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Se denomina anomia a la dificultad para denominar un objeto u concepto. Existen tres tipos diferentes de anomia.
¿Te ha pasado que de pronto no recuerdas el nombre de las cosas y sueles decir “pásame el ese para eso” por favor? Generalmente se trata de un lapsus momentáneo, pero cuando este suceso es frecuente nos encontramos entonces ante un trastorno del lenguaje denominado anomia y que justamente se refiere a la dificultad para denominar un objeto u concepto.
Frecuentemente la dificultad se encuentra en el uso de sustantivos y no tan frecuente con verbos, adverbios o adjetivos.
La persona con anomia suele usar circunloquios para hacer entender a su receptor lo que pretende decir. También es frecuente el uso de muletillas y expresiones para ganar tiempo. Estas personas son conscientes de qué quieren decir, aunque no encuentran el modo de representarlo, lo que les genera angustia.
La anomia es un síntoma habitual en las afasias, pero puede aparecer en múltiples contextos; por ejemplo, en la vejez es habitual que aparezca algún tipo de anomia debido al envejecimiento. Puede aparecer ante la lesión en alguna área del cerebro relacionada con el lenguaje, o en las demencias como el Alzheimer.