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Ciencia. Hacer ciencia

Se denomina ciencia a todo conocimiento constituido mediante la observación,  estudio sistemático y razonado de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. El objetivo es siempre describir las leyes que rigen los fenómenos de la realidad para comprenderlos y explicarlos mediante el así llamado “método científico” que puede ir desde la “lógica racional” a la “creatividad intuitiva”. 

 Faltaría espacio para escribir o hablar de “ciencia”, pero hoy más que nunca, se hace necesario, al menos entregar algunas nociones elementales a modo de divulgación. El origen del término o vocablo proviene del latín “scientia” _conocimiento/saber. Se denomina ciencia a todo conocimiento constituido mediante la observación,  estudio sistemático y razonado de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. El objetivo es siempre describir las leyes que rigen los fenómenos de la realidad para comprenderlos y explicarlos mediante el así llamado “método científico” que puede ir desde la “lógica racional” a la “creatividad intuitiva”. Así, todo científico dentro de su disciplina, es un “artista” como lo sostiene la Dra Marta Silva Fernández, Antropóloga, Ph. D. in Comparative Educaction, University of California, Sta. Bárbara, California, EE.UU., actual Profesora en el Instituto de Ciencias de la Educación, Universidad Austral de Valdivia en su texto “La Ciencia de Maravillarse”, Ed. Kultrun, 2008.

De paso, digamos que existe una “ciencia aplicada” y “una ciencia pura” mirando la historia del pensamiento científico. La primera se refiere, como su nombre lo indica, a la resolución de problemas que atañe al desarrollo humano en el campo de aquello que conocemos como “progreso” y/o “tecnología”. Así podemos mirar el campo de las enfermedades en medicina. O en la agricultura para mejorar rendimientos en la producción de alimentos. O en psicología y pedagogía para mejorar procesos de enseñanza y aprendizaje, en fin todo aquello que nos hace una vida mejor. La segunda, se refiere a una ciencia como la de Paracelso (1493-1541) en medicina. O ciencia religiosa como la de Moisés o Jesús para operar sus prodigios. De cualquier forma, estamos ante el dilema de cuánto es verdad y cuánto es falso más aún tiempos de pandemia. Ello por cuando vivimos formulando creencias o hipótesis a priori para explicar un fenómeno que pronto puede reemplazarse por otra (ciencia materialista).

Y ¿Cómo es la ciencia de los tiempos actuales? Es una pregunta interesante principalmente en tiempos que estamos viviendo cuando se divulga todo tipo de “novedades” sobre, por ejemplo las “vacunas” o lo peligros de la bacterias y virus. Posiblemente nos encontramos ante una (pseudo) ciencia, llena de intereses personalistas  que no respetan los principios espirituales del Ser Humano donde el fin justifica los medios. Una ciencia  donde la palabra progreso ha servido para justificar las más terribles atrocidades, como los experimentos en los campos de concentración nazis, o aquellos más allá de la conocida “cortina de hierro” (¿genocidios solapados?). La ciencia de hoy, en síntesis, puede afirmar dogmáticamente  una tesis y mañana – con cierta soberbia -  afirma lo contrario. Una ciencia llena de contradicciones  que paradójicamente  dice creer solo en aquello que es observable y medible (conocimiento basado en evidencias, mente Cartesiana). Como que nos olvidamos de aquello que la Dra. Silva-Fernández llama “ir de la lógica racional a la creatividad intuitiva” o “la lógica de la ciencia en duda”, o “cautivado por los números perfectos”, o “el sentimiento cósmico religioso como motivación científica”.

Un cientista social podría pensar que la ciencia es una institución muy similar a una escuela, cárcel o empresa, o sea  donde hay gente que manda y otra que obedece, llamadas “jerarquías”. Otros piensan que la ciencia es nada más  que una especie de “secta” de expertos que nos convencen de  una verdad o verdades. Thomas Kuhn (1922-1996), filósofo de la ciencia sostiene que se ponen de acuerdo en cuáles son los temas de investigación importantes por describir y explicar. A este tipo de acuerdos lo llaman “paradigmas”( modelo). Pues bien parafraseando algunos contenidos de “La Ciencia de Maravillarse”, es destacable la forma como enfoca un antropólogo visitando una “tribu de científicos” basado en Bruno Latour (1947-   ) que nos relata como un día tomó su saco de dormir, una mochila con comida y ropa y se fue a hacer trabajo de campo a un laboratorio de ciencia naturales en California, EE. UU. El trabajo de campo es como un laboratorio, pero…. que no siempre se puede registrar todo. Así pequeños descubrimientos accidentales pueden descubrirse por  “ensayo-error” y/o “intuición”. Al redactar el informe final (paper/artículo) se describe todo aquello cuantificable omitiendo lo cualitativo. La ciencia es un tipo de actividad literaria donde tiene mayor valor la forma más que el contenido. Por lo mismo es que, hoy por hoy, se hace  necesaria la divulgación científica principalmente para el ámbito educativo.

