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Como el kunza, el kakán casi con certeza era una lengua polisintética, de modo que a partir de diversos morfemas, según el contexto, se formaban lexemas
Características de la lengua Cacana
Esta lengua fue ágrafa (sin escrituras completas), sus primeras transcripciones al español y al latín (con las limitaciones fonéticas correspondientes) se debieron a la actividad de los misioneros tras la conquista española del siglo XVI, Alonso de Barzana y Pedro Añasco escribieron hacia 1540 preceptos gramaticales y vocabularios, Barzana también redactó textos de doctrina cristiana, catecismos, confesionarios, homilías, plegarias y sermones en kakán pero estos no fueron publicados. Uno de los misioneros – Lozano – expresa que sus colegas, los frailes Hernando de Torre Blanca y Diego de Sotelo: "eran peritísimos en el idioma cacano (...) Y, añade: “es [el cacán] una lengua dulce y armoniosa, tenía dificultades enormes de pronunciación, a tal punto que sólo lo percibe [entiende] quien lo mamó de leche, porque es en extremo arrevesada [gramaticalmente] y forma sus voces sólo en el paladar”.
Como el kunza, el kakán casi con certeza era una lengua polisintética, de modo que a partir de diversos morfemas, según el contexto, se formaban lexemas.
Así el arrevesamiento probablemente habría estado (desde la perspectiva de los hablantes de otros idiomas) no sólo en el plano gramatical sino en el semántico, por ejemplo la palabra vichi (cuesta) parece haber sido utilizada (según el contexto) también con los significados antonómicos de descenso y de ascenso.
Algo semejante se observa en anko o ango, su significado principal parece haber sido el de "aguada" en y esto se corrobora si se nota que se compone de las palabras an (alto) y ko (agua), es decir "agua de altura" o "agua en la altura", pero también habría sido prácticamente un sinónimo de kata (ladera, faldeo) y translaticiamente o metonímicamente habría significado a un poblado de montaña (en cuanto a que un poblado en un sitio seco como el de las montañas pobladas por los paziocas requería sí o sí de una aguada), pero también la misma palabra anko (siempre según el contexto) parece haber significado a un yermo, a la sequedad acaso porque los poblados ubicados en las aguadas de montaña lo estaban también en regiones áridas, en todo caso lo más probable es que una palabra variara substancialmente de significado según la zona dialectal.
Y las zonas dialectales del kakán muy posiblemente abundaron por dos motivos: en el extenso territorio que habitó esta etnia nunca llegó a darse un estado centralizado pazioca (o "diaguita"), o en su defecto un gran centro cultual, que favoreciera la unificación normativa de esta lengua, por otra parte el territorio pazioca estaba muy subdividido por elevadísimas montañas y extensos desiertos, tal subdivisión ha de haber favorecido una fuerte diversificación dialectal.
Tal dificultad explica que los misioneros e incluso conquistadores prefirieran como lengua vehicular la ya lengua general runa simi en lugar del idioma kakán.
Desde 1634 comenzó a ser obligatorio el uso del castellano.
Una ordenanza real de 1770 estableció que sólo se usase el español, esto motivó prácticamente la desaparición absoluta de esta lengua que parece haber dejado sus rasgos fonológicos en los "acentos" regionales, mientras que gran parte de la toponimia vernácula mantiene las palabras cacanas aunque desconociéndose casi siempre su significado.