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En consultas privadas se han estado recibiendo pacientes con secuelas del COVID, entre los problemas más frecuentes que se presentan son disfagia, problemas de la voz, disnea, falta de atención, pérdida de la memoria y en algunos casos, personas que han sufrido Ictus como consecuencia del coronavirus.
La disfagia orofaríngea es la dificultad para tragar los alimentos y las bebidas; es un trastorno de la función deglutoria que acompaña a otras enfermedades como ictus, enfermedades neurodegenerativas, infecciones graves o también se asocia a la edad.
Recientemente se ha observado que la disfagia se presenta en algunos pacientes con COVID-19 pues este virus ataca principalmente los pulmones, bronquios y la red de vasos sanguíneos de los pulmones. Simplemente el estar intubado representa un riesgo para desarrollar disfagia. El propio virus produce una afectación multiorgánica y otra parte de estos daños se debe a largas estancias en la UCI. Este año el número de degluciones se ha multiplicado exponencialmente.
Se piensa que existe una vía que conduce de la orofarínge al cerebro y que ésta se afecta al perder el gusto y el olfato, por lo que se puede perder la capacidad de controlar adecuadamente los mecanismos de la deglución.
La insuficiencia respiratoria presente en el COVID-19 hace que se pierda el ciclo deglutorio-respiratorio y generalmente cuando el paciente sale de esta condición ha perdido peso, está desnutrido y/o ha perdido masa muscular, lo cual afecta la lengua y la faringe ocasionando que el paciente no pueda tragar bien.
Un 70% de los pacientes que han sido intubados necesitan ayuda logopédica para recuperar una alimentación normal y para recuperar la voz. Entre más demore un tratamiento logopédico el paciente tardará más en disfrutar una dieta normal y dependerá más tiempo de una sonda para alimentarse y por ende pueden llegar a presentar desnutrición.
Desafortunadamente no todos los hospitales tienen atención logopédica, o bien en muchos de ellos los logopedas sólo atienden a pacientes ambulatorios ya que el papel de los logopedas en la COVID-19 aún no es muy conocido.
En consultas privadas se han estado recibiendo pacientes con secuelas del COVID, entre los problemas más frecuentes que se presentan son disfagia, problemas de la voz, disnea, falta de atención, pérdida de la memoria y en algunos casos, personas que han sufrido Ictus como consecuencia del coronavirus.
Algo sumamente importante es proteger a nuestros logopedas, ya que son una parte fundamental en la rehabilitación de los pacientes que tuvieron COVID, pero muchas veces durante el tratamiento los pacientes no pueden traer puesta la mascarilla quedando totalmente expuestos.