Claude Levi Strauss sostiene que la ciencia y la magia, como conocimientos, son muy similares: ambos comparten la cualidad de encontrar bellos determinados fenómenos para luego dar cuenta de los mismos  y realizar una especie de “obra de arte” del descubrimiento o “valor estético” donde ciencia arte y mito o religión colaboran, afirma Silva-Fernandez. ¿Por qué en ciencias es importante la intuición?  Porque existe una fuerza vital universal  dentro de cada uno de nosotros  como una “sabiduría profunda” o “conocimiento interior” Podemos acceder a ello por medio de la intuición más que por la simple razón. Un sentido  interno que nos dice qué camino seguir en todo momento. Es una fuerza misteriosa  a la que se llega vía experiencia mística trascendente. Una de las maneras en que solemos describirla es simplemente “olfato”, “pálpito” o “sensación entrañable”. La intuición es algo natural, nacemos con ella. En educación se les enseña a  los niños(as) muy temprano a abandonarla en aras de los procesos razonativos o Cartesianos

En muchas culturas, incluyendo la mayoría de los pueblos indígenas u originarios, la intuición es reconocida, respetada y honrada  como un aspecto importante de la vida como fuerza universal creadora.  Así es que crean rituales, parlamentos  grupales, momentos para compartir sueños, cántico, danzas y búsqueda de visiones  de reinos interiores. Aprenden a confiar  en su propio “sentido interno de la verdad” ofrecido a los demás como “sabiduría”. Sin embargo, la cultura occidental moderna no reconoce la validez de la intuición. Donde se valora la razón como herramienta del pensar, actuar y sentir. Claro, dicen que la mente racional  es como una computadora que procesa datos  y obtiene conclusiones, es pues “finita” que opera sobre la experiencia directa de nuestros sentidos. Sin embargo, la mente intuitiva tiene acceso a información infinita vía experiencia personal; capaz de entrar en contacto con lo que el Dalai Lama llama “mente universal” (conocimiento y sabiduría). A medida que aprendemos a apoyarnos en esta guía los pensamientos e ideas se hacen más fluidas, no necesita forzar nada. En el trabajo científico éste puede ser el camino para “humanizar la ciencia” más allá de descansar solo en el mundo tridimensional de Euclides (330 AC-275 AC matemático/geómetra griego): alto, ancho, largo , “ver para creer, y no “creer para poder ver”.

El recuadro siguiente sintetiza lo que puede ser el esfuerzo de “hacer ciencia” en nuestro país y que formó parte de la tesis doctoral la autora de “La Ciencia de Maravillarse” citado más arriba. Son miradas co-existentes o de posibles conflictos en el mundo científico en el que no puede ser únicamente “racional”, “analítico”, “lineal”, etc. (Cervitz Graduate School of Education University of California, Santa Bárbara, EE.UU. (2011). En el estudio de “historias de vida” en laboratorios de ciencias demuestra la naturaleza del trabajo científico como identidad “privada” y/o “pública” teniendo en cuenta que no se puede estudiar una bacteria/virus con un telescopio o las estrellas con un microscopio: “natura non facit saltus”

CIENCIA PÚBLICA CIENCIA PRIVADA
La creatividad en ciencia es fundamental en la producción del conocimiento La creatividad depende del jefe del lab o del proyecto (funding)
Trabajo en equipo Trabajo más hermético
Hacer ciencia es “democrático” abre la posibilidad a que otros participen. Hay una jerarquía Los temas dependen del jefe del proyecto/relativa jerarquía.
La ciencia es un esfuerzo para producir resultados que solucionen problemas de la vida. Hallazgos ligados al status/prestigio
Practica la “solidaridad” en ciencias. Divulgación de resultados. Egoísmo que fomenta la competividad en ciencias
Necesidad de un consejero/mentor en la metodología de investigación; aprender a hacer ciencia. Aprendizaje autónomo especialmente en “postgraduados”.
La ciencia es una visión idealizada como “ejercicio de lógica” La ciencia es una “construcción social” que no se hace pública, con un control lógico incierto.
FUENTE: Silva-Fernández, Marta  (2006) “La Ciencia de Maravillarse”. Ed Kultrun, Valdivia.
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