Es importante que se ofrezcan estímulos que desarrollen la expresión verbal del niño/a. Dicha estimulación debe estar presente en toda actividad que realicen. Muy importante la relación afectiva que establezcan; la carencia de la misma puede conllevar a trastornos de tipo emocionales que entorpecen la expresión lingüística.
- Separar tarjetas por el sonido final:
- Se le dan al niño/a un grupo de tarjetas con nombres terminados en las consonantes que se quieren diferenciar, que deberá separar agrupándolas en series:
- pies camión
- pez pan
- bolas latón
- compás ratón
- Completar palabras con el sonido final:
- El adulto pronuncia palabras omitiendo el sonido final que el niño/a debe completar. (Enseñar la lámina). Ej.:
- so...... (sol) compá...... (compás)
- Hacer ejercicios cambiando los sonidos y sílabas para su diferenciación.
- Ustedes pidan al niño/a recordar palabras con la sílaba o sonido que él señala:
- Con la vocal a.
- Con la consonante l.
- Con la sílaba ma.
- Con la sílaba sa.
- Realizar juegos competitivos entre el niño/a con otros amiguitos para reafirmar estos conceptos.
- Decir palabras que comiencen con una vocal determinada.
- ¿Quién recuerda una palabra terminada en la consonante “s”?.
- Distinguir cuál es la sílaba que se oye más fuerte.
- Utilizar diferente intensidad de voz hasta que el niño/a se vaya percatando de su diferencia.
- Dar una palmada suave en la sílaba que se oye bajito, una fuerte en la que se oye más alto.
- “Escribir palabras” con rayas en colores, azul para la sílaba débil y rojo para la fuerte:
- Ej.: (mamá) (lápiz)
- ______ _______
- “Escribir palabras” utilizando claves: (vocales color rojo, consonantes color azul). Tener en cuenta el uso de palabras sencillas.
- Precisar el dominio de los conceptos, sonido, (vocal-consonante), sílaba, palabra, oración.
- Nombrar los objetos de la casa, los juguetes, los animales, los amiguitos del barrio, insistir que cada uno se distingue por su nombre, que es una palabra.