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El labio y paladar hendido es un defecto de nacimiento que puede ocasionar que los niños con esta condición presenten problemas para alimentarse, pérdida de la audición y dificultades en el habla.
El labio hendido y paladar hendido son defectos del nacimiento que se conocen de manera conjunta como “hendiduras orofaciales”.
El labio y paladar hendido se producen cuando el tejido que forma los labios o el paladar no se unen completamente antes del nacimiento, lo que ocasiona una abertura en el labio superior o en el paladar. Los niños pueden tener labio hendido, paladar hendido o ambos.
Regularmente una hendidura en el labio o en el paladar puede identificarse de inmediato, al momento de nacer.
Puede presentarse como una separación en el labio y en la parte superior de la boca (paladar) en uno o ambos lados del rostro. También puede presentarse como una pequeña hendidura, o puede extenderse desde el labio a través de la encía superior y el paladar hasta la parte inferior de la nariz. O como una separación en el paladar que no afecta la apariencia del rostro.
Los niños con esta condición pueden tener complicaciones para comer, infecciones en el oído o pérdida de la audición, problemas en los dientes y dificultades en el habla.
A menudo una cirugía puede cerrar el labio o el paladar con buenos resultados.
Se cree que las causas que pueden aumentar la probabilidad de que un bebé nazca con labio o paladar hendido son:
No se conoce alguna manera de prevenir que un bebé nazca con labio o paladar hendido, sin embargo, cuando hay antecedentes familiares conviene consultar a un especialista en genética antes del embarazo, también se recomienda evitar el consumo de tabaco o alcohol y tomar vitaminas prenatales.