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La inclusión de estrategias de promoción y prevención de la salud auditiva en adultos mayores en el primer nivel de atención está escasamente desarrollada, resultando llamativa la ausencia persistente de una temática como la detección temprana de alteraciones auditivas en la vejez, en atención primaria de la salud (APS). Es evidente que, si bien se trata de un fenómeno que en el discurso cotidiano de las personas es muy frecuente, aún no aparece en la agenda política y/o de investigación nacional, generando de este modo un vacío de datos científicamente válidos.
En el artículo 1 de la resolución se aprueba la creación del programa, el cual establece a la atención primaria de la salud como estrategia fundamental para contribuir al logro de un envejecimiento activo y saludable, además de la capacitación de recursos humanos, el apoyo a investigaciones y el desarrollo de servicios integrados.
Con este programa se propone un modelo pensado desde el enfoque de envejecimiento activo, adhiriendo de este modo a la definición de la Organización Mundial de la Salud de envejecimiento activo, como “el proceso de optimizar las oportunidades para la salud, la participación y la seguridad, de manera que se realce la calidad de vida a medida que se envejece” (Argentina, Ministerio de Salud de la Nación, 2007). Se entiende entonces, desde esta perspectiva, al envejecimiento como un fenómeno propio del ciclo vital, influido por las experiencias tempranas de la vida, y tomando en consideración los determinantes de la salud que incluyen los procesos biológicos, psicológicos, ambientales, sociales, económicos, conductuales y los estilos de vida, que operan a lo largo de la vida, además del acceso a los servicios de salud en el marco de la estrategia de Atención Primaria de la Salud.
Desde esta concepción, además, se considera que la salud de la población se ve determinada por factores generales como la organización social y política; factores demográficos (edad promedio, distribución por grupo de edad), genéticos, ecológicos (ambiente de trabajo, contaminación ambiental), económicos (nivel general de prosperidad) y sociales (diferencias entre ingresos, cohesión social, relaciones familiares y sociales, estilos de vida, consumo); consideraciones culturales (valores sociales dominantes, niveles de educación e información), etc.
El estado interviene desde un enfoque de atención primaria de la salud, teniendo en cuenta que abordando los factores ambientales y de comportamiento de la población es posible reducir la incidencia de un importante número de enfermedades crónicas. En el cuerpo de la resolución 753/2007, la APS se reconoce como la base primordial de una estrategia basada en el mejoramiento de la salud de la población y en el logro de una cobertura más uniforme, posicionando a las posibilidades de acceso al sistema de salud, en todas las etapas de la vida, en un punto central de la estrategia planteada. Además, se hace referencia explícita a la importancia de generar políticas sanitarias que impacten positivamente en la salud integral y la calidad de vida de los adultos mayores, reconociendo que es esencial invertir en salud integral comunitaria, incluida la atención primaria adaptada a los adultos mayores, ya que esto posee beneficios a largo plazo para la población.
El programa contiene cinco (5) objetivos específicos. el segundo objetivo consiste en “promover el acceso a los programas de prevención y los servicios de atención y rehabilitación para adultos mayores” (Argentina, Ministerio de Salud de la Nación, 2007). Para cumplimentar con dicho objetivo se proponen como actividades:
Actividad 2.1: Facilitar la incorporación de los lineamientos de este programa en los nomencladores de APS y otros servicios de salud específicos para adultos mayores. Actividad 2.2: Promover en el sistema prestacional la prevención, detección y tratamiento de enfermedades prevalentes como la hipertensión arterial, la diabetes, la hipercolesterolemia; diagnóstico precoz de los tumores más frecuentes, trastornos de la salud mental, salud visual, salud auditiva, salud odontológica, salud nutricional, inmunizaciones y la provisión y uso racional de medicamentos en las personas adultas mayores. (Argentina, Ministerio de Salud de la Nación, 2007)
Puede observarse que en la actividad 2.2 aparece contemplada la salud auditiva, sin embargo, la hipoacusia no está considerada dentro de las enfermedades prevalentes en el grupo de mayores de 60 años, siendo que en la bibliografía internacional la presbiacusia aparece como la tercer enfermedad crónica más prevalente, después de la hipertensión y la artritis. (Ortega del Álamo, P. y Duque Silva, J, en Álvarez de Cortázar y otros, 2013)
Debido a esta discordancia, fue necesario indagar acerca de las fuentes a partir de las cuales surgen las estadísticas nacionales sobre enfermedades crónicas prevalentes.
Al respecto, Redondo y otros (2013) mencionan que ante el proceso de envejecimiento demográfico y de alargamiento de la longevidad que tiene lugar en la Argentina, el sistema de estadísticas públicas incorporó la indagación sobre la estructura etaria y la desigualdad social o regional, a fin de conocer su impacto en el patrón de salud-enfermedad del país. Es así, que en el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010 se incluyeron preguntas referidas a limitaciones permanentes derivadas de problemas físicos o mentales, que permiten estimar las prevalencias de esas limitaciones en la población clasificada según sexo, edad y otras características. Además, desde el año 2005 se releva con una periodicidad de cuatro años la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR 2005, ENFR 2009 y ENFR 2013). La encuesta permite obtener información sobre la prevalencia y tendencia temporal de los factores de riesgo de enfermedades no trasmisibles con representatividad provincial (Argentina, Ministerio de Salud de la Nación, Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INDEC, 2015); en las encuesta se considera que las enfermedades crónicas no transmisibles están representadas principalmente por las enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas; la tercera y última edición de la encuesta, realizada en el año 2013, no contiene preguntas que indaguen a cerca de alteraciones sensoriales; del mismo modo, el Censo 2010 (último realizado) no contiene preguntas referidas a esta problemática.
Por otro lado, cabe mencionar que en la página web oficial del ministerio el último boletín publicado de ProNEAS fue el Nº 18, del año 2016. La información más actual publicada en la página oficial de ProNEAS es el “Manual de Autocuidado para Mayores de 60 años, Claves para un envejecimiento activo y saludable”, elaborado en 2016. “Este manual pretende ser una guía de orientación para personas mayores de 60 años proponiendo estrategias para preservar la independencia y autonomía; brindando información y proporcionando algunos consejos que lo ayuden a practicar y ejercer el AUTOCUIDADO” (Argentina, Ministerio de Salud de la Nación, 2016). En el apartado dos, “cuidados generales”, páginas 26 y 27, se dan recomendaciones, breves y muy generales, para tener en cuenta con respecto a la audición. A través de esta publicación puede inferirse un cambio en la concepción de atención primaria, poniendo en el centro de la detección de posibles enfermedades a la responsabilidad individual que cada ciudadano tiene con respecto a su salud, explicitado en el manual cuando se define autocuidado como la “práctica que las personas realizamos con nosotros mismos y por voluntad propia; implica una responsabilidad individual en las decisiones que tomamos y acciones que emprendemos” (Argentina, Ministerio de Salud de la Nación, 2016, p. 7). Uno de los ejes básicos de este discurso posiblemente es fortalecer la idea de autonomía de los sujetos y de los grupos sociales, esta perspectiva refuerza la tendencia de disminución de las responsabilidades del Estado, delegando a los individuos la tarea de tomar cuidado de sí mismos. (Lupton, 1995; Peterson, 1997, en Czeresnia, D, 2006)
La elaboración del manual, con sus recomendaciones, forman parte de una estrategia de promoción de la salud implementada por el actual Ministerio de Salud y Acción Social, que parece circunscribir sus prácticas al concepto de enfermedad, desde un modelo médico-biologicista, reduciendo la atención primaria de la salud al acceso de un paquete mínimo de intervenciones focalizadas, sin contemplar los determinantes sociales, económicos, culturales y urbanísticos. (Bertolotto, Fuks y Rovere, 2012)
No se encontró información de ProNEAS correspondiente a actividades realizadas en el periodo 2017-2019, por lo que es muy difícil determinar si, en el marco actual de las políticas de estado, sigue estando vigente este programa.
CONCLUSIÓN
Podría decirse que el encuadre teórico a partir del cual están construidos los instrumentos de medición utilizados por el INDEC, a cerca de la indagación sobre enfermedades crónicas no transmisibles, donde no están contemplados los trastornos sensoriales, explicaría la no coincidencia con la epidemiología de enfermedades prevalentes a nivel mundial, es decir, se omiten preguntas referidas a la presencia de trastornos auditivos en mayores de 60 años, por lo que, consecuentemente, no aparecen dentro de las enfermedades prevalentes; lo que podría explicar que no existan estadísticas oficiales a nivel ministerial a cerca de la hipoacusia en adultos mayores.
Por otro lado, la inclusión de estrategias de promoción y prevención de la salud auditiva en adultos mayores en el primer nivel de atención está escasamente desarrollada, resultando llamativa la ausencia persistente de una temática como la detección temprana de alteraciones auditivas en la vejez, en atención primaria de la salud (APS). Es evidente que, si bien se trata de un fenómeno que en el discurso cotidiano de las personas es muy frecuente, aún no aparece en la agenda política y/o de investigación nacional, generando de este modo un vacío de datos científicamente válidos.
Si bien el fonoaudiólogo se ha incorporado paulatinamente en los equipos de APS, con el fin de favorecer la atención integral, aún no están del todo claras cuales son las acciones, roles, responsabilidades de este profesional en el primer nivel de atención. Es necesario que la comunidad conozca cuales son las múltiples funciones que un fonoaudiólogo puede desempeñar como integrante del equipo de salud, y de este modo generar acciones conjuntas tendientes a promover salud integral en todas las etapas de la vida.
Finalmente, a partir del breve recorrido realizado en este trabajo, podría afirmarse que la aplicación de las distintas perspectivas e interpretaciones de APS en nuestro país tienen un claro correlato con los distintos períodos políticos que atraviesa, siendo esto un factor que entorpece el desarrollo y el progreso de iniciativas que podrían resultar beneficiosas para mejorar la calidad de vida de la población.
Referencias
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