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Aprender a gestionar las emociones negativas, cuidar la higiene personal y arreglarse, y escribir sobre lo que pensamos y sentimos puede ayudarnos a disminuir la ansiedad durante el confinamiento.
-Antes que nada hay que aprender a gestionar las emociones negativas aceptándolas y ejercitando la tolerancia con nosotros mismos y los demás desarrollando conductas flexibles y adaptativas.
-Tener claro que cada hogar y sus circunstancias son diferentes si se teletrabaja o no, si hay niños en casa o no... en este caso es muy importante establecer una rutina con horarios claros y delimitados.
-Evitar la sobreinformación y consultar solamente fuentes fiables una o dos veces al día, estar buscando información sobre la enfermedad continuamente solo nos traerá más ansiedad.
-No generar pensamientos negativos futuros mejor centrarse en la situación actual sin hacer proyecciones a las posibles consecuencias de esta situación.
-Escribir sobre lo que pensamos y sentimos puede ayudarnos a disminuir la ansiedad.
-Cuidar la higiene personal y arreglarse, verse bien nos ayuda a sentirnos mejor y nos ayuda a mantener los ciclos del día.
-Cuidar los rasgos de personalidad la necesidad de controlar todo, el perfeccionismo y la auto-exigencia se agudizan con el estrés.
-Separar los tiempos de ocio y de trabajo y a poder ser una vez finalizado el tiempo de trabajo recogerlo todo para separarlo de nuestra vida personal.
-No sobrecargar a los niños con tareas escolares online, ahora es el momento de abordar nuevos aprendizajes.
-Hacer algún tipo de ejercicio siguiendo una clase online nos ayudará a canalizar tensiones y liberar endorfinas que son excelentes para reducir el estrés.
-Mantener un circulo de familiares o amigos que nos hagan desconectar utilizando medios digitales pero sin estar enganchados a ellos todo el día.
-Recordar que nos estamos quedando en casa para proteger nuestra salud física. Y además, estamos siendo la medicina de muchos otros. Si tú te cuidas, estás cuidando a los demás.