Karla Salgado de la Teja | 1/09/2021

Los vértigos son una sensación de movimiento, ya sea de nosotros mismos o de los objetos que nos rodean. Generalmente se acompaña de sudoración, náuseas y vómito y su origen se encuentra en el oído interno cuando los vértigos son periféricos. Los vértigos centrales inciden en el cerebro.

El vértigo postural paroxístico benigno es el tipo más común; es desencadenado por un movimiento rápido de la cabeza.

La neuritis vestibular, una infección viral del nervio vestibular puede causar vértigo intenso y constante.

En la enfermedad de Mèniere hay episodios repentinos de vértigos que pueden durar horas, además de experimentar pérdida de la audición fluctuante, zumbido en el oído y la sensación de tener el oído tapado.

Las personas que sufren de migraña pueden tener episodios de vértigo o mareos incluso cuando no les duele la cabeza.

A diferencia del vértigo, los mareos pueden hacerte sentir débil o sin equilibrio, es la sensación de que podría desmayarse y pueden ser originados por diferentes causas como un descenso en la presión arterial, mala circulación sanguínea, afecciones neurológicas (como Parkinson o esclerosis múltiple), trastorno de ansiedad, anemia, hipoglucemia y deshidratación entre otras causas.

Tanto los mareos como los vértigos suelen generar intranquilidad, inseguridad y miedo. Es muy importante que al experimentar un episodio ya sea de mareo o vértigo, no opere maquinaria pesada, evitar las alturas donde una caída pueda ocasionar una lesión seria y principalmente, realizar un tratamiento adecuado.

Los problemas auditivos afectan la calidad de vida de las personas. Es importante acudir al médico para averiguar cuál es la causa de los mareos o de los vértigos, pero, además, se debe tener cuidado especial pues al perder el equilibrio pudiera tener lesiones por una caída, principalmente en personas mayores. Recuerde que una caída sumada a la fragilidad de la edad incrementa la probabilidad de muerte accidental.

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