo de voz medio transmite calma y serenidad al oyente. En cambio, tanto un ritmo muy lento, como un ritmo muy rápido, denotan inseguridad, mentira, nerviosismo, poco interés, etc.
4. Fluidez Verbal: Es la espontaneidad o alteración en el ritmo. Un habla entrecortada, con interrupciones y con uso de muletillas genera una impresión negativa del interlocutor, con pocos recursos lingüísticos, poco dominio del tema del que habla y quizás, nerviosismo. En cambio, un mensaje fluido, genera una impresión positiva.
5. Claridad: Este aspecto está relacionado con el volumen, puesto que un volumen muy bajo, difícilmente será claro. Transmitir el mensaje con una voz clara, transmite seguridad, interés y autoconfianza.
6. Timbre: Por timbre se entiende el tipo de voz que tiene cada persona, el cual es inmodificable.
7. Tiempo de habla: Hablar en exceso o hacer intervenciones escasas es algo muy negativo.
Hablar mucho, transmite una idea negativa, generando una sensación de superioridad y prepotencia, así como, nerviosismo en algunos casos. En cambio, hablar menos de lo esperado, denota timidez, inseguridad, desconfianza, nerviosismo, etc.
8. Pausas y silencios: Este elemento debe observar en relación con el tiempo de habla, así como con el elemento de fluidez. De la misma forma que en el anterior, tanto el exceso, como el defecto de éstos, da una imagen negativa del interlocutor.
Es por esto que no podemos obviar la relación de la voz y la conducta humana. La voz de una persona afecta a la conducta humana a través de la imagen y juicio que hacemos de dicha persona de ahí que nuestro trabajo con los pacientes cobre tanta importancia.
Referencias
About APA. (n.d.) http://www.apa.org/support/about-apa.aspx?item=7
Van-der Hofstadt, C. J. y Gómez Gras, J. M. (2013). Competencias y habilidades profesionales para universitarios. Madrid: Díaz de Santos S.A.
Watzlawick, P., Beavin, J.B. and Jackson, D.D. (1968). Pragmatics of Human Communication. New York: W.W. Norton & Comp. Traducción 1981: Teoría de la comunicación humana. Barcelona: Herder